Coronavirus: Italia se dispone a aislar Lombardía
Italia se dispone a aislar su región más rica y poblada, que incluye a su capital económica, Milán, como parte de una nueva serie de duras medidas que se espera sean aprobados para intentar contener el brote de coronavirus. Las nuevas reglas incluyen instar a la gente a que no entre ni salga...
Italia se dispone a aislar su región más rica y poblada, que incluye a su capital económica, Milán, como parte de una nueva serie de duras medidas que se espera sean aprobados para intentar contener el brote de coronavirus.
Las nuevas reglas incluyen instar a la gente a que no entre ni salga de Lombardía, hogar de unos 10 millones de personas, al igual que en 11 provincias de otras cuatro de las 19 regiones de Italia, según un borrador de decreto al que tuvo acceso Reuters.
Todos los museos, gimnasios, centros culturales, centros de esquí y piscinas serán cerrados en las zonas designadas, según el decreto, que está previsto entre en vigor el domingo.
Se espera que la legislación sea aprobada lo antes posible, dijo el jefe de la agencia de protección civil más temprano, después de que el número de infectados por el coronavirus se disparó en más 1.200 en las últimas 24 horas.
Hasta ahora, solo unas pocas áreas limitadas del norte de Italia, conocidas como “zonas rojas”, han sido puestas en cuarentena.
Las ausencias laborales serán canceladas para todos los trabajadores de la salud; las bodas, funerales y eventos deportivos serán suspendidos y el teletrabajo deberá ser adoptado lo más que se pueda, según el proyecto.
Las 11 provincias afectadas están en torno a Módena, Parma, Piacenza, Reggio Emilia y Rímini, en la región de Emilia-Romaña; Venecia, Padua y Treviso en la región de Véneto; Asti y Alessandria en Piamonte; y la provincia de Pésaro y Urbino en la región central de Marcas.
Todos los colegios y universidades serán cerrados en Lombardía y las provincias listadas al menos hasta el 3 de abril. El gobierno anunció esta semana la suspensión de clases en todo el país al menos hasta el 15 de marzo.
La epidemia ya está golpeando con dureza a la atribulada economía italiana y Roma se ha comprometido a gastar 7.500 millones de euros (8.500 millones de dólares) para frenar el brote y sus consecuencias.
Estado de emergencia en Nueva York
Mientras tanto en EEUU, Andrew Cuomo, gobernador de Nueva York, declaró el estado de emergencia por el coronavirus, tras anunciar que los casos confirmados ya son 76, frente a los 44 de la jornada anterior.
Hasta la fecha, hay 11 casos confirmados en la ciudad de Nueva York, 57 en el condado de Westchester, dos en el condado de Rockland, cuatro en el condado de Nassau y otros dos en el condado de Saratoga, detalló Cuomo. Diez de los 76 infectados se encuentran actualmente hospitalizados, precisó el gobernador.
La gran mayoría de los infectados están vinculados a un abogado de Westchester de 50 años que había sido hospitalizado con la enfermedad.
Al mismo tiempo, Cuomo hizo un llamamiento a la calma y alentó a los neoyorquinos a no caer presa del pánico, ya que -explicó- alrededor del 80 % de los casos se “resolverán por sí solos”, mientras que solo alrededor del 20 % de los infectados requieren hospitalización.
En este sentido, minimizó la importancia del aumento en los casos, señalando que es exactamente lo que debe esperarse, dado que se han realizado más pruebas a personas que han estado en contacto con pacientes infectados.
Las nuevas reglas incluyen instar a la gente a que no entre ni salga de Lombardía, hogar de unos 10 millones de personas, al igual que en 11 provincias de otras cuatro de las 19 regiones de Italia, según un borrador de decreto al que tuvo acceso Reuters.
Todos los museos, gimnasios, centros culturales, centros de esquí y piscinas serán cerrados en las zonas designadas, según el decreto, que está previsto entre en vigor el domingo.
Se espera que la legislación sea aprobada lo antes posible, dijo el jefe de la agencia de protección civil más temprano, después de que el número de infectados por el coronavirus se disparó en más 1.200 en las últimas 24 horas.
Hasta ahora, solo unas pocas áreas limitadas del norte de Italia, conocidas como “zonas rojas”, han sido puestas en cuarentena.
Las ausencias laborales serán canceladas para todos los trabajadores de la salud; las bodas, funerales y eventos deportivos serán suspendidos y el teletrabajo deberá ser adoptado lo más que se pueda, según el proyecto.
Las 11 provincias afectadas están en torno a Módena, Parma, Piacenza, Reggio Emilia y Rímini, en la región de Emilia-Romaña; Venecia, Padua y Treviso en la región de Véneto; Asti y Alessandria en Piamonte; y la provincia de Pésaro y Urbino en la región central de Marcas.
Todos los colegios y universidades serán cerrados en Lombardía y las provincias listadas al menos hasta el 3 de abril. El gobierno anunció esta semana la suspensión de clases en todo el país al menos hasta el 15 de marzo.
La epidemia ya está golpeando con dureza a la atribulada economía italiana y Roma se ha comprometido a gastar 7.500 millones de euros (8.500 millones de dólares) para frenar el brote y sus consecuencias.
Estado de emergencia en Nueva York
Mientras tanto en EEUU, Andrew Cuomo, gobernador de Nueva York, declaró el estado de emergencia por el coronavirus, tras anunciar que los casos confirmados ya son 76, frente a los 44 de la jornada anterior.
Hasta la fecha, hay 11 casos confirmados en la ciudad de Nueva York, 57 en el condado de Westchester, dos en el condado de Rockland, cuatro en el condado de Nassau y otros dos en el condado de Saratoga, detalló Cuomo. Diez de los 76 infectados se encuentran actualmente hospitalizados, precisó el gobernador.
La gran mayoría de los infectados están vinculados a un abogado de Westchester de 50 años que había sido hospitalizado con la enfermedad.
Al mismo tiempo, Cuomo hizo un llamamiento a la calma y alentó a los neoyorquinos a no caer presa del pánico, ya que -explicó- alrededor del 80 % de los casos se “resolverán por sí solos”, mientras que solo alrededor del 20 % de los infectados requieren hospitalización.
En este sentido, minimizó la importancia del aumento en los casos, señalando que es exactamente lo que debe esperarse, dado que se han realizado más pruebas a personas que han estado en contacto con pacientes infectados.