Elecciones en Argentina
Balotaje: Massa y Milei se disputarán el voto de Bullrich
Massa 36,3%: Milei 30,1%, Bullrich 23,8%. Aunque el candidato de La Libertad Avanza partía como favorito tras las PASO, ha sido el candidato peronista el más votado. El partido conservador será clave
Sorpresa o baño de realidad. En la Argentina hay vida más allá de las redes sociales, los sets de televisión y los grupos de WhatsApp. El candidato peronista, Sergio Massa, que es además el ministro de Economía en este momento coyuntural tan complejo fue el candidato más votado en la primera vuelta con el 36,3% de los votos.
Por el contrario, el candidato de La Libertad Avanza, Javier Milei, avanzó poco, pues se quedó en un 30,1% prácticamente idéntico al que sumó en las Primarias Abiertas Simultáneas y Obligatorias (PASO) de agosto, que son prácticamente las mismas elecciones que las de ayer pero con una sustancial diferencia: el voto en las PASO sale gratis, no elige presidente, ni diputados, ni gobernadores, ni nada, por lo que se usa, sobre todo, para asustar y mostrar indignación.
Los principales analistas que siguieron las campañas en Argentina, de Mario Riorda a Jaime Durán Barba, coincidieron ayer, en esto de analizar los resultados desde las emociones, que si bien en las PASO se impuso la emoción de la ira, que representa a la perfección el tono excéntrico de Milei, ayer se impuso el miedo al desastre, y que eso acabó encumbrando la candidatura de Sergio Massa. Para otros es simplemente cordura: Es divertido seguirle el juego a alguien que despotrica contra la casta, promete traer el dólar – aunque no va a regalar dólares – y quemar el Banco Central, pero a la hora de la verdad pesó la sanidad y la educación pública, el subsidio al transporte, y en general, el Estado que todos los argentinos han construido durante décadas y que ya nos gustaría tener a este lado de la frontera.
En esto de las emociones, el palo ha sido duro en el cuartel general de Milei donde literalmente se hablaba de una victoria holgada en primera vuelta, para lo que necesitaba un 45% o 40% y diez puntos de diferencia sobre el segundo. Nada que ver. Illya Fortún escribía “Dura derrota. Le ganó el ministro de ECONOMÍA del peronismo. La casta de la casta…” mientras que otros simpatizantes de la causa libertaria en Bolivia como Mauricio Ríos García buscaba culpables “Bullrich debió bajar su candidatura con la última oportunidad que tuvo para no dividir el voto (si realmente eran parte de la oposición), con el escándalo de Melconian” y se lamentaba “América Latina es absolutamente imposible”.
Las cuentas de la segunda vuelta
El mal cálculo de expectativas pasa factura en el mediano plazo, costará remontar el golpe y recuperar el tono triunfalista que rodeó la campaña de Milei. Ayer incluso se barajaba retirarse ante las dificultades que se encontrarían en el parlamento para impulsar medidas. En cualquier caso, nada está dicho. O tal vez sí.
Aunque el voto no se endosa, en la segunda vuelta parece evidente que el voto de la coalición de izquierda liderada por Myriam Bregman y que suma un 2,7% no irá al libertario Javier Milei, y tampoco el del peronismo de provincias – 7% - que capitaneó en esta ocasión Juan Schiaretti porque siempre busca diputados propios, aunque al final se sume al peronismo tradicional.
La clave entonces sigue estando en el voto de Bullrich, al que rápidamente las dos campañas buscarán. Si Milei soñaba con una victoria en la primera vuelta era a costa de esos votos del centro derecha tradicional, que finalmente no han migrado y se han quedado para garantizar al menos una bancada fuerte. En el peronismo creen que si no se ha ido con Milei ya no lo hará, porque le temen a la propuesta de colisión total, y en esas resulta más fácil de votar el candidato Sergio Massa, que no es ni de lejos Cristina Fernández de Kirchner.