Facundo Molares, quien estuvo preso en Bolivia el 2019, murió en una protesta en el Obelisco



Un manifestante murió este jueves en el Obelisco tras descompensarse en medio de incidentes durante una protesta por la reforma constitucional en Jujuy. La Policía de la Ciudad informó que hubo cinco detenidos. Se trata de Facundo Molares Schoenfeld, un activista de la izquierda que estuvo preso hasta julio de 2022. Entre 2019 y 2020 estuvo preso en Bolivia.
El incidente ocurrió cuando un grupo de manifestantes quiso prender fuego una urna. Intervino la Policía de la Ciudad, que detuvo a cinco personas. Uno de ellos, de 47 años y sin documentación, se descompensó. Le hicieron RCP y luego lo trasladaron al Hospital Ramos Mejía.
En ese centro médico le hicieron maniobras de reanimación por más de media hora. Sin embargo, el personal sanitario constató su fallecimiento. Sus compañeros lo identificaron como Molares Schoenfeld.
"Las causas del deceso se relacionan con un paro cardíaco producto de factores de riesgo", indicaron fuentes de Salud.
¿Quién era Facundo Molares Schoenfeld?
Facundo Molares Schoenfeld nació en 1975, hijo de un militante sindical del Hospital Ciudadela. Se crió en José C. Paz y a comienzos de los 90 se instaló en la Patagonia. En esos años comenzó su militancia contra las políticas del menemismo.
De vuelta en Buenos Aires, recibido como técnico forestal, se instaló en la villa 1-11-14. Se movilizó el 19 y 10 de diciembre de 2001. Poco más tarde, salió a recorrer América Latina, inspirado por la figura del Che Guevara. Pasó por Paraguay, Bolivia, Perú y Ecuador antes de llegar a Colombia.
Allí, en 2003 se sumó a las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), al integrarse a la Columna Teófilo Forero en el pueblo de Los Pozos. Por entonces tomó el nombre de Camilo Fierro. Crítico del acuerdo de paz, se fue en 2018.
Molares Schoenfeld regresó a la Argentina y se dedicó a la comunicación popular. En 2019 viajó a Bolivia para cubrir los conflictos cívicos que terminaron con la renuncia de Evo Morales. Recibió tres disparos en Montero, durante una represión. Estuvo 23 días en coma inducido. Quedó con secuelas: problemas cardíacos y la pérdida casi por completo de la visión del ojo derecho.
Su odisea en Bolivia no terminó ahí. Estuvo detenido 13 meses, acusado de terrorista. Pudo volver a la Argentina a fines de 2020. En el medio, enfermó dos veces de coronavirus.
En noviembre de 2021 fue detenido en la Patagonia y trasladado al penal de Ezeiza, para afrontar el juicio de extradición a Colombia. Fue liberado en mayo de 2022, después de que la Jurisdicción Especial para la Paz de Colombia rechazara un pedido de extradición. Tras su liberación volvió a dedicarse al periodismo.