Gobiernos podrían recuperar confianza digitalizándose
“Si las innovaciones tecnológicas son el motor de la llamada nueva economía, los datos son la nueva gasolina de la digitalización”, afirma Carlos Santiso, Jefe de la División de Innovación para servir al Ciudadano del Banco Interamericano de Desarrollo (BID). Sin embargo, los gobiernos...



“Si las innovaciones tecnológicas son el motor de la llamada nueva economía, los datos son la nueva gasolina de la digitalización”, afirma Carlos Santiso, Jefe de la División de Innovación para servir al Ciudadano del Banco Interamericano de Desarrollo (BID). Sin embargo, los gobiernos latinoamericanos siguen estando, en su mayoría, muy poco digitalizados.
Según apunta el mismo experto, los datos están “revolucionando” el mundo. Pero el recientemente publicado informe sobre Gobiernos Electrónicos de las Naciones Unidas, advierte que de los 19 países de América Latina y el Caribe, tan sólo 5 están entre los 50 más digitalizados del mundo.
El más avanzado de ellos es Uruguay, que desde este año pertenece al selecto club del Digital 7, un grupo que reúne a los gobiernos más avanzados en materia digital, “con el objetivo compartido de aprovechar la tecnología digital y las nuevas formas de trabajo para mejorar las vidas de los ciudadanos”, según el portal de grupo.
Digital 7
Originalmente el grupo era llamado Digital 5, ya que estaba compuesto por sus cinco miembros fundadores: Estonia, Israel, Nueva Zelanda, Corea del Sur y el Reino Unido. En febrero de 2018 se unieron Canadá y Uruguay, convirtiéndose en Digital 7 (D7).
De acuerdo con la información oficial del grupo, los países del D7 “tienen un recorrido en liderazgo de gobierno digital, incluyendo el diseño de servicios alrededor de las necesidades de los usuarios y comparten las soluciones de fuente abierta con otros países”.
En este sentido, el D7 “comparte prácticas digitales de clase mundial, identifica mejoras a los servicios digitales, colabora para resolver problemas comunes, y apoya e impulsa las crecientes economías digitales del grupo”.
El caso uruguayo
El informe de las Naciones Unidas detalla que el gobierno uruguayo se comprometió a la digitalización de todos los servicios públicos hasta el año 2020 como una meta presidencial. “Siguiendo una arquitectura empresarial que ganó premios internacionales, servicios como formularios, notificaciones y pagos electrónicos se están digitalizando a través de componentes compartidos y reusables, y mediante esta estandarización se están haciendo más amigables para los usuarios”.
Uno de los componentes más destacados es el llamado “inicio de sesión único”, que permite a los ciudadanos iniciar sesión a todos los servicios gubernamentales con un solo nombre de usuario y contraseña, o utilizando la firma digital integrada en la cédula de identidad uruguaya.
Asimismo, el portal web del gobierno, actualmente en fase beta, se está mejorando para simplificar la interacción con el gobierno a través de servicios ya disponibles como una aplicación que permite rastrear el estado de cualquier trámite, o la agenda para programar citas.
Todos estos avances están siendo coordinados por la Agencia de Gobierno electrónico y Sociedad de la Información y del Conocimiento de Uruguay (Agesic), dependiente de la Presidencia, como parte de la política digital uruguaya de transformación con equidad.
La situación de Bolivia
Si bien Bolivia ha evidenciado mejoras en la participación de la población en internet y en el gobierno electrónico, todavía le queda mucho camino por recorrer, especialmente considerando que otros países de la región muestran avances más rápidos, como Panamá.
El Índice de Gobierno Electrónico de las Naciones Unidas le da a Bolivia tiene una puntuación de 0,5307 (siendo 1 el mejor puntaje y 0 el peor). Esto coloca a Bolivia en el puesto 103 de 193 países evaluados.
Para tener un punto de comparación, la mayoría de los países vecinos están en situaciones más ventajosas. Perú se encuentra en el puesto 66, con una puntuación de 0,6461. Ecuador está en el puesto 64, con un puntaje de 0,6129. Colombia en el puesto 61 con 0,6871. Argentina en el puesto 43, Brasil en el puesto 44. Uruguay en el puesto 34, el más avanzado de Latinoamérica. Sólo Paraguay y Venezuela están por debajo de Bolivia, en los puestos 108 y 106, respectivamente.
El gobierno digital como política de Estado
Para Santiso, la digitalización de un país es una política de Estado, no un proyecto del gobierno de turno. Por ello, se debe fijar prioridades y responsabilidades claras a todos los actores del ecosistema digital del Estado.
Asimismo, nota que “las reformas más exitosas son las que impactan con rapidez la vida cotidiana de los ciudadanos”, como la creación de ventanillas únicas de acceso a los servicios digitales.
El experto también explica que los países que lograron mayores avances en materia de gobierno digital han invertido en talento humano en áreas menos tradicionales al sector público, como la ingeniería de sistemas, las ciencias de datos o la inteligencia artificial.
Pero “para digitalizar bien, primero hay que simplificar”. Esto se refiere a que en la región, los trámites públicos siguen siendo engorrosos y complejos, algo particularmente grave en Bolivia. Y no será posible avanzar adecuadamente hacia una digitalización mientras no se simplifiquen los trámites. Siempre considerando que la demanda ciudadana es “el mejor catalizador digital”.
