Brasil: aprueban tesis que puede anular condenas Lava Jato
El Supremo Tribunal Federal (STF) de Brasil aprobó ayer por siete votos a cuatro la tesis que podría anular condenas de la operación Lava Jato, entre ellas la que enfrenta el expresidente Luiz Inácio Lula da Silva. Los ministros votaron por la iniciativa de que el acusado debe conservar el...



El Supremo Tribunal Federal (STF) de Brasil aprobó ayer por siete votos a cuatro la tesis que podría anular condenas de la operación Lava Jato, entre ellas la que enfrenta el expresidente Luiz Inácio Lula da Silva.
Los ministros votaron por la iniciativa de que el acusado debe conservar el derecho de hablar después de su denunciante.
El último en votar fue el presidente del STF, Antonio Dias Toffoli, quien defendió que los plazos que corren para la defensa de los acusadores y acusados deben ser sucesivos.
En tal sentido, 'para que el delatado pueda confrontar todas las pruebas y las acusaciones de los colaboradores' con la justicia, precisó.
Para los jueces, los imputados en los casos de la Lava Jato deberían tener la última palabra antes que se decrete sentencia para poder defenderse, y no como ocurría hasta ahora, cuando no podían responder las denuncias de quienes los delataban a cambio de obtener beneficios penales.
El 26 de septiembre, seis de los 11 ministros del STP infligieron una insospechada derrota a la Lava Jato y votaron a favor de una tesis que podría conducir a la anulación de condenas dentro de la operación e influir en uno de los veredictos contra Lula.
Sin embargo, el juicio no concluyó y debió reanudarse este miércoles por orden de Dias Toffoli.
Tal discusión tuvo su impulso por una decisión adoptada en agosto por la segunda sala del STF que revocó una condena impuesta al expresidente de la estatal empresa Petrobras Aldemir Bendini, penado por corrupción.
La segunda clase del Supremo votó a favor de la abolición de la sentencia del exjuez y ministro de Justicia, Sérgio Moro, emitida el año pasado contra el exfuncionario como parte de la Lava Jato.
Moro había sentenciado a Bendine a prisión por corrupción pasiva y lavado de dinero, al recibir millonarios sobornos de Odebrecht.
Los ministros argumentaron que las defensas presentaron sus alegatos finales dentro del mismo plazo, sin distinguir entre los acusados colaboradores (los que tienen acuerdos de delación premiada) y el resto de los inculpados.
Ante esta brecha jurídica la defensa de Lula, quien cumple prisión política, presentó un habeas corpus ante el STF e invocó que el fundador del Partido de los Trabajadores sufrió las mismas limitaciones a su derecho de defensa por las que la corte superior derogó la condena impuesta a Bendini.
Los ministros votaron por la iniciativa de que el acusado debe conservar el derecho de hablar después de su denunciante.
El último en votar fue el presidente del STF, Antonio Dias Toffoli, quien defendió que los plazos que corren para la defensa de los acusadores y acusados deben ser sucesivos.
En tal sentido, 'para que el delatado pueda confrontar todas las pruebas y las acusaciones de los colaboradores' con la justicia, precisó.
Para los jueces, los imputados en los casos de la Lava Jato deberían tener la última palabra antes que se decrete sentencia para poder defenderse, y no como ocurría hasta ahora, cuando no podían responder las denuncias de quienes los delataban a cambio de obtener beneficios penales.
El 26 de septiembre, seis de los 11 ministros del STP infligieron una insospechada derrota a la Lava Jato y votaron a favor de una tesis que podría conducir a la anulación de condenas dentro de la operación e influir en uno de los veredictos contra Lula.
Sin embargo, el juicio no concluyó y debió reanudarse este miércoles por orden de Dias Toffoli.
Tal discusión tuvo su impulso por una decisión adoptada en agosto por la segunda sala del STF que revocó una condena impuesta al expresidente de la estatal empresa Petrobras Aldemir Bendini, penado por corrupción.
La segunda clase del Supremo votó a favor de la abolición de la sentencia del exjuez y ministro de Justicia, Sérgio Moro, emitida el año pasado contra el exfuncionario como parte de la Lava Jato.
Moro había sentenciado a Bendine a prisión por corrupción pasiva y lavado de dinero, al recibir millonarios sobornos de Odebrecht.
Los ministros argumentaron que las defensas presentaron sus alegatos finales dentro del mismo plazo, sin distinguir entre los acusados colaboradores (los que tienen acuerdos de delación premiada) y el resto de los inculpados.
Ante esta brecha jurídica la defensa de Lula, quien cumple prisión política, presentó un habeas corpus ante el STF e invocó que el fundador del Partido de los Trabajadores sufrió las mismas limitaciones a su derecho de defensa por las que la corte superior derogó la condena impuesta a Bendini.