Indígenas luchan por la supervivencia de sus lenguas
Cuando iba al colegio en la ciudad fronteriza Tecate, Josefina Meza pensaba que sus compañeros querían ser sus amigos porque le repetían una frase en español, aunque ella no la entendía. En los recreos, mientras hablaba con su hermano en kumiai -una lengua indígena amenazada- les decían...



Cuando iba al colegio en la ciudad fronteriza Tecate, Josefina Meza pensaba que sus compañeros querían ser sus amigos porque le repetían una frase en español, aunque ella no la entendía.
En los recreos, mientras hablaba con su hermano en kumiai -una lengua indígena amenazada- les decían “pinches indios”, uno de los insultos más fuertes y discriminatorios usados en México.
“Yo le preguntaba a mi hermano qué significará esa palabra de ‘los indios’”, recordó la activista indígena, de cabellos plateados y 72 años, en la remota comunidad Valle de las Palmas, a media hora de la frontera con Estados Unidos.
“‘Quizá dicen que quieren ser nuestros amigos’, le dije a mi hermano. Pero cuando comencé a hablar más el español y a hablar con ellos me di cuenta que era una burla”, agregó, asegurando que los mayores de su comunidad dejaron de enseñar su lengua para evitar la discriminación.
Como el kumiai, que hablan apenas 381 personas según cifras oficiales, decenas de lenguas indígenas de Latinoamérica están desapareciendo rápidamente a causa de la discriminación, el desplazamiento forzado y la tecnología.
En 2019, un año consagrado a las lenguas indígenas, la Unesco, la organización de la ONU para la educación, la ciencia y la cultura, se ha propuesto una tarea contra reloj: trabajar de la mano con los gobiernos y pueblos originarios para rescatar sus lenguas en peligro y revitalizar las amenazadas.
Se calcula que Brasil -el país con mayor cantidad de habla indígena de la región- corre el riesgo de perder un tercio de sus más de 180 lenguas. En México, el 60% de sus 68 idiomas están a punto de desaparecer.
En Argentina, Bolivia, Colombia, Chile, Ecuador, Paraguay, Perú y Centroamérica el panorama no es distinto. Si bien el aymara, guaraní y quechua gozan de buena salud, no ocurre lo mismo con otras lenguas habladas por indígenas.
El representante de la Unesco en México, Frédéric Vacheron, dijo que la extinción de idiomas es un “proceso natural” pero aseguró que cuando una lengua deja de existir “no son solamente palabras que desaparecen; es una cosmovisión, una riqueza cultural, una visión del mundo”.
En los recreos, mientras hablaba con su hermano en kumiai -una lengua indígena amenazada- les decían “pinches indios”, uno de los insultos más fuertes y discriminatorios usados en México.
“Yo le preguntaba a mi hermano qué significará esa palabra de ‘los indios’”, recordó la activista indígena, de cabellos plateados y 72 años, en la remota comunidad Valle de las Palmas, a media hora de la frontera con Estados Unidos.
“‘Quizá dicen que quieren ser nuestros amigos’, le dije a mi hermano. Pero cuando comencé a hablar más el español y a hablar con ellos me di cuenta que era una burla”, agregó, asegurando que los mayores de su comunidad dejaron de enseñar su lengua para evitar la discriminación.
Como el kumiai, que hablan apenas 381 personas según cifras oficiales, decenas de lenguas indígenas de Latinoamérica están desapareciendo rápidamente a causa de la discriminación, el desplazamiento forzado y la tecnología.
En 2019, un año consagrado a las lenguas indígenas, la Unesco, la organización de la ONU para la educación, la ciencia y la cultura, se ha propuesto una tarea contra reloj: trabajar de la mano con los gobiernos y pueblos originarios para rescatar sus lenguas en peligro y revitalizar las amenazadas.
Se calcula que Brasil -el país con mayor cantidad de habla indígena de la región- corre el riesgo de perder un tercio de sus más de 180 lenguas. En México, el 60% de sus 68 idiomas están a punto de desaparecer.
En Argentina, Bolivia, Colombia, Chile, Ecuador, Paraguay, Perú y Centroamérica el panorama no es distinto. Si bien el aymara, guaraní y quechua gozan de buena salud, no ocurre lo mismo con otras lenguas habladas por indígenas.
El representante de la Unesco en México, Frédéric Vacheron, dijo que la extinción de idiomas es un “proceso natural” pero aseguró que cuando una lengua deja de existir “no son solamente palabras que desaparecen; es una cosmovisión, una riqueza cultural, una visión del mundo”.