Alemania y Francia firman un tratado para abrir una nueva página en la cooperación bilateral
La canciller alemana Angela Merkel y el presidente francés Emmanuel Macron han firmado este martes un nuevo acuerdo sobre la cooperación, diseñado para dar un nuevo impulso a las relaciones bilaterales y de la Unión Europea. El nuevo documento suscrito en la ciudad alemana de...
La canciller alemana Angela Merkel y el presidente francés Emmanuel Macron han firmado este martes un nuevo acuerdo sobre la cooperación, diseñado para dar un nuevo impulso a las relaciones bilaterales y de la Unión Europea.
El nuevo documento suscrito en la ciudad alemana de Aquisgrán complementa el Tratado del Elíseo, firmado por el entonces presidente francés Charles de Gaulle y el canciller alemán Konrad Adenauer en 1963 y que colocó las bases de la amistad entre los países.
El tratado "de cooperación e integración franco-alemana", conocido como el Tratado de Aquisgrán, incluye importantes suplementos, necesarios, según París y Berlín, ante los retos globales del siglo XXI. El acuerdo regula la cooperación entre los dos países en la política exterior, la defensa y seguridad y la economía.
Las naciones vecinas se han puesto de acuerdo en promocionar de manera más activa los intereses franco-alemanes en la ONU, reforzar la competitividad de los países y la interacción entre las respectivas sociedades civiles.
Objetivos principales
Berlín y París planean acordar de manera más estrecha sus posturas en Bruselas y realizar consultas en varios niveles antes de las grandes reuniones de la UE.
Un punto importante es la creación de un espacio conjunto económico y la eliminación de trabas burocráticas en las relaciones bilaterales. Se supone la formación de un consejo de expertos económicos que incluirá a 10 especialistas independientes.
Los dos países buscan profundizar su cooperación en la sanidad pública y eliminar los obstáculos legales y administrativos en las zonas fronterizas. Por ejemplo, las ambulancias alemanas podrán transportar a un paciente a una clínica francesa sin inconvenientes. Se intenta establecer una comisión conjunta para la cooperación en las zonas fronterizas.
Al mismo tiempo, Berlín y París han llegado a un consenso sobre la elaboración de normas conjuntas en la exportación de armas, un avance significativo considerando que Alemania anunció el año pasado el cese de suministros militares a Arabia Saudita, mientras que Francia no siguió su ejemplo.
Uno de los puntos clave en el tratado es la búsqueda de la membresía permanente del Consejo de Seguridad de la ONU para Alemania, que se califica en el documento como una "prioridad diplomática".
Otra novedad es la formación de un fondo conjunto para financiar iniciativas civiles y proyectos de asociación entre ciudades de ambos países.
Además, Berlín y París aspiran a hacer avances en el reconocimiento recíproco de certificados de enseñanza escolar y planean aumentar la cantidad de escuelas y colegios bilingües.
Asimismo, se considera impulsar la creación de zonas conjuntas industriales y científicas en las regiones fronterizas.
Ideas no acordadas
Al mismo tiempo, el tratado no refleja muchas de las ideas de Macron sobre los asuntos financieros y económicos. El presidente francés ha abogado desde hace mucho por la formación de un presupuesto común y el establecimiento del cargo de ministro de Finanzas para la eurozona. Berlín no ha reaccionado a esas propuestas.
Alemania y Francia han acordado una colaboración más estrecha en defensa y seguridad, pero es el ámbito donde siguen existiendo diferencias. París insta a la creación de las Fuerzas Armadas europeas, pero esta iniciativa no ha sido fijada en el acuerdo. El documento solo confirma la disposición mutua a responder a agresiones militares de una tercera parte, que es un análogo del artículo 5 del Tratado del Atlántico Norte y del artículo 42 del Tratado de la Unión Europea.
Tomado de RT
El nuevo documento suscrito en la ciudad alemana de Aquisgrán complementa el Tratado del Elíseo, firmado por el entonces presidente francés Charles de Gaulle y el canciller alemán Konrad Adenauer en 1963 y que colocó las bases de la amistad entre los países.
El tratado "de cooperación e integración franco-alemana", conocido como el Tratado de Aquisgrán, incluye importantes suplementos, necesarios, según París y Berlín, ante los retos globales del siglo XXI. El acuerdo regula la cooperación entre los dos países en la política exterior, la defensa y seguridad y la economía.
Las naciones vecinas se han puesto de acuerdo en promocionar de manera más activa los intereses franco-alemanes en la ONU, reforzar la competitividad de los países y la interacción entre las respectivas sociedades civiles.
Objetivos principales
Berlín y París planean acordar de manera más estrecha sus posturas en Bruselas y realizar consultas en varios niveles antes de las grandes reuniones de la UE.
Un punto importante es la creación de un espacio conjunto económico y la eliminación de trabas burocráticas en las relaciones bilaterales. Se supone la formación de un consejo de expertos económicos que incluirá a 10 especialistas independientes.
Los dos países buscan profundizar su cooperación en la sanidad pública y eliminar los obstáculos legales y administrativos en las zonas fronterizas. Por ejemplo, las ambulancias alemanas podrán transportar a un paciente a una clínica francesa sin inconvenientes. Se intenta establecer una comisión conjunta para la cooperación en las zonas fronterizas.
Al mismo tiempo, Berlín y París han llegado a un consenso sobre la elaboración de normas conjuntas en la exportación de armas, un avance significativo considerando que Alemania anunció el año pasado el cese de suministros militares a Arabia Saudita, mientras que Francia no siguió su ejemplo.
Uno de los puntos clave en el tratado es la búsqueda de la membresía permanente del Consejo de Seguridad de la ONU para Alemania, que se califica en el documento como una "prioridad diplomática".
Otra novedad es la formación de un fondo conjunto para financiar iniciativas civiles y proyectos de asociación entre ciudades de ambos países.
Además, Berlín y París aspiran a hacer avances en el reconocimiento recíproco de certificados de enseñanza escolar y planean aumentar la cantidad de escuelas y colegios bilingües.
Asimismo, se considera impulsar la creación de zonas conjuntas industriales y científicas en las regiones fronterizas.
Ideas no acordadas
Al mismo tiempo, el tratado no refleja muchas de las ideas de Macron sobre los asuntos financieros y económicos. El presidente francés ha abogado desde hace mucho por la formación de un presupuesto común y el establecimiento del cargo de ministro de Finanzas para la eurozona. Berlín no ha reaccionado a esas propuestas.
Alemania y Francia han acordado una colaboración más estrecha en defensa y seguridad, pero es el ámbito donde siguen existiendo diferencias. París insta a la creación de las Fuerzas Armadas europeas, pero esta iniciativa no ha sido fijada en el acuerdo. El documento solo confirma la disposición mutua a responder a agresiones militares de una tercera parte, que es un análogo del artículo 5 del Tratado del Atlántico Norte y del artículo 42 del Tratado de la Unión Europea.
Tomado de RT