El momento de la Planta de Tratamiento
Es tiempo de que todos los tarijeños y sus autoridades seamos capaces de ponernos de acuerdo y empujar un proyecto que es de justicia
Después de mucho tiempo de negligencias y desinteligencias, el asunto de la Planta de Tratamiento de Aguas Residuales para la ciudad de Tarija parece quedó en cancha común. El Gobierno Nacional se ha comprometido a darle financiación y el Gobierno Municipal a cumplir las condiciones necesarias para su instalación. Toca empujar la pelota hacia delante en lugar de seguir pasándola de banda a banda.
Hoy el Gobierno Municipal de Tarija tiene dispuesto un terreno adecuado para hacer una función elemental: depurar las aguas servidas que se utilizan en la ciudad y devolverlas al río Guadalquivir en condiciones óptimas de salubridad, un tema que es el gran elefante en la habitación del desarrollo turístico y productivo del valle central de Tarija.
El terreno, más allá de algunas falencias físicas que hay que corregir y el urgente estudio de suelos elemental para cualquier financiamiento, cumple con lo principal en dimensiones y en ubicación física para facilitar el funcionamiento del ciclo por gravedad, además, y aunque la infraestructura no es ni remotamente parecida a las lagunas de oxidación, sino todo lo contrario, garantiza la viabilidad social.
Hay terreno, hay estudios y hay voluntad política para concretar un proyecto ya amortizado políticamente
El compromiso ha sido explícito por parte del Jefe del Estado: “El día de mañana (por hoy), producto de las gestiones que ha realizado el Gobierno nacional, está llegando una misión de la Corporación Andina de Fomento (CAF), aquí a la ciudad de Tarija, para ultimar los detalles del proyecto y, por lo tanto, generar el financiamiento correspondiente que se tiene para arrancar de una vez la construcción de esta planta”, y aunque todos sabemos que nunca nada es tan sencillo, que hará falta financiamiento crediticio y por tanto, aprobación legislativa, deberíamos ser capaces de generar las condiciones para que el proyecto se acelere y se cumpla.
Hay veces que se alinean los planetas para que se den las condiciones y este es uno de esos momentos. A la necesidad más que probada de la urgencia de esa planta y la disposición de un terreno adecuado se le une un ministro de Medio Ambiente, Álvaro Ruíz, tarijeño y exalcalde de Uriondo, la región vitivinícola más importante del país y la más interesada en que se sanee por completo el río, que ha formulado un compromiso político de los que generan consecuencias y que se debe aprovechar de la mejor manera.
Transitamos el Bicentenario de Bolivia sin demasiadas alegrías, al estar signado el año como electoral, sin embargo, no se deben desperdiciar las oportunidades que se brindan. La promesa de la Planta de Tratamiento se ha usado en 2014, 2015, 2016, 2019, 2020 y 2021, por lo tanto, está más que amortizada.
Es tiempo de otra cosa, es tiempo de que todos los tarijeños y sus autoridades seamos capaces de ponernos de acuerdo y empujar un proyecto que es de justicia para el medio ambiente y nuestro emblemático río Guadalquivir, pero, además, de tranquilidad a la región productiva en tiempos de aguas bajas y se pueda expandir sin complejos la cadena esencial en el desarrollo de la Tarija de hoy. Es el momento de pasar de las palabras a los hechos e iniciar de una vez el proyecto.