Según el experto del BID, “engancharse a la economía digital va a permitir a los gobiernos usar la información para ser más eficientes y transparentes en su gestión”, o en otras palabras, “le va a dar a los Estados una segunda oportunidad para recuperar la confianza de los ciudadanos y construir gobiernos que verdaderamente sirvan a sus ciudadanos”.
Según apunta el mismo experto, los datos están “revolucionando” el mundo. Pero el recientemente publicado informe sobre Gobiernos Electrónicos de las Naciones Unidas, advierte que de los 19 países de América Latina y el Caribe, tan sólo 5 están entre los 50 más digitalizados del mundo.
El más avanzado de ellos es Uruguay, que desde este año pertenece al selecto club del Digital 7, un grupo que reúne a los gobiernos más avanzados en materia digital, “con el objetivo compartido de aprovechar la tecnología digital y las nuevas formas de trabajo para mejorar las vidas de los ciudadanos”, según el portal de grupo.
Digital 7
Originalmente el grupo era llamado Digital 5, ya que estaba compuesto por sus cinco miembros fundadores: Estonia, Israel, Nueva Zelanda, Corea del Sur y el Reino Unido. En febrero de 2018 se unieron Canadá y Uruguay, convirtiéndose en Digital 7 (D7).
De acuerdo con la información oficial del grupo, los países del D7 “tienen un recorrido en liderazgo de gobierno digital, incluyendo el diseño de servicios alrededor de las necesidades de los usuarios y comparten las soluciones de fuente abierta con otros países”.
En este sentido, el D7 “comparte prácticas digitales de clase mundial, identifica mejoras a los servicios digitales, colabora para resolver problemas comunes, y apoya e impulsa las crecientes economías digitales del grupo”.
El caso uruguayo
El informe de las Naciones Unidas detalla que el gobierno uruguayo se comprometió a la digitalización de todos los servicios públicos hasta el año 2020 como una meta presidencial. “Siguiendo una arquitectura empresarial que ganó premios internacionales, servicios como formularios, notificaciones y pagos electrónicos se están digitalizando a través de componentes compartidos y reusables, y mediante esta estandarización se están haciendo más amigables para los usuarios”.
Uno de los componentes más destacados es el llamado “inicio de sesión único”, que permite a los ciudadanos iniciar sesión a todos los servicios gubernamentales con un solo nombre de usuario y contraseña, o utilizando la firma digital integrada en la cédula de identidad uruguaya.
Asimismo, el portal web del gobierno, actualmente en fase beta, se está mejorando para simplificar la interacción con el gobierno a través de servicios ya disponibles como una aplicación que permite rastrear el estado de cualquier trámite, o la agenda para programar citas.
Todos estos avances están siendo coordinados por la Agencia de Gobierno electrónico y Sociedad de la Información y del Conocimiento de Uruguay (Agesic), dependiente de la Presidencia, como parte de la política digital uruguaya de transformación con equidad.
La situación de Bolivia
Si bien Bolivia ha evidenciado mejoras en la participación de la población en internet y en el gobierno electrónico, todavía le queda mucho camino por recorrer, especialmente considerando que otros países de la región muestran avances más rápidos, como Panamá.
El Índice de Gobierno Electrónico de las Naciones Unidas le da a Bolivia tiene una puntuación de 0,5307 (siendo 1 el mejor puntaje y 0 el peor). Esto coloca a Bolivia en el puesto 103 de 193 países evaluados.
Para tener un punto de comparación, la mayoría de los países vecinos están en situaciones más ventajosas. Perú se encuentra en el puesto 66, con una puntuación de 0,6461. Ecuador está en el puesto 64, con un puntaje de 0,6129. Colombia en el puesto 61 con 0,6871. Argentina en el puesto 43, Brasil en el puesto 44. Uruguay en el puesto 34, el más avanzado de Latinoamérica. Sólo Paraguay y Venezuela están por debajo de Bolivia, en los puestos 108 y 106, respectivamente.
El gobierno digital como política de Estado
Para Santiso, la digitalización de un país es una política de Estado, no un proyecto del gobierno de turno. Por ello, se debe fijar prioridades y responsabilidades claras a todos los actores del ecosistema digital del Estado.
Asimismo, nota que “las reformas más exitosas son las que impactan con rapidez la vida cotidiana de los ciudadanos”, como la creación de ventanillas únicas de acceso a los servicios digitales.
El experto también explica que los países que lograron mayores avances en materia de gobierno digital han invertido en talento humano en áreas menos tradicionales al sector público, como la ingeniería de sistemas, las ciencias de datos o la inteligencia artificial.
Pero “para digitalizar bien, primero hay que simplificar”. Esto se refiere a que en la región, los trámites públicos siguen siendo engorrosos y complejos, algo particularmente grave en Bolivia. Y no será posible avanzar adecuadamente hacia una digitalización mientras no se simplifiquen los trámites. Siempre considerando que la demanda ciudadana es “el mejor catalizador digital”.
Según el experto del BID, “engancharse a la economía digital va a permitir a los gobiernos usar la información para ser más eficientes y transparentes en su gestión”, o en otras palabras, “le va a dar a los Estados una segunda oportunidad para recuperar la confianza de los ciudadanos y construir gobiernos que verdaderamente sirvan a sus ciudadanos”.