Chile: elaboran acusación constitucional contra Piñera
El presidente del Partido Comunista de Chile, Guillermo Teillier, afirmó este miércoles que esa fuerza política elabora una acusación constitucional contra el presidente Sebastián Piñera y el ministro del Interior, Andrés Chadwick. 'No estamos pensando, estamos trabajando en ello',...



El presidente del Partido Comunista de Chile, Guillermo Teillier, afirmó este miércoles que esa fuerza política elabora una acusación constitucional contra el presidente Sebastián Piñera y el ministro del Interior, Andrés Chadwick.
'No estamos pensando, estamos trabajando en ello', aseveró ayer Teillier, al hacer el anuncio en una sesión donde Chadwick informó sobre la situación en que se encuentra el país.
La acusación se fundamenta en el mal manejo que ha tenido el Ejecutivo en relación con las movilizaciones pacíficas y el uso de la fuerza desmedida por parte de policías y militares contra los manifestantes, y los incidentes y saqueos e incendios que han afectado a miles de centros comerciales.
La dirección del partido considera que con la salida de las Fuerzas Armadas a las calles comenzaron a registrarse más hechos de violencia que han desencadenado varias muertes a manos de agentes del Estado.
En ese sentido responsabiliza a Piñera y a Chadwick, el principal encargado de la seguridad pública, de la crisis en el país.
Teillier, quien es además diputado, aseguró que ya existen respaldos en otras bancadas en el Congreso.
Estamos preparando jurídicamente el escrito. Necesitamos 10 firmas y como bancada ya tenemos nueve, hoy mismo, detalló el dirigente comunista.
El aumento del precio al pasaje del Metro en un 30 por ciento generó una ola de protestas en Chile, las cuales son reprimidas por carabineros (policías) y militares y que dejó ya 18 muertos.
Durante la jornada de ayer, sindicatos y estudiantes encabezaron una huelga y marchas multitudinarias en diferentes ciudades.
En busca de apaciguar el malestar social, Piñera prometió un aumento de las pensiones, mejorar la atención en salud y mayores impuestos a quienes más ganan, pidiendo “perdón” por la falta de visión de los gobernantes en atender la desigualdad que aqueja a una de las economías más estables de Latinoamérica.
Gruesas columnas de manifestantes -profesores, trabajadores de la salud, empleados públicos, jubilados y estudiantes- marchaban agitando carteles y golpeando ollas y sartenes con estruendo. En la capital había algunos disturbios que la policía dispersaba con chorros de agua y gases lacrimógenos.
La trabajadora textil Norma Carrasco, de 68 años, caminaba de la mano junto a su marido, diez años mayor que ella. Llevaban una pancarta que decía “En Chile hay jubilaciones de hambre”: entre los dos reúnen una pensión mensual de unos 300 dólares.
“Yo trabajé desde que era niña y mi jubilación no alcanza a ser de 100.000 pesos (138 dólares). Complemento con la ayuda de mis dos hijos para pagar las cuentas y la atención de salud que tenemos es lo que podemos recibir del Estado”, dijo ella.
Los trabajadores de la estatal Codelco abandonaron el paro iniciado a primera hora que afectó parcialmente las operaciones de la mayor productora mundial de cobre. Dijeron que lograron “garantías” y se sumarán a una mesa de trabajo para abordar la crisis.
Piñera, que en los últimos días se reunió con algunos partidos políticos y representantes de instituciones del Estado, reconoció que la agenda de medidas sociales “no solucionará todos los problemas que aquejan a los chilenos, pero será un aporte necesario y significativo”.
Pero la Central Unitaria de Trabajadores (CUT) y otros gremios, convocaron masivas marchas en distintas ciudades del país para un “cacerolazo” pacífico.
“Los anuncios de Piñera son cosméticos, no terminará con las protestas sociales, porque no pone fin a los problemas estructurales que causan los abusos”, dijo el diputado comunista y presidente de la Comisión de Hacienda, Daniel Núñez.
