Recortes
Los malabares de los argentinos para lidiar con la crisis
presidente Javier Milei advirtió la semana pasada que continuará con su política de recortes para estabilizar la economía
El presidente de Argentina, Javier Milei, amenaza con continuar su política de recortes para estabilizar la economía. "Siempre hay algo para cortar, todo lo que se pueda cortar lo vamos a cortar", dijo la semana pasada, mientras los argentinos hacen malabares para salir a flote.
El FMI proyectó que este año la economía argentina tendrá una fuerte recesión del -3,5 %
En declaraciones a la agencia AP, Alejandra, una vendedora ambulante, explica cómo durante las protestas gubernamentales de los últimos meses se dio cuenta de que la gente no tenía dónde orinar, así que con un balde y una carpa comenzó su negocio.
"Hace un año que no tengo trabajo, ahora es mi único ingreso", comentó.
Mientras, en el ático de su vivienda, Noelia López gestiona la única lavandería de autoservicio de su barrio. Cada día, ella y su hijo Patricio, de 21 años, lavan la ropa de los vecinos.
"No hay nada más grande que poder reconocer que este país es así", comentó la mujer al citado medio en referencia a la volatilidad de Argentina.
Gustavo González, sociólogo de la Universidad de Buenos Aires, mencionó la "famosa resiliencia de los argentinos". "Es el resultado de más de tres generaciones que han tenido que lidiar con circunstancias adversas, gran incertidumbre y cambios abruptos", sostuvo.
Desde el inicio de su gestión, Milei aplicó profundas medidas de recorte y avisó que la situación empeoraría en el corto plazo, pero luego podrían verse los frutos. Su pronóstico coincide exactamente con lo que ocurrió en el primer semestre: sus medidas de 'shock' impactarían "de modo negativo sobre el nivel de actividad, el empleo, los salarios reales y la cantidad de pobres e indigentes".
El consumo de carne, leche y pan, productos básicos de la dieta registra mínimos históricos en el país. La clase media también sufre los efectos y son muchos los que han dejado de vacacionar, no salen a comer afuera o dejaron de tomar café.
Sin embargo, el economista Eduardo Levy Yeyati recordó que las clases más bajas subsisten de forma más limitada y advierte que el Gobierno "intenta recortar" la asistencia a las organizaciones sociales de las que dependen. "No pueden ahorrar, no pueden viajar, están atrapadas aquí y son las más afectadas por la inflación, por el ajuste fiscal", aseveró.
Armando Fernández, un joven de 34 años que se alimenta gracias a la agrupación civil Red Solidaria, lamentó que "los políticos hablan mucho pero no hacen nada". "Sobrevivo gracias a estos comedores sociales, a esta gente que me ofrece un poco de comida", explicó.
Asimismo, Pilar Cristiansen, una voluntaria de 31 años, alertó de que "cada vez hay más personas que no pueden permitirse comprar comida".
"No habrá un milagro que nos ayude a superar esto", dijo, por su parte, Maybel Delvalle, hija de inmigrantes paraguayos.
Según un informe publicado en junio por el Observatorio de la Deuda Social Argentina (ODSA) de la Universidad Católica, el índice de pobreza ha aumentado del 44,7 al 55,5 % de la población y el de indigencia del 9,6 al 17,5 % durante el primer trimestre de 2024.
El Fondo Monetario Internacional (FMI) proyectó que este año la economía argentina tendrá una fuerte recesión del -3,5 %.