Canaletas – Entre Ríos, un traspaso sin marcha atrás

Solucionar el problema de fondo es una “gran inversión” que en cualquier caso, hay que relativizar si se compara con las grandes inversiones que la ABC ha hecho por todo el país

Hace tanto tiempo que se pelea por poner en condiciones la variante Canaletas – Entre Ríos que no importa que los gestos se produzcan casi siempre en campaña electoral siempre y cuando vayan acompañados de hechos de verdad.

El último en aprovecharlo ha sido Álvaro Ruíz, candidato del Movimiento Al Socialismo (MAS) que logró traerse del brazo a Henry Nina, presidente político de la Administradora Boliviana de Carreteras (ABC) y le arrancó las palabras mágicas: La ABC asume el mantenimiento de la variante Canaletas – Entre Ríos desde ya, y, además, tiene contante y sonante un millón de bolivianos para intervenir inmediatamente en el estado de la vía, aunque los papeles se arreglen en abril.

Es evidente que la decisión se enmarca en la estrategia de campaña de Álvaro Ruíz y que se resume en que “con un Gobierno del MAS sí se van a resolver los problemas”, lo que no quita para que sea realmente una buena noticia.

La vía Canaletas – Entre Ríos empezó incluso antes del boom de los Hidrocarburos, pero cuando ya se barruntaba. De hecho, fue el Gobierno de Carlos Mesa el que autorizó esta fórmula tan mal utilizada en Tarija, por la que se interpretó ese 70% – 30% de coinversión en la ruta entre el nivel nacional y el departamental como una posibilidad de cortar la vía en tramos y licitar cada uno su pedazo, por el interés evidente de licitar, más que el de resolver los problemas.

Se trataba de una variante alternativa a la temida y fatídica cuesta de Castellón y el compromiso del nivel central era incorporarla rápidamente a la red vial fundamental

La construcción se adjudicó afortunadamente a una entente de empresas tarijeñas, que sin embargo no pudo garantizar la calidad debida. Entre mil problemas, la ruta que acortaba en unas tres horas el viaje hasta Entre Ríos y posteriormente el Chaco, fue recibida por la Gobernación de Lino Condori en 2013.

Se trataba de una variante alternativa a la temida y fatídica cuesta de Castellón y el compromiso del nivel central era incorporarla rápidamente a la red vial fundamental de carreteras, sin embargo, las observaciones se amontonaron y el traspaso efectivo fue demorando.

El problema esencial son los taludes, que no tienen ni la pendiente adecuada ni la red de protección suficiente y que difícilmente podría haberse logrado en medio de una zona complicada orográficamente y con un presupuesto limitado. La consecuencia son los continuos derrumbes sobre el pavimento, que ya han desgastado el firme, aunque a esto se le suman otros baches en las zonas húmedas que han provocado pérdida de plataforma en lugares demasiado peligrosos.

Solucionar el problema de fondo es sin duda un trabajo de largo aliento que requiere muchos recursos, una “gran inversión” que en cualquier caso, hay que relativizar si se compara con las grandes inversiones que la ABC ha hecho por todo el país, por cierto con recursos mayormente sacados de Tarija.

El primer paso está dado y esta vez está lo suficientemente registrado como para que no haya marcha atrás.


Más del autor
Tema del día
Tema del día