El Congreso peruano otorga respaldo al gobierno de Vizcarra
El Congreso peruano renovó el miércoles su confianza en el Gobierno del presidente Martín Vizcarra y su plan de reforma política, una votación que evitó una crisis que habría provocado una disolución del legislativo y la renuncia de todo el gabinete de ministros. Con 77 votos a favor y...



El Congreso peruano renovó el miércoles su confianza en el Gobierno del presidente Martín Vizcarra y su plan de reforma política, una votación que evitó una crisis que habría provocado una disolución del legislativo y la renuncia de todo el gabinete de ministros.
Con 77 votos a favor y 44 en contra, el Congreso de mayoría opositora otorgó su respaldo al gobierno de Vizcarra, que promueve una agenda de reformas para combatir la corrupción y fortalecer las instituciones.
La decisión fue celebrada inmediatamente por el primer ministro Salvador del Solar en Twitter: “! Avancemos! Por una reforma que nos ayude a recuperar la confianza. Por una política libre de corrupción, con participación ciudadana, paridad para las mujeres y partidos sólidos”.
Vizcarra había pedido al legislativo un voto de confianza con un programa que considera seis reformas constitucionales, para enfrentar la corrupción que ha sacudido el país y ha llevado en los últimos años a la detención de dos ex presidentes.
Perú ha sufrido una ola de escándalos políticos que han terminado con el ex presidente Pedro Pablo Kuczynski detenido por un caso de sobornos que involucró a la constructora brasileña Odebrecht. El ex mandatario Alan García se suicidó en abril cuando iba a ser arrestado en el marco de esa investigación.
El ex presidente Ollanta Humala está esperando en libertad restringida juicio por un escándalo de financiamiento electoral y el ex mandatario Alejandro Toledo está prófugo, buscado por lavado de dinero y recibir sobornos de Odebrecht.
La líder del mayor partido opositor Keiko Fujimori purga prisión mientras se le investiga por lavado de activos.
“Este voto implica ahora el inicio de conversaciones con el Gobierno porque los enfrentamientos afectaron a todos”, dijo el legislador Juan Sheput, un ex miembro del partido oficialista.
Dialogo en marcha
Vizcarra invocó la semana pasada un mecanismo constitucional con el que hubiese podido cerrar el Congreso si no conseguía un voto favorables, lo que supuso un desafío directo a la cámara, a la que acusa de boicotear sus iniciativas de reforma política.
Según la Constitución peruana, un presidente puede cerrar el Congreso y convocar a nuevas elecciones legislativas en el plazo de unos cuatro meses si el parlamento rechaza dos veces una “cuestión de confianza” sobre políticas de Estado.
El Congreso había negado su confianza a la gestión de Kuczynski, quien renunció el año pasado en medio de acusaciones de corrupción. Vizcarra, que era su vicepresidente, asumió el poder para completar el mandato que culminará en 2021.
Los legisladores del partido Fuerza Popular, con 53 de las 130 bancas, inclinaron la balanza y apoyaron al Gobierno, aunque algunos mostraron sus reparos al plazo que ha planteado Vizcarra para aprobar la reforma.
“En algún momento el diálogo se rompió, eso impidió que se diera el debate correspondiente y veamos esto como una nueva oportunidad para que de los dos lados pongan su mejor esfuerzo para sacar adelante estas reformas”, dijo el legislador Miguel Torres, de Fuerza Popular, un partido de derecha.
Con 77 votos a favor y 44 en contra, el Congreso de mayoría opositora otorgó su respaldo al gobierno de Vizcarra, que promueve una agenda de reformas para combatir la corrupción y fortalecer las instituciones.
La decisión fue celebrada inmediatamente por el primer ministro Salvador del Solar en Twitter: “! Avancemos! Por una reforma que nos ayude a recuperar la confianza. Por una política libre de corrupción, con participación ciudadana, paridad para las mujeres y partidos sólidos”.
Vizcarra había pedido al legislativo un voto de confianza con un programa que considera seis reformas constitucionales, para enfrentar la corrupción que ha sacudido el país y ha llevado en los últimos años a la detención de dos ex presidentes.
Perú ha sufrido una ola de escándalos políticos que han terminado con el ex presidente Pedro Pablo Kuczynski detenido por un caso de sobornos que involucró a la constructora brasileña Odebrecht. El ex mandatario Alan García se suicidó en abril cuando iba a ser arrestado en el marco de esa investigación.
El ex presidente Ollanta Humala está esperando en libertad restringida juicio por un escándalo de financiamiento electoral y el ex mandatario Alejandro Toledo está prófugo, buscado por lavado de dinero y recibir sobornos de Odebrecht.
La líder del mayor partido opositor Keiko Fujimori purga prisión mientras se le investiga por lavado de activos.
“Este voto implica ahora el inicio de conversaciones con el Gobierno porque los enfrentamientos afectaron a todos”, dijo el legislador Juan Sheput, un ex miembro del partido oficialista.
Dialogo en marcha
Vizcarra invocó la semana pasada un mecanismo constitucional con el que hubiese podido cerrar el Congreso si no conseguía un voto favorables, lo que supuso un desafío directo a la cámara, a la que acusa de boicotear sus iniciativas de reforma política.
Según la Constitución peruana, un presidente puede cerrar el Congreso y convocar a nuevas elecciones legislativas en el plazo de unos cuatro meses si el parlamento rechaza dos veces una “cuestión de confianza” sobre políticas de Estado.
El Congreso había negado su confianza a la gestión de Kuczynski, quien renunció el año pasado en medio de acusaciones de corrupción. Vizcarra, que era su vicepresidente, asumió el poder para completar el mandato que culminará en 2021.
Los legisladores del partido Fuerza Popular, con 53 de las 130 bancas, inclinaron la balanza y apoyaron al Gobierno, aunque algunos mostraron sus reparos al plazo que ha planteado Vizcarra para aprobar la reforma.
“En algún momento el diálogo se rompió, eso impidió que se diera el debate correspondiente y veamos esto como una nueva oportunidad para que de los dos lados pongan su mejor esfuerzo para sacar adelante estas reformas”, dijo el legislador Miguel Torres, de Fuerza Popular, un partido de derecha.