La Casa Blanca matiza a Biden y dice que no quieren voltear su régimen
Zelenski baraja negociar el estatus de una Ucrania neutral
Se retoman las negociaciones en Turquía con los frentes de guerra estabilizados y con concesiones ucranianas, como su renuncia a la OTAN, pero Rusia prepara una segunda fase de guerra



Día de vuelta de tuerca y matizaciones en el bloque occidental y de cierto regocijo en el oriental, o ruso, o como quien prefiera llamarlo. Y es que este lunes se retoman las conversaciones entre la delegación ucraniana y la rusa en Turquía, y ya se ha filtrado que el Gobierno de Volodimir Zelenski parece empezar a abrirse a negociar una suerte de “estatus de neutralidad”, que es básicamente la exigencia de Moscú por la que inició la invasión: no quiere misiles OTAN en las puertas de los Urales y mucho menos que la República que es prácticamente el Tihuanacu del eslavismo ingrese a la Alianza Atlántica.
Zelenski no ha colocado la información por casualidad. El fin de semana se han reunido los grandes cocos de la política y la economía internacional en Bruselas (Consejo de Europa, cumbre OTAN y G7) y básicamente no le han dado ninguna esperanza de ayuda: ni ingreso exprés en la UE, ni cierre del espacio aéreo, ni tanques, ni OTAN, así que las opciones se van reduciendo hacia la capitulación.
El mapa bélico es prácticamente el mismo desde hace semanas. Una especie de media luna desde el Donbás, al este, con más fuerza bélica al sur, donde los rusos buscan conectar con Crimea y tal vez la icónica Sebastopol, mientras que al norte hacen algunas incursiones y cercos inconsistentes a Jarkov y Kiev, donde prácticamente nada se avanza.
Las fuerzas ucranias controlan la situación en la capital y la región de Kiev, pero creen que Rusia intentará romper de nuevo la resistencia después de reagruparse en territorio bielorruso, al tiempo que proseguirá su ofensiva en el sur y el este de Ucrania, especialmente en el Donbás, según recoge la agencia EFE.
"Se asignaron varias unidades al área de Chernóbil -en la región de Kiev- para su posterior reubicación a Bielorrusia, con el objetivo de restaurar la capacidad de combate", ha dicho este domingo el Mando General de las Fuerzas Armadas de Ucrania. "Es posible que después de la implementación de estas medidas, el reagrupamiento y el fortalecimiento de las fuerzas, los ocupantes reanuden las acciones para bloquear Kiev desde la dirección suroeste", ha añadido.
Acuerdos Hay algunos avances en el diálogo, como la renuncia a ingresar a la OTAN y blindar el ruso como idioma cooficial
El Instituto para el Estudio de la Guerra (ISW, en inglés), con sede en EE UU, coincide en esta evaluación: "el Ejército ruso continúa concentrando reemplazos y refuerzos en Bielorrusia y Rusia, al norte de Kiev, para luchar por posiciones en las afueras de la capital e intentar completar el cerco y la captura de Chernígov", sostiene ISW.
Con ese panorama, Zelenski ha concedido una entrevista a medios independientes rusos en los que esencialmente ha dicho que “Ucrania estaría preparada para adoptar un estatus global neutral como parte de un acuerdo de paz con Rusia”, pero recalcando que ese acuerdo debería estar auditado por terceros países y, sobre todo, sometido a referéndum, que es la baza que se guarda el Presidente ucraniano siguiendo el manual del buen populista en tiempos de guerra.
Mientras, la Casa Blanca ha movido cielo y tierra para matizar las palabras de su presidente, Joe Biden, que el sábado habló abiertamente de sacar a Vladimir Putin en el poder, lo que ha sido interpretado como un ejemplo claro de intervencionismo en países soberanos.
Biden dijo: “Por Dios santo, este hombre [Putin] no puede permanecer en el poder”. La frase no estaba en el guion preparado por su equipo, han subrayado fuentes de la Casa Blanca. “El comentario del presidente fue que a Putin no se le puede permitir ejercer el poder sobre sus vecinos de la región. [Biden] no hablaba de un cambio de régimen”, señala El País que matizó un alto funcionario, amparado en el anonimato.
Mientras, se habla demasiado de una nueva fase de guerra, bien con armas nucleares, bien con armas químicas, y ambos bandos se acusan mutuamente de provocar para justificarse después en el caso de que acaben siendo utilizadas.
En este contexto se sentarán mañana en Turquía las dos delegaciones para llevar adelante un diálogo más estructurado y que se prolongará tres días. El presidente turco Recep Tayyip Erdogan le ha insistido al presidente ruso Vladimir Putin de la necesidad de ir al diálogo con un alto el fuego, pero lo cierto es que no se contempla. “Se puede decir que hay acuerdos sobre algunos temas" dijo el viernes en referencia a asuntos como la renuncia de Ucrania a adherirse a la OTAN, el reconocimiento del ruso como idioma cooficial, así como concesiones con respecto a la desmilitarización y la "seguridad colectiva". Por el contrario, afirmó Erdogan, Ucrania no está dispuesta a negociar la cesión de Crimea a Rusia ni reconocer la independencia de las regiones separatistas prorrusas de Donetsk y Lugansk.
El drama de los refugiados se ralentiza
Más de 3,8 millones de refugiados por la guerra en Ucrania, según Acnur. La Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur) ha cifrado en 3.821.049 los ciudadanos que han huido de Ucrania desde la invasión rusa. Aunque el número de refugiados ha crecido sin parar desde el inicio de la guerra, el flujo de personas que abandonan Ucrania se ha ralentizado. Desde el 22 de marzo, los ciudadanos que tratan de huir del país ha caído por debajo de las 100.000 personas diarias, e incluso por debajo de las 50.000. Alrededor del 90% de quienes han huido son mujeres y niños.
Ucrania es un país con 39,5 millones de habitantes y algo más de 600.000 kilómetros cuadrados.