Afganistán: ataques talibanes dejan al menos 14 muertos
Al menos 14 personas murieron y otras 12 resultaron heridas en dos ataques de los talibanes a puestos militares en las provincias de Kunduz y Faryab, en el norte de Afganistán, informaron fuentes oficiales. La ofensiva en Faryab coincidió con la visita del presidente afgano, Ashraf Ghani,...



Al menos 14 personas murieron y otras 12 resultaron heridas en dos ataques de los talibanes a puestos militares en las provincias de Kunduz y Faryab, en el norte de Afganistán, informaron fuentes oficiales.
La ofensiva en Faryab coincidió con la visita del presidente afgano, Ashraf Ghani, quien llegó a ese territorio para visitar a las víctimas de las recientes inundaciones y para inaugurar varias obras de infraestructura.
Según precisó el funcionario local Mohamed Nadir Saidi, al menos seis efectivos del ejército perdieron la vida y otros tantos sufrieron lesiones tras la arremetida de los rebeldes contra un puesto de control en las afueras de Maimanah, capital provincial.
Los talibanes controlan al menos el 80 por ciento de esa convulsa zona donde se han producido algunos de los más fuertes enfrentamientos de los últimos años.
Mientras, en Kunduz los insurgentes embistieron contra una posta en el distrito de Chahar Dara y provocaron la muerte de al menos ocho policías y doce heridos, informó el consejero provincial Amruddin Wali.
De acuerdo con Wali, citado por la cadena Tolonews, los rebeldes intentaron -de manera fallida- de tomar el distrito pero se retirado tras los intensos combates con las fuerzas afganas.
Estos enfrentamientos ocurren al tiempo que representantes de las partes en conflicto en Afganistán intentan llegar a un acuerdo sobre la forma de poner fin a una guerra que extiende por 17 años.
Representantes de Estados Unidos y de los talibanes se han reunido al menos cinco veces desde el último verano para tratar de encontrar una solución política a un conflicto que va camino de las dos décadas.
Sin embargo, el grupo insurgente mantienen su negativa de negociar o incluir en la mesa de diálogos al gobierno del presidente Ghani, condición que desde Kabul señalan como imprescindible para lograr cualquier pacto.
De hecho los talibanes rechazaron la invitación del gobierno afgano para participar en la Loya Jirga, una tradicional asamblea donde se definirán qué 'valores' no se deben comprometer y cuáles se discutirán en el proceso de paz.
En el pasado, todos los intentos por restaurar la calma en Afganistán fracasaron y el país vive prácticamente en guerra desde que en 2001 Estados Unidos y sus aliados de la Otan emprendieron allí una supuesta cruzada contra el terrorismo.
La ofensiva en Faryab coincidió con la visita del presidente afgano, Ashraf Ghani, quien llegó a ese territorio para visitar a las víctimas de las recientes inundaciones y para inaugurar varias obras de infraestructura.
Según precisó el funcionario local Mohamed Nadir Saidi, al menos seis efectivos del ejército perdieron la vida y otros tantos sufrieron lesiones tras la arremetida de los rebeldes contra un puesto de control en las afueras de Maimanah, capital provincial.
Los talibanes controlan al menos el 80 por ciento de esa convulsa zona donde se han producido algunos de los más fuertes enfrentamientos de los últimos años.
Mientras, en Kunduz los insurgentes embistieron contra una posta en el distrito de Chahar Dara y provocaron la muerte de al menos ocho policías y doce heridos, informó el consejero provincial Amruddin Wali.
De acuerdo con Wali, citado por la cadena Tolonews, los rebeldes intentaron -de manera fallida- de tomar el distrito pero se retirado tras los intensos combates con las fuerzas afganas.
Estos enfrentamientos ocurren al tiempo que representantes de las partes en conflicto en Afganistán intentan llegar a un acuerdo sobre la forma de poner fin a una guerra que extiende por 17 años.
Representantes de Estados Unidos y de los talibanes se han reunido al menos cinco veces desde el último verano para tratar de encontrar una solución política a un conflicto que va camino de las dos décadas.
Sin embargo, el grupo insurgente mantienen su negativa de negociar o incluir en la mesa de diálogos al gobierno del presidente Ghani, condición que desde Kabul señalan como imprescindible para lograr cualquier pacto.
De hecho los talibanes rechazaron la invitación del gobierno afgano para participar en la Loya Jirga, una tradicional asamblea donde se definirán qué 'valores' no se deben comprometer y cuáles se discutirán en el proceso de paz.
En el pasado, todos los intentos por restaurar la calma en Afganistán fracasaron y el país vive prácticamente en guerra desde que en 2001 Estados Unidos y sus aliados de la Otan emprendieron allí una supuesta cruzada contra el terrorismo.