Registran récords pluviales en 14 ciudades del Chaco
Desde hace un mes toda la región sojera y ganadera de la provincia del Chaco no ha visto el sol y sólo escuchó el sonido de la lluvia que no hacía pausa ni daba tregua a las extensas pampas y miles de hectáreas productoras de la Argentina. Norte de Santiago del Estero, norte de Santa Fe,...



Desde hace un mes toda la región sojera y ganadera de la provincia del Chaco no ha visto el sol y sólo escuchó el sonido de la lluvia que no hacía pausa ni daba tregua a las extensas pampas y miles de hectáreas productoras de la Argentina.
Norte de Santiago del Estero, norte de Santa Fe, Chaco y toda la parte ganadera de Corrientes fueron un espejo de las consecuencias del cambio climático y sus alteraciones con inundaciones nunca antes vividas en esa magnitud de espacio y tiempo.
Son 14 ciudades que batieron records históricos en lluvia, algunas con precipitaciones que no se presentaban desde hace cuarenta años, otras con registros nunca habidos. De acuerdo a un análisis del responsable de Sistema de Alerta Chaco Proadapt, Luis María de la Cruz, solo en 16 días llovió en algunos casos, casi 50% del promedio de todo un año.
“Los modelos matemáticos que se desarrollaron en los últimos años muestran que entre el 2015 y el 2030 a 40 aproximadamente, vamos a tener un incremento de precipitaciones muy importante y con este tipo de desastres. A ello se suma el estado de los suelos, quedan absolutamente compactados y pasibles de transformarse en áreas desiertas que van a tener que implementarse métodos físicos y químicos para recuperarlos”, señala de la Cruz.
Si bien el cambio climático es un fenómeno global, hay factores locales que acentúan sus efectos y los agravan como la deforestación extensiva, entonces ¿Nosotros estamos generando nuestras propias catástrofes? De acuerdo a lo que menciona el experto, el cambio climático genera estas lluvias excepcionales y el ser humano estaría haciendo que estas lluvias excepcionales se transformen en catástrofes por el modelo productivo intensivo.
La región del Gran Chaco debe mirar esta realidad que enfrenta la Argentina y evitar desastres similares, teniendo en cuenta que esta región (Gran Chaco) es catalogada una de las más vulnerables por su capacidad de resiliencia (lenta) a los efectos del cambio climático comparada a otras regiones y está en la mira y foco a ser deforestada para ampliar su frontera agrícola.
“Lo que tenemos acá es un impacto directo sobre el monocultivo, en un sentido es causa y consecuencia. Causa de desastre desde el momento que hace años se viene desmontando toda esa región transformado bosques en campo de cultivo; y consecuencia, al ser campo de cultivo intensivo, no tiene forma de frenar el volumen de agua que está cayendo. Por un lado está generando una alta convectividad en la región”, dice de la Cruz con relación a los que está viviendo la Argentina.
Agrega: “El calor provoca evaporación y mayor cantidad de nubes, luego sale el sol y nuevamente en la misma región se produce un centro de convectividad gigantesco que vuelve a provocar lluvias”.
Un ejemplo de ello son las inundaciones donde antes tenían bosque y ahora no. La zona de Charata que tuvo en el pasado precipitaciones extremas superiores a las actuales, no se inundó de la misma manera como se inundó ahora. Para Luis María de la Cruz esto se debe a que los suelos sin bosque y con cultivos no absorben el agua como lo hacían antes, con presencia de pastizales naturales o bosques, son factores que tienen que ver con la deforestación.
De acuerdo a las mediciones que de manera mensual genera Guyrá Paraguay, en la región del Gran Chaco se deforestan unas 750 Hectáreas por día, o sea, en los 2 minutos que tardará en leer este artículo se habrá deforestado una hectárea y media; y es que cuanto más bosque sacamos menos capacidad de absorción tienen los suelos, más inundaciones tenemos y más agua hay en superficie que no es absorbida por la tierra provocando mayor evaporación y mayor riesgo de grandes tormentas.
Hoy en el norte argentino se contabilizan en miles los evacuados como las hectáreas afectadas por las inundaciones.
Norte de Santiago del Estero, norte de Santa Fe, Chaco y toda la parte ganadera de Corrientes fueron un espejo de las consecuencias del cambio climático y sus alteraciones con inundaciones nunca antes vividas en esa magnitud de espacio y tiempo.
Son 14 ciudades que batieron records históricos en lluvia, algunas con precipitaciones que no se presentaban desde hace cuarenta años, otras con registros nunca habidos. De acuerdo a un análisis del responsable de Sistema de Alerta Chaco Proadapt, Luis María de la Cruz, solo en 16 días llovió en algunos casos, casi 50% del promedio de todo un año.
“Los modelos matemáticos que se desarrollaron en los últimos años muestran que entre el 2015 y el 2030 a 40 aproximadamente, vamos a tener un incremento de precipitaciones muy importante y con este tipo de desastres. A ello se suma el estado de los suelos, quedan absolutamente compactados y pasibles de transformarse en áreas desiertas que van a tener que implementarse métodos físicos y químicos para recuperarlos”, señala de la Cruz.
Si bien el cambio climático es un fenómeno global, hay factores locales que acentúan sus efectos y los agravan como la deforestación extensiva, entonces ¿Nosotros estamos generando nuestras propias catástrofes? De acuerdo a lo que menciona el experto, el cambio climático genera estas lluvias excepcionales y el ser humano estaría haciendo que estas lluvias excepcionales se transformen en catástrofes por el modelo productivo intensivo.
La región del Gran Chaco debe mirar esta realidad que enfrenta la Argentina y evitar desastres similares, teniendo en cuenta que esta región (Gran Chaco) es catalogada una de las más vulnerables por su capacidad de resiliencia (lenta) a los efectos del cambio climático comparada a otras regiones y está en la mira y foco a ser deforestada para ampliar su frontera agrícola.
“Lo que tenemos acá es un impacto directo sobre el monocultivo, en un sentido es causa y consecuencia. Causa de desastre desde el momento que hace años se viene desmontando toda esa región transformado bosques en campo de cultivo; y consecuencia, al ser campo de cultivo intensivo, no tiene forma de frenar el volumen de agua que está cayendo. Por un lado está generando una alta convectividad en la región”, dice de la Cruz con relación a los que está viviendo la Argentina.
Agrega: “El calor provoca evaporación y mayor cantidad de nubes, luego sale el sol y nuevamente en la misma región se produce un centro de convectividad gigantesco que vuelve a provocar lluvias”.
Un ejemplo de ello son las inundaciones donde antes tenían bosque y ahora no. La zona de Charata que tuvo en el pasado precipitaciones extremas superiores a las actuales, no se inundó de la misma manera como se inundó ahora. Para Luis María de la Cruz esto se debe a que los suelos sin bosque y con cultivos no absorben el agua como lo hacían antes, con presencia de pastizales naturales o bosques, son factores que tienen que ver con la deforestación.
De acuerdo a las mediciones que de manera mensual genera Guyrá Paraguay, en la región del Gran Chaco se deforestan unas 750 Hectáreas por día, o sea, en los 2 minutos que tardará en leer este artículo se habrá deforestado una hectárea y media; y es que cuanto más bosque sacamos menos capacidad de absorción tienen los suelos, más inundaciones tenemos y más agua hay en superficie que no es absorbida por la tierra provocando mayor evaporación y mayor riesgo de grandes tormentas.
Hoy en el norte argentino se contabilizan en miles los evacuados como las hectáreas afectadas por las inundaciones.