Hallan escondites de terroristas en Altos del Golán
Patrullas de reconocimiento conjuntas de Naciones Unidas y la Policía Militar rusa hallaron ayer escondites de terroristas en un puesto de los cascos azules en la zona de los Altos del Golán, ilegalmente ocupados por Israel desde 1967. Los informes publicados en la ciudad de Damasco señalan...



Patrullas de reconocimiento conjuntas de Naciones Unidas y la Policía Militar rusa hallaron ayer escondites de terroristas en un puesto de los cascos azules en la zona de los Altos del Golán, ilegalmente ocupados por Israel desde 1967.
Los informes publicados en la ciudad de Damasco señalan que en el sitio los extremistas fabricaban artefactos explosivos y tenían un almacén de medicamentos con productos originarios elaborados en países occidentales.
Dicho punto, que controlaba las Naciones Unidas, fue uno de los ocho que abandonaron a partir del 2012 cuando elementos de la Junta para la Salvación del Levante, otrora Al Nusra, secuestraron a 45 cascos azules, luego entregados vivos tras arduas negociaciones entre las partes.
A partir de ese momento, la línea de demarcación fijada en 1973 y de unos 60 kilómetros de longitud, permaneció en ‘tierra de nadie’ y sirvió de punto de partida para el trasiego de grupos terroristas del antes Al Nusra e incluso del Estado Islámico, Daesh en árabe.
Las misiones de patrullaje de la Policía Militar de Rusia y los cascos azules de Naciones Unidas en esa zona de los Altos del Golán son posibles ahora gracias a la reapertura del paso fronterizo de Al Quneitra, a mediados de octubre pasado.
Los Altos del Golán, con mil 800 kilómetros cuadrados, pertenecen administrativamente a la provincia de Quneitra, liberada totalmente de terroristas por el Ejército sirio en los primeros meses del 2018.
Actualmente, y a pesar de múltiples resoluciones de la Organización de Naciones Unidas (ONU), el régimen sionista mantiene ocupados cerca mil 200 kilómetros de esa área, donde habitan más de 22 mil árabe-sirios y unos 19 mil colonos judíos.
Los informes publicados en la ciudad de Damasco señalan que en el sitio los extremistas fabricaban artefactos explosivos y tenían un almacén de medicamentos con productos originarios elaborados en países occidentales.
Dicho punto, que controlaba las Naciones Unidas, fue uno de los ocho que abandonaron a partir del 2012 cuando elementos de la Junta para la Salvación del Levante, otrora Al Nusra, secuestraron a 45 cascos azules, luego entregados vivos tras arduas negociaciones entre las partes.
A partir de ese momento, la línea de demarcación fijada en 1973 y de unos 60 kilómetros de longitud, permaneció en ‘tierra de nadie’ y sirvió de punto de partida para el trasiego de grupos terroristas del antes Al Nusra e incluso del Estado Islámico, Daesh en árabe.
Las misiones de patrullaje de la Policía Militar de Rusia y los cascos azules de Naciones Unidas en esa zona de los Altos del Golán son posibles ahora gracias a la reapertura del paso fronterizo de Al Quneitra, a mediados de octubre pasado.
Los Altos del Golán, con mil 800 kilómetros cuadrados, pertenecen administrativamente a la provincia de Quneitra, liberada totalmente de terroristas por el Ejército sirio en los primeros meses del 2018.
Actualmente, y a pesar de múltiples resoluciones de la Organización de Naciones Unidas (ONU), el régimen sionista mantiene ocupados cerca mil 200 kilómetros de esa área, donde habitan más de 22 mil árabe-sirios y unos 19 mil colonos judíos.