Estudio alerta que guerra nuclear dañaría océanos
Investigadores de la Universidad Rutgers-New Brunswick, en Estados Unidos, afirmaron ayer que los cambios climáticos derivados de una guerra nuclear afectarían también la vida en los océanos. 'Descubrimos que la química del océano cambiaría con el enfriamiento global, disolviendo el...



Investigadores de la Universidad Rutgers-New Brunswick, en Estados Unidos, afirmaron ayer que los cambios climáticos derivados de una guerra nuclear afectarían también la vida en los océanos.
'Descubrimos que la química del océano cambiaría con el enfriamiento global, disolviendo el carbono atmosférico en el océano superior y exacerbando la amenaza principal de la acidificación del océano', expresó en un comunicado el profesor Alan Robock, uno de los autores de un estudio al respecto.
Para la investigación, los científicos consideraron una serie de hipotéticas guerras nucleares y utilizaron un modelo climático global.
Según explicaron, en este modelo el clima reacciona al hollín (carbono negro) en la atmósfera como resultado de incendios provocados por armas nucleares.
El exceso de dióxido de carbono de la quema de combustibles fósiles ingresa al océano y reacciona con el agua para formar ácido carbónico. Todo este proceso provoca que el agua de mar sea más ácida, lo cual dificulta la formación de conchas y esqueletos de corales, almejas, ostras y otros organismos marinos.
Un conflicto nuclear implicaría, además, gran cantidad de humo, lo cual bloquearía la luz solar y provocaría un enfriamiento global, lo cual también tendría consecuencias para la vida marina.
Con este estudio, los investigadores buscan determinar si se podría obtener comida del mar en caso de que hubiese una guerra nuclear, explicó Alan Robock, quien es profesor en la Escuela de Ciencias Ambientales y Biológicas.
Robock adelantó que los próximos pasos serán combinar los cambios proyectados en la química del océano con los de la temperatura y la salinidad, para evaluar sus impactos en los mariscos y poblaciones de peces en todos los océanos.
'Descubrimos que la química del océano cambiaría con el enfriamiento global, disolviendo el carbono atmosférico en el océano superior y exacerbando la amenaza principal de la acidificación del océano', expresó en un comunicado el profesor Alan Robock, uno de los autores de un estudio al respecto.
Para la investigación, los científicos consideraron una serie de hipotéticas guerras nucleares y utilizaron un modelo climático global.
Según explicaron, en este modelo el clima reacciona al hollín (carbono negro) en la atmósfera como resultado de incendios provocados por armas nucleares.
El exceso de dióxido de carbono de la quema de combustibles fósiles ingresa al océano y reacciona con el agua para formar ácido carbónico. Todo este proceso provoca que el agua de mar sea más ácida, lo cual dificulta la formación de conchas y esqueletos de corales, almejas, ostras y otros organismos marinos.
Un conflicto nuclear implicaría, además, gran cantidad de humo, lo cual bloquearía la luz solar y provocaría un enfriamiento global, lo cual también tendría consecuencias para la vida marina.
Con este estudio, los investigadores buscan determinar si se podría obtener comida del mar en caso de que hubiese una guerra nuclear, explicó Alan Robock, quien es profesor en la Escuela de Ciencias Ambientales y Biológicas.
Robock adelantó que los próximos pasos serán combinar los cambios proyectados en la química del océano con los de la temperatura y la salinidad, para evaluar sus impactos en los mariscos y poblaciones de peces en todos los océanos.