Un militar infiltrado y estudiantes que sobrevivieron algunos días
Las revelaciones del informe de la Comisión Ayotzinapa
El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, se ha comprometido a que la verdad se sepa antes de que termine su mandato
Uno de los 43 estudiantes desaparecidos de Ayotzinapa era un soldado infiltrado por el Ejército. Algunos estudiantes podrían haber estado con vida cuatro días después del secuestro. Funcionarios de todos los niveles y miembros de organizaciones de narcotráfico participaron en la desaparición. Las víctimas fueron dividas en varios grupos criminales y a las autoridades solo les interesó cerrar la investigación con una falsa narrativa.
Estas son algunas de las principales conclusiones del informe de la Presidencia de la Comisión para la Verdad y Acceso a la Justicia del Caso Ayotzinapa, que presentó el subsecretario de Derechos Humanos de México, Alejandro Encinas.
Después de tres años de trabajo, cientos de órdenes de peritajes, detenciones y entrevistas, confirmó que fue un crimen de Estado y que las víctimas ya no son buscadas con vida.
El documento principal tiene 96 páginas, pero hay decenas que están subrayadas en negro porque contienen información clasificada.
Aparte, hay ocho anexos que, en miles de cuartillas, detallan las fichas de búsqueda, las bitácoras de campo, los reportes de cada operativo, las reuniones de trabajo de la Comisión, los informes de los encuentros con los familiares y con el presidente, Andrés Manuel López Obrador, la asistencia técnica internacional y la atención que se ha dado a las víctimas.
La información se dio a conocer en medio de una fuerte expectativa, ya que aborda uno de los casos de desaparición forzada que más ha conmocionado a México y el de mayor repercusión internacional. Además, permite entender el grado de complicidad y de impunidad que existe, y que ha permitido que la vulneración de los derechos humanos continúe en un país que ya tiene más de 100.000 desaparecidos.
El informe del caso Ayotzinapa ofrece más precisiones sobre la causa a lo largo de cuatro capítulos que describen la búsqueda de las víctimas, los hallazgos, el "pacto de silencio" de todos los responsables, los obstáculos de la investigación, el contexto de la desaparición, la complicidad de las autoridades municipales, estatales y federales con los narcos y la cronología pormenorizada de los hechos.
Una de las sorpresas es la revelación de que el Ejército infiltró en 2012 al soldado Julio César López Patolzin en la Escuela Rural de Ayotzinapa. Desde ahí, informaba de lo que ocurría en las asambleas de los estudiantes, las marchas, los mítines, posibles vínculos con "grupos subversivos" de la delincuencia organizada.
A las 10:00 de la mañana del 26 de septiembre de 2014, envió un reporte a su superior, el teniente Francisco Macías Barbosa, para informarle de que los jóvenes tomarían camiones para ir a la Ciudad de México. Fue su último informe, ya que López Patolzin desapareció luego de la persecución y las autoridades no lo protegieron ni lo buscaron, como era su obligación.
Otro dato que aporta el informe es que el 30 de septiembre, cuatro días después de la desaparición, la Secretaría de la Defensa Nacional recibió una llamada anónima que aseguró que, por lo menos, seis estudiantes permanecían con vida y estaban secuestrados en una bodega.