La infidelidad y el apego destruyen
La persona infiel, ella o él, es infiel porque eso le gusta, porque eso le da placer. Cuando se siente descubierta, aunque se arrepienta, llore o pida perdón, no deja de ser infiel, sólo mejora la técnica para no volver a ser descubiert@. Así de simple, y así de complicado.
Es casi obvio decir que el apego es tóxico. Sin embargo, aún hay muchas personas que, por algún motivo, siguen viviendo en ese estado emocional tóxico que las lastima, pero que por su estado de ausencia y vacío existencial, siguen ahí, aun cuando sólo haya desprecio, abuso, maltrato, indiferencia, arrogancia, sufrimiento e infidelidad, eso es y se debe a carencia total de amor propio en todas sus formas.
¿Cuántas veces sentiste que si el otro no estaba, no podías tomar una decisión? ¿Cuántas otras, pensaste que si esta otra persona no estuviera al lado tuyo, tú no sabrías cómo seguir viviendo?
Estas reacciones son propias del apego, una emoción tóxica de la que se puede salir.
El apego emocional es tóxico para tu identidad y potencial.
Una persona infiel no se quiere, no se respeta, ni muchísimo menos se valora a sí misma.
Cuando tu pareja te trae más problemas que felicidad, y tú aguantas y aguantas, entonces hay dos personas que no te quieren, y una de ellas…eres tú.
