Votar sin miedo en Tarija

Tarija tiene hoy una cita clave con las ánforas. Un balotaje que no es novedad en el departamento definirá quien será el próximo inquilino y anfitrión en el Salón Rojo de la Gobernación.

Lo que está claro es que habrá nuevas autoridades, lo que supone un nuevo comienzo para el departamento y nuevas políticas que sustituirán a las de Adrián Oliva, que se va dejando un proyecto inacabado y la sensación de que había mucho más y que pudo haber sido mejor si las circunstancias – sobre todo pandémicas – lo hubieran permitido.

Ni Álvaro Ruíz ni Óscar Montes son nuevos en esto de la política ni en esto de la gestión pública. Los dos han dejado legados evaluables en la alcaldía de Uriondo y la FAM uno y en la alcaldía de Cercado el otro. Los dos llevan más de una década prodigándose por medios de comunicación y los dos han atesorado una trayectoria política con luces y con sombras que no son objeto de análisis en este editorial, aunque con seguridad será lo que más esté pesando en los tarijeños que hoy ejercerán su voto.

Montes y Ruíz representan, además, dos formas de hacer política. Óscar Montes hoy ha forjado la alianza con los partidos y líderes consolidados en Tarija desde hace años y que reclaman su derecho a seguir vigentes y culminar su proyecto para con el departamento; Ruíz representa al Movimiento Al Socialismo, el único partido nacional con implantación en todo el territorio y sólidas ideas en su modelo de desarrollo y orientación.

Ruíz y Montes se han esforzado estos días por demostrar que son la mejor opción para liderar el departamento en los próximos cinco años, han realizado ofertas y propuestas, han agitado sus fantasmas y cada cual espera hoy su reválida, o su retirada. No es verdad que alguien se juegue más que el otro, porque los dos quieren ganar y mucha gente depende de ello.

La cuestión es que hoy los tarijeños deben resolver este entuerto ejerciendo su derecho – que en realidad es obligación – de elegir a uno de los dos para ejercer el poder. Y es que la cuestión es votar, pero votar sin miedo, votar por el futuro y en respaldo de las mejores ideas y planes. Aquel que solo vote desde el temor y en contra de alguien, probablemente no será feliz.

Tarija tiene desafíos grandes entre manos, Tarija tiene un proyecto autónomo a medias de construir, muchas potencialidades que desarrollar y demasiadas cosas por decir y estas cosas se resuelven con el voto, aún en un país donde el control social se ejerce en la calle y a pecho descubierto.

Probablemente la suerte está echada y todos los ciudadanos tienen su voto decidido. Solo resta que hoy sea un día de paz en el que reine la paz y la fraternidad y en el que el TED ejerza sus mejores oficios para tener un resultado rápido y limpio que no deje lugar a dudas. Quien debe de ganar hoy es, sin duda, es Tarija.