Está "al límite del límite"
Brasil vive la peor crisis hídrica de los últimos 91 años
Impacta directamente en los bolsillos de los brasileños, que tienen que hacer frente a un severo aumento de la factura de la luz



Brasil, uno de los países con más agua dulce del mundo, vive la peor crisis hídrica de sus últimos 91 años. El presidente Jair Bolsonaro, con su popularidad ya mermada por la gestión de la pandemia, reconoció que se trata de "la mayor crisis de la historia". Los ciudadanos temen que se disparen todavía más sus facturas de la luz.
En una de sus retransmisiones en Facebook, el ultraderechista hizo un llamamiento a la población para economizar energía y apagar las luces en las viviendas. El problema "es serio", dijo, y algunas hidroeléctricas podrían incluso dejar de funcionar.
"Ayude así a economizar energía y agua en las centrales hidroeléctricas (...) Estamos al límite del límite. Algunas dejarán de funcionar si esta crisis continúa", advirtió.
Las declaraciones del presidente han sido interpretadas como un intento de acallar las críticas generadas tras el comentario de su ministro de Economía, Paulo Guedes, quien dijo que "cuál es el problema de que la energía fuese un poco más cara porque llueve menos".
Esta crisis energética tiene potencial, según los especialistas, de desgastar todavía más la popularidad de Bolsonaro de caras a las elecciones de 2022, en las que los sondeos ya dan como favorito al expresidente Luiz Inácio Lula da Silva.
"El aumento exponencial de la factura de la luz ya tiene efectos inmediatos en la aprobación del gobierno. Por no hablar del efecto inflacionario de la crisis energética, con incrementos en cascada en todos los sectores de la economía", alerta el analista político Gerson Camarotti.
La sequía ha provocado que los embalses de las hidroeléctricas del sudeste y centro-oeste –que responden al 70 % de la capacidad de generación hídrica del país– se encuentren en niveles críticos.