Chile rechaza el pacto de la ONU sobre migración
El Gobierno de Chile no firmará el Pacto Mundial para la Migración impulsado por la Organización de Naciones Unidas (ONU), el cual se prevé que sea rubricado mañana lunes por más de 180 países. De esa forma, las autoridades chilenas se sumaron ayer a una corta lista de 10 naciones que...



El Gobierno de Chile no firmará el Pacto Mundial para la Migración impulsado por la Organización de Naciones Unidas (ONU), el cual se prevé que sea rubricado mañana lunes por más de 180 países.
De esa forma, las autoridades chilenas se sumaron ayer a una corta lista de 10 naciones que decidieron no apoyar ese acuerdo no vinculante que se pondrá en marcha en una cumbre de dos días que comienza este lunes en la ciudad de Marrakech, Marruecos.
Esa relación está encabezada por Estados Unidos y la integran además Austria, Hungría, Polonia, Estonia, Bulgaria, República Checa, Israel, Australia y República Dominicana.
El gobierno chileno alegó en un documento de la subsecretaría de Interior, hecho público ayer domingo, que el pacto de la ONU no establece claramente diferencias entre migración regular e irregular.
Al explicar la decisión gubernamental, el subsecretario del Interior, Rodrigo Ubilla, dijo que el gobierno de Sebastián Piñera cree ‘firmemente’ en los derechos humanos de los migrantes pero no que migrar sea un derecho humano, y puntualizó que los países tienen la potestad de definir las condiciones de ingreso de los extranjeros a su territorio.
La ONU ha advertido que el pacto no es vinculante, que respeta la soberanía de los Estados para gestionar sus fronteras, y que solo persigue velar por la defensa de los derechos humanos de las personas que migran y ayudar a los países a resolver de la mejor manera las crisis migratorias cada vez más frecuentes en el planeta.
La decisión de las autoridades chilenas despertó de inmediato numerosas expresiones de rechazo, y al respecto el exdiputado y expresidente de la Comisión de Relaciones Exteriores del Senado, Jorge Tarud, dijo que el presidente Sebastián Piñera se dejó presionar por la ultraderecha del país y con ello le ha hecho daño a la imagen internacional del país.
El presidente de la Comisión de Relaciones Exteriores, Ricardo Lagos Weber, anunció que citó para el próximo martes al canciller Roberto Ampuero para que explique ante esa instancia la decisión del gobierno.
Lagos Weber dijo entender que la política exterior es dirigida por el presidente de la República, pero que por lo menos debió exponer sus posiciones en la Comisión de Relaciones Exteriores de ambas cámaras.
En tanto, la diputada comunista Carmen Hertz, miembro de la Comisión de Relaciones Exteriores, acusó al Gobierno de llevar adelante una política de criminalización hacia los migrantes.
Por su parte, la Coordinadora de Migrantes llamó al ejecutivo de Sebastián Piñera a terminar con la política antiinmigrante y reconocer el aporte de los extranjeros al país y que la decisión de no suscribir el pacto de la ONU solo afecta la imagen de Chile ante el mundo.
Mientras, la expresidenta Michelle Bachelet, Alta Comisionada para los Derechos Humanos de la ONU, lamentó la actitud de las naciones que no firmarán el pacto y puntualizó que algunos líderes ‘en lugar de dirigir y dar ejemplo, prefieren atender a la encuestas para ver si la gente teme a la inmigración’.
De esa forma, las autoridades chilenas se sumaron ayer a una corta lista de 10 naciones que decidieron no apoyar ese acuerdo no vinculante que se pondrá en marcha en una cumbre de dos días que comienza este lunes en la ciudad de Marrakech, Marruecos.
Esa relación está encabezada por Estados Unidos y la integran además Austria, Hungría, Polonia, Estonia, Bulgaria, República Checa, Israel, Australia y República Dominicana.
El gobierno chileno alegó en un documento de la subsecretaría de Interior, hecho público ayer domingo, que el pacto de la ONU no establece claramente diferencias entre migración regular e irregular.
Al explicar la decisión gubernamental, el subsecretario del Interior, Rodrigo Ubilla, dijo que el gobierno de Sebastián Piñera cree ‘firmemente’ en los derechos humanos de los migrantes pero no que migrar sea un derecho humano, y puntualizó que los países tienen la potestad de definir las condiciones de ingreso de los extranjeros a su territorio.
La ONU ha advertido que el pacto no es vinculante, que respeta la soberanía de los Estados para gestionar sus fronteras, y que solo persigue velar por la defensa de los derechos humanos de las personas que migran y ayudar a los países a resolver de la mejor manera las crisis migratorias cada vez más frecuentes en el planeta.
La decisión de las autoridades chilenas despertó de inmediato numerosas expresiones de rechazo, y al respecto el exdiputado y expresidente de la Comisión de Relaciones Exteriores del Senado, Jorge Tarud, dijo que el presidente Sebastián Piñera se dejó presionar por la ultraderecha del país y con ello le ha hecho daño a la imagen internacional del país.
El presidente de la Comisión de Relaciones Exteriores, Ricardo Lagos Weber, anunció que citó para el próximo martes al canciller Roberto Ampuero para que explique ante esa instancia la decisión del gobierno.
Lagos Weber dijo entender que la política exterior es dirigida por el presidente de la República, pero que por lo menos debió exponer sus posiciones en la Comisión de Relaciones Exteriores de ambas cámaras.
En tanto, la diputada comunista Carmen Hertz, miembro de la Comisión de Relaciones Exteriores, acusó al Gobierno de llevar adelante una política de criminalización hacia los migrantes.
Por su parte, la Coordinadora de Migrantes llamó al ejecutivo de Sebastián Piñera a terminar con la política antiinmigrante y reconocer el aporte de los extranjeros al país y que la decisión de no suscribir el pacto de la ONU solo afecta la imagen de Chile ante el mundo.
Mientras, la expresidenta Michelle Bachelet, Alta Comisionada para los Derechos Humanos de la ONU, lamentó la actitud de las naciones que no firmarán el pacto y puntualizó que algunos líderes ‘en lugar de dirigir y dar ejemplo, prefieren atender a la encuestas para ver si la gente teme a la inmigración’.