Siete detenidos por la cadena de atentados que ha dejado más de 200 muertos en Sri Lanka
Siete personas han sido detenidas en relación a la serie de ocho ataques terroristas que han dejado al menos 207 muertos , entre ellos 27 extranjeros, y unos 450 heridos en Sri Lanka durante la celebración del Domingo de Resurrección. Por el momento, ningún grupo ha reclamado la...



Siete personas han sido detenidas en relación a la serie de ocho ataques terroristas que han dejado al menos 207 muertos , entre ellos 27 extranjeros, y unos 450 heridos en Sri Lanka durante la celebración del Domingo de Resurrección. Por el momento, ningún grupo ha reclamado la autoría de la masacre ni las autoridades han apuntado a ningún sospechoso.
Los objetivos fueron cuatro hoteles de lujo, un complejo residencial y tres iglesias, donde numerosos fieles celebraban la Pascua, una de las grandes festividades cristianas. Los ataques han supuesto la mayor tragedia desde el fin de la guerra civil en el país, hace una década. Según las autoridades, algunos de los ataques fueron perpetrados por terroristas suicidas.
Siete personas fueron arrestadas y tres policías fueron asesinados durante una redada de las fuerzas de seguridad en una casa en Colombo varias horas después de los ataques. El gobierno ha declarado el toque de queda en la capital ante el temor a nuevos ataques y ha bloqueado el acceso a las redes sociales y a las aplicaciones de mensajería, incluidos Facebook y WhatsApp.
Entre los fallecidos se cuentan dos ciudadanos turcos, un holandés y varios británicos. En el país residen 92 españoles, con los que Exteriores está contactando para asegurarse que están a salvo.
El gobierno ha declarado el toque de queda en la capital ante el temor a nuevos ataques y ha bloqueado el acceso a las redes sociales y a las aplicaciones de mensajería
Las seis primeras explosiones ocurrieron de forma coordinada hacia las 8.45 horas locales en tres hoteles de lujo en Colombo –el Cinnamon Grand, el Kingsbury y el Shangri-La, todos de categoría cinco estrellas–; en una iglesia de la capital; otra en un templo de Katana, en el oeste del país; y un tercero en Batticaloa, en el este de la isla, explicó el portavoz de la Policía de Sri Lanka, Ruwan Gunasekara.
La séptima detonación, en la que hubo dos fallecidos, se registró horas más tarde en un pequeño hotel situado a unos 100 metros del zoo de Dehiwala, un suburbio ubicado a una decena de kilómetros al sur del centro de Colombo. A primera hora de la tarde se produjo la octava explosión en un complejo residencial en Dematagoda, en Colombo.
[caption id="attachment_272597" align="aligncenter" width="656"] Una mujer familiar de una de las víctimas llora en las inmediaciones de la morgue en Colombo (Dinuka Liyanawatte / Reuters)[/caption]
Los católicos de Sri Lanka, como los del resto del mundo, asistían a la misa de Pascua el domingo, una de las fechas más destacados del año religioso cristiano. Tras los atentados, todas las celebraciones de Pascua han sido canceladas.
“Escenas horribles. He visto miembros amputados esparcidos por todos lados. Equipos de emergencia están desplegados en su totalidad en todos los puntos. (...) Hemos llevado muchas víctimas al hospital, esperamos haber salvado muchas vidas”, aseguró en Twitter el ministro de Sri Lanka para las Reformas Económicas y la Distribución Pública, Harsha de Silva, tras visitar varios de los lugares atacados.
Tomado de La Vnaguardia
Los objetivos fueron cuatro hoteles de lujo, un complejo residencial y tres iglesias, donde numerosos fieles celebraban la Pascua, una de las grandes festividades cristianas. Los ataques han supuesto la mayor tragedia desde el fin de la guerra civil en el país, hace una década. Según las autoridades, algunos de los ataques fueron perpetrados por terroristas suicidas.
Siete personas fueron arrestadas y tres policías fueron asesinados durante una redada de las fuerzas de seguridad en una casa en Colombo varias horas después de los ataques. El gobierno ha declarado el toque de queda en la capital ante el temor a nuevos ataques y ha bloqueado el acceso a las redes sociales y a las aplicaciones de mensajería, incluidos Facebook y WhatsApp.
Entre los fallecidos se cuentan dos ciudadanos turcos, un holandés y varios británicos. En el país residen 92 españoles, con los que Exteriores está contactando para asegurarse que están a salvo.
El gobierno ha declarado el toque de queda en la capital ante el temor a nuevos ataques y ha bloqueado el acceso a las redes sociales y a las aplicaciones de mensajería
Las seis primeras explosiones ocurrieron de forma coordinada hacia las 8.45 horas locales en tres hoteles de lujo en Colombo –el Cinnamon Grand, el Kingsbury y el Shangri-La, todos de categoría cinco estrellas–; en una iglesia de la capital; otra en un templo de Katana, en el oeste del país; y un tercero en Batticaloa, en el este de la isla, explicó el portavoz de la Policía de Sri Lanka, Ruwan Gunasekara.
La séptima detonación, en la que hubo dos fallecidos, se registró horas más tarde en un pequeño hotel situado a unos 100 metros del zoo de Dehiwala, un suburbio ubicado a una decena de kilómetros al sur del centro de Colombo. A primera hora de la tarde se produjo la octava explosión en un complejo residencial en Dematagoda, en Colombo.
[caption id="attachment_272597" align="aligncenter" width="656"] Una mujer familiar de una de las víctimas llora en las inmediaciones de la morgue en Colombo (Dinuka Liyanawatte / Reuters)[/caption]
Los católicos de Sri Lanka, como los del resto del mundo, asistían a la misa de Pascua el domingo, una de las fechas más destacados del año religioso cristiano. Tras los atentados, todas las celebraciones de Pascua han sido canceladas.
“Escenas horribles. He visto miembros amputados esparcidos por todos lados. Equipos de emergencia están desplegados en su totalidad en todos los puntos. (...) Hemos llevado muchas víctimas al hospital, esperamos haber salvado muchas vidas”, aseguró en Twitter el ministro de Sri Lanka para las Reformas Económicas y la Distribución Pública, Harsha de Silva, tras visitar varios de los lugares atacados.
Tomado de La Vnaguardia