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Arce, Ruíz y el asalto a la caja

Han pasado dos semanas desde que los Alcaldes de Tarija decidieron justificar sus estrategias de financiación públicamente, y que fundamentalmente pasan por ese mecanismo perverso y antiautonomista conocido como “débitos automáticos” sobre los presupuestos del Gobierno Departamental y...

Han pasado dos semanas desde que los Alcaldes de Tarija decidieron justificar sus estrategias de financiación públicamente, y que fundamentalmente pasan por ese mecanismo perverso y antiautonomista conocido como “débitos automáticos” sobre los presupuestos del Gobierno Departamental y cuyo argumento pasa por decir que “es legal”.


El despliegue del Movimiento al Socialismo y sus alcaldes es tal que actualmente cualquiera puede confundir los niveles de autonomía y hacerse el solidario con los Gobiernos Municipales bajo el argumento de “los municipios también tienen derecho a desarrollarse”; una frase tan demagógica como oportunista firmada ni más ni menos que por el ministro de Justicia Héctor Arce, a la sazón ministro coordinador con Tarija en estos tiempos de campaña candente.


No es verdad que la autonomía departamental deba financiar a la autonomía municipal. Esa creencia constituye una falacia riesgosa y sin sentido que sin embargo se ha extendido. El asunto es de fondo, incluso filosófico, pero bastaría para entenderlo con saber que la Gobernación de Tarija maneja poco más de cien millones de dólares y el Gobierno Nacional más de 40.000. Que la Gobernación, en un afán de solidaridad e impulso al concepto contemplara la posibilidad de impulsar proyectos concurrentes conjuntos nunca debería suponer que los municipios vuelques la responsabilidad del olvido hacia un ente cuya responsabilidad es garantizar la cohesión departamental en aspectos como caminos, salud, etc y no arreglar los proyectos locales de difícil justificación, como los estadios en los que cabe más gente de la que vive en el pueblo y que además nunca se usa.


Al principio de la legislatura se convirtió en costumbre para los militantes del partido de Gobierno atacar la gestión del Gobernador Adrián Oliva desde lo económico. Lo hicieron los subgobernadores, los alcaldes, los asambleístas y las descentralizadas del aparato estatal. También los Ministerios. A algunos cien millones de dólares les parce mucho, aunque lo cierto es que alcanza para más bien poco.


Los datos del Gobierno Autónomo Departamental dejan en claro que los alcaldes están calculando sus débitos automáticos para financiar sus obras no prioritarias en base al 100 por ciento de los ingresos, desconociendo la propia ley 206 en la que se excluye a los municipios del Chaco y por tanto a su 45 por ciento. Lo iluso sería pensar que esto es casual. Lo desconcertante es que el Ministerio de Economía no haga sus propias cuentas y se escude en la simple petición de los alcaldes para ejecutar un asunto tan sensible como los débitos automáticos.


Más curioso es todavía que el Ministro de Justicia y encargado de Tarija, Héctor Arce, se convierta de repente en justiciero de parte y abandone a los líderes territoriales para justificar las correrías y avivadas de sus nuevos amigos, los alcaldes masistas, al alza en cualquier selección a ojos del gobierno en detrimento de los subgobernadores.


La autonomía es hoy por hoy una pantomima subordinada a los intereses del Gobierno Nacional, pero no es posible que ni siquiera se respeten los mínimos códigos de respeto institucional y de lealtad con Tarija.


No es tiempo de renunciar.


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