OLP: ocupación israelí es principal fuente de violencia
La Organización para la Liberación de Palestina (OLP) afirmó este viernes que la ocupación israelí y su plan de asentamiento colonial constituyen las principales fuentes de violencia en Cisjordania y la franja de Gaza. El secretario general del Comité Ejecutivo de la OLP, Saeb Erekat,...



La Organización para la Liberación de Palestina (OLP) afirmó este viernes que la ocupación israelí y su plan de asentamiento colonial constituyen las principales fuentes de violencia en Cisjordania y la franja de Gaza.
El secretario general del Comité Ejecutivo de la OLP, Saeb Erekat, culpó al reciente plan promulgado por Estados Unidos, con la complacencia de Israel, por la escalada de enfrentamientos en esos territorios, que dejaron decenas de heridos y al menos tres muertos en poco más de una semana, reseñó la agencia Wafa.
Fraguado en la Casa Blanca, el denominado Acuerdo del Siglo consolida la política de ocupación, colonialismo y apartheid mantenida por Tel Aviv contra el pueblo palestino, insistió el dirigente al tiempo que rechazó acusaciones de Washington sobre una presunta incitación al desorden.
El jueves el presidente Mahmoud Abbas responsabilizó a los artífices del mencionado plan por la espiral de choques entre soldados israelíes y los palestinos asentados en la franja de Gaza y Cisjordania.
Sin Jerusalén nunca aceptaremos este estado (previsto en el documento), es lo que las generaciones anteriores nos dejaron, no traicionaremos la confianza, ni renunciaremos a un ápice de nuestros derechos reconocidos por la legitimidad internacional, subrayó.
El llamado Acuerdo del Siglo concede a Palestina una autonomía limitada dentro de una patria que consiste en áreas no contiguas en Gaza y Cisjordania.
Adicionalmente prevé congelar durante cuatro años la construcción de nuevos asentamientos (por colonos) pero descarta el desmantelamiento de los existentes, pide el reconocimiento de Jerusalén como capital indivisible de Israel y deja el cotizado valle del Jordán bajo el dominio militar de Tel Aviv.
En virtud del plan, el gobierno israelí conservará el control de la seguridad en los emplazamientos palestinos, las fronteras, el espacio aéreo, el mar y el espectro electromagnético.