Macron avanza en proyecto de pensiones pese a marchas
El Gobierno de Francia presentó ante el Consejo de Estado el proyecto de ley para la reforma de pensiones sin haberle realizado ninguna modificación, como pedían las protestas masivas registradas en el país. El primer ministro galo, Edouard Philippe, insistió en mantener el contenido del...
El Gobierno de Francia presentó ante el Consejo de Estado el proyecto de ley para la reforma de pensiones sin haberle realizado ninguna modificación, como pedían las protestas masivas registradas en el país.
El primer ministro galo, Edouard Philippe, insistió en mantener el contenido del proyecto anunciado en julio pasado, solo añadiendo algunos ajustes, a pesar de los 37 días de paro en el transporte público y huelgas de diversos sectores.
La propuesta consta de 64 artículos y será oficial cuando la ratifique el Consejo de Ministros, programado para el 24 de enero, para luego ser enviada a la Asamblea Nacional a fin de ser promulgada.
Tras las reuniones entre el representante del Ejecutivo y los sectores sociales en desacuerdo con esta ley, no fue corregida ninguna de las cuestiones más polémicas, por lo que se establecerá la edad de jubilación a 64 años, se eliminan los regímenes especiales de un importante número de profesiones y se aplica un sistema de cotización por puntos que agravará el nivel de vida de los futuros pensionistas.
No obstante, volverán a reunirse ambas partes, pero el primer ministro se limitará a cuestiones relativas al periodo de transición hasta la puesta en práctica de la ley y las condiciones para quienes se jubilen en dicha etapa.
Por su parte, el secretario de Estado de Pensiones, Laurent Pietraszewski, ha intentado calmar los ánimos asegurando que “nada está congelado”, y que aún está “abierto el debate”, incluso el tema de la edad de jubilación podrá enmendarse si los opositores proponen otras soluciones que garanticen el equilibrio financiero, añadió.
En este contexto, las organizaciones sociales insisten en que el proyecto sea retirado totalmente e hicieron un nuevo llamado a movilizarse los días 14, 15 y 16 de enero, además de la jornada de huelga general que ya estaba convocada para este sábado 11 de enero.
Sectores disconformes
En la víspera, cientos de miles de personas, entre ellos profesores, médicos, abogados y empleados ferroviarios, exigieron de nuevo en las calles de toda Francia que el gobierno de Emmanuel Macron retire la polémica reforma de las pensiones y jubilaciones.
Alrededor de 450.000 personas, según el ministerio del Interior y 1,7 millones, según los sindicatos, se manifestaron el jueves en toda Francia, menos que en la anterior jornada de protestas el 17 de diciembre, cuando se volcaron a las calles 615.000 personas, según cifras ministeriales.
En París, más de 50.000 personas desfilaron en medio de un fuerte dispositivo policial para protestar contra la reforma de Macron, que tachan de “grave regresión social”.
Al final del desfile se registraron algunas escaramuzas entre participantes y policías antidisturbios, que lanzaron gases lacrimógenos para dispersar a manifestantes violentos y detuvieron a 24 personas.
Con la promesa de crear un sistema “más justo” en el que cada euro cotizado genere los mismos derechos para todos, el mandatario francés quiere unificar el sistema de jubilación del país, en el que actualmente conviven 42 regímenes diferentes.
El primer ministro galo, Edouard Philippe, insistió en mantener el contenido del proyecto anunciado en julio pasado, solo añadiendo algunos ajustes, a pesar de los 37 días de paro en el transporte público y huelgas de diversos sectores.
La propuesta consta de 64 artículos y será oficial cuando la ratifique el Consejo de Ministros, programado para el 24 de enero, para luego ser enviada a la Asamblea Nacional a fin de ser promulgada.
Tras las reuniones entre el representante del Ejecutivo y los sectores sociales en desacuerdo con esta ley, no fue corregida ninguna de las cuestiones más polémicas, por lo que se establecerá la edad de jubilación a 64 años, se eliminan los regímenes especiales de un importante número de profesiones y se aplica un sistema de cotización por puntos que agravará el nivel de vida de los futuros pensionistas.
No obstante, volverán a reunirse ambas partes, pero el primer ministro se limitará a cuestiones relativas al periodo de transición hasta la puesta en práctica de la ley y las condiciones para quienes se jubilen en dicha etapa.
Por su parte, el secretario de Estado de Pensiones, Laurent Pietraszewski, ha intentado calmar los ánimos asegurando que “nada está congelado”, y que aún está “abierto el debate”, incluso el tema de la edad de jubilación podrá enmendarse si los opositores proponen otras soluciones que garanticen el equilibrio financiero, añadió.
En este contexto, las organizaciones sociales insisten en que el proyecto sea retirado totalmente e hicieron un nuevo llamado a movilizarse los días 14, 15 y 16 de enero, además de la jornada de huelga general que ya estaba convocada para este sábado 11 de enero.
Sectores disconformes
En la víspera, cientos de miles de personas, entre ellos profesores, médicos, abogados y empleados ferroviarios, exigieron de nuevo en las calles de toda Francia que el gobierno de Emmanuel Macron retire la polémica reforma de las pensiones y jubilaciones.
Alrededor de 450.000 personas, según el ministerio del Interior y 1,7 millones, según los sindicatos, se manifestaron el jueves en toda Francia, menos que en la anterior jornada de protestas el 17 de diciembre, cuando se volcaron a las calles 615.000 personas, según cifras ministeriales.
En París, más de 50.000 personas desfilaron en medio de un fuerte dispositivo policial para protestar contra la reforma de Macron, que tachan de “grave regresión social”.
Al final del desfile se registraron algunas escaramuzas entre participantes y policías antidisturbios, que lanzaron gases lacrimógenos para dispersar a manifestantes violentos y detuvieron a 24 personas.
Con la promesa de crear un sistema “más justo” en el que cada euro cotizado genere los mismos derechos para todos, el mandatario francés quiere unificar el sistema de jubilación del país, en el que actualmente conviven 42 regímenes diferentes.