En redes sociales se multiplicaban fotos y videos con denuncias de abuso de la fuerza por parte de agentes de seguridad, mientras el Gobierno y las militares han afirmado que se están investigando todas las acusaciones.
'No estamos pensando, estamos trabajando en ello', aseveró ayer Teillier, al hacer el anuncio en una sesión donde Chadwick informó sobre la situación en que se encuentra el país.
La acusación se fundamenta en el mal manejo que ha tenido el Ejecutivo en relación con las movilizaciones pacíficas y el uso de la fuerza desmedida por parte de policías y militares contra los manifestantes, y los incidentes y saqueos e incendios que han afectado a miles de centros comerciales.
La dirección del partido considera que con la salida de las Fuerzas Armadas a las calles comenzaron a registrarse más hechos de violencia que han desencadenado varias muertes a manos de agentes del Estado.
En ese sentido responsabiliza a Piñera y a Chadwick, el principal encargado de la seguridad pública, de la crisis en el país.
Teillier, quien es además diputado, aseguró que ya existen respaldos en otras bancadas en el Congreso.
Estamos preparando jurídicamente el escrito. Necesitamos 10 firmas y como bancada ya tenemos nueve, hoy mismo, detalló el dirigente comunista.
El aumento del precio al pasaje del Metro en un 30 por ciento generó una ola de protestas en Chile, las cuales son reprimidas por carabineros (policías) y militares y que dejó ya 18 muertos.
Durante la jornada de ayer, sindicatos y estudiantes encabezaron una huelga y marchas multitudinarias en diferentes ciudades.
En busca de apaciguar el malestar social, Piñera prometió un aumento de las pensiones, mejorar la atención en salud y mayores impuestos a quienes más ganan, pidiendo “perdón” por la falta de visión de los gobernantes en atender la desigualdad que aqueja a una de las economías más estables de Latinoamérica.
Gruesas columnas de manifestantes -profesores, trabajadores de la salud, empleados públicos, jubilados y estudiantes- marchaban agitando carteles y golpeando ollas y sartenes con estruendo. En la capital había algunos disturbios que la policía dispersaba con chorros de agua y gases lacrimógenos.
La trabajadora textil Norma Carrasco, de 68 años, caminaba de la mano junto a su marido, diez años mayor que ella. Llevaban una pancarta que decía “En Chile hay jubilaciones de hambre”: entre los dos reúnen una pensión mensual de unos 300 dólares.
“Yo trabajé desde que era niña y mi jubilación no alcanza a ser de 100.000 pesos (138 dólares). Complemento con la ayuda de mis dos hijos para pagar las cuentas y la atención de salud que tenemos es lo que podemos recibir del Estado”, dijo ella.
Los trabajadores de la estatal Codelco abandonaron el paro iniciado a primera hora que afectó parcialmente las operaciones de la mayor productora mundial de cobre. Dijeron que lograron “garantías” y se sumarán a una mesa de trabajo para abordar la crisis.
Piñera, que en los últimos días se reunió con algunos partidos políticos y representantes de instituciones del Estado, reconoció que la agenda de medidas sociales “no solucionará todos los problemas que aquejan a los chilenos, pero será un aporte necesario y significativo”.
Pero la Central Unitaria de Trabajadores (CUT) y otros gremios, convocaron masivas marchas en distintas ciudades del país para un “cacerolazo” pacífico.
“Los anuncios de Piñera son cosméticos, no terminará con las protestas sociales, porque no pone fin a los problemas estructurales que causan los abusos”, dijo el diputado comunista y presidente de la Comisión de Hacienda, Daniel Núñez.
En redes sociales se multiplicaban fotos y videos con denuncias de abuso de la fuerza por parte de agentes de seguridad, mientras el Gobierno y las militares han afirmado que se están investigando todas las acusaciones.