El turismo religioso, una oportunidad dormida
Una de las cosas más lindas que tiene Tarija es que a todo le pone su toque singular, hermoso y único. Sucede lo mismo en esta temporada, pues aunque la Semana Santa dicta actividades convencionales, la chura tierra vive la Pascua de una forma autóctona, lo que se ha convertido en un atractivo...
Una de las cosas más lindas que tiene Tarija es que a todo le pone su toque singular, hermoso y único. Sucede lo mismo en esta temporada, pues aunque la Semana Santa dicta actividades convencionales, la chura tierra vive la Pascua de una forma autóctona, lo que se ha convertido en un atractivo turístico.
La cuna de la Pascua Florida es San Lorenzo, donde cientos de tarijeños y extranjeros participan con fe, compartiendo y celebrando la Resurrección de Jesucristo. La celebración comienza con la procesión realizada por las diferentes calles del lugar, el cotejo está acompañado por un canto fúnebre. Una vez concluida la procesión los hermanos vestidos de blanco entran con las cañas tradicionales dentro de la iglesia de San Lorenzo.
Casi todos los años el festival comienza el sábado a partir de las cero horas, donde el concurso de violinistas, zapateadores y copleros constituye el atractivo principal que antecede a la primera misa de Resurrección que se celebra a las cinco de la madrugada del Domingo de Resurrección, día en que San Lorenzo amanece adornado con arcos de rosas pascuas tanto en las casas como alrededor de la plaza central.
Más aún, esta tradición también tiene lugar en la ciudad, en cuyo centro se instalan arcos de rosas pascuas y también se realiza el zapateo. Esta costumbre tiene un gran potencial para el departamento y se enmarca dentro de lo que llamamos turismo religioso.
Desde tiempos ancestrales, los desplazamientos por motivos de fervor y devoción religiosa han estado presentes en la humanidad. Lo que es relativamente nuevo, es el término de turismo religioso, puede que date del mismo período que el término turismo.
Lo que sí es seguro es que antes no fue practicado por grandes masas. Actualmente, millones de personas realizan anualmente estos viajes a diversos y muy variados santuarios en destinos de todo el mundo. Los motivos que encierran son distintos, como ofrendar algo, pedir un favor o cumplir con una tradición.
Debemos tener presente que este tipo de turismo contribuye a revitalizar segmentos complementarios como la hotelería, restauración, entre otros, considerándose además un turista muy fiel al destino que contribuye a la desestacionalización y a la diversificación de la oferta.
Muchas personas están conscientes que el turismo religioso es la mejor manera de conocer el origen de las culturas y la historia de los países. Un paseo por la religión ayudará a comprender la historia, las tradiciones de las sociedades que visita y el mundo tal y como es hoy.
Tarija al ser un pueblo muy religioso, desde tiempos inmemoriales, tiene muchas tradiciones singulares y llenas de fe en cada uno de sus pueblos, como también posee iglesias que se han convertido en monumentos históricos, pero que poco o nada se ha invertido en su restauración.
Esta tradición y muchas otras como San Roque, unidas a la infraestructura religiosa de esta tierra podrían despertar la oportunidad dormida que hay detrás del turismo religioso.
La cuna de la Pascua Florida es San Lorenzo, donde cientos de tarijeños y extranjeros participan con fe, compartiendo y celebrando la Resurrección de Jesucristo. La celebración comienza con la procesión realizada por las diferentes calles del lugar, el cotejo está acompañado por un canto fúnebre. Una vez concluida la procesión los hermanos vestidos de blanco entran con las cañas tradicionales dentro de la iglesia de San Lorenzo.
Casi todos los años el festival comienza el sábado a partir de las cero horas, donde el concurso de violinistas, zapateadores y copleros constituye el atractivo principal que antecede a la primera misa de Resurrección que se celebra a las cinco de la madrugada del Domingo de Resurrección, día en que San Lorenzo amanece adornado con arcos de rosas pascuas tanto en las casas como alrededor de la plaza central.
Más aún, esta tradición también tiene lugar en la ciudad, en cuyo centro se instalan arcos de rosas pascuas y también se realiza el zapateo. Esta costumbre tiene un gran potencial para el departamento y se enmarca dentro de lo que llamamos turismo religioso.
Desde tiempos ancestrales, los desplazamientos por motivos de fervor y devoción religiosa han estado presentes en la humanidad. Lo que es relativamente nuevo, es el término de turismo religioso, puede que date del mismo período que el término turismo.
Lo que sí es seguro es que antes no fue practicado por grandes masas. Actualmente, millones de personas realizan anualmente estos viajes a diversos y muy variados santuarios en destinos de todo el mundo. Los motivos que encierran son distintos, como ofrendar algo, pedir un favor o cumplir con una tradición.
Debemos tener presente que este tipo de turismo contribuye a revitalizar segmentos complementarios como la hotelería, restauración, entre otros, considerándose además un turista muy fiel al destino que contribuye a la desestacionalización y a la diversificación de la oferta.
Muchas personas están conscientes que el turismo religioso es la mejor manera de conocer el origen de las culturas y la historia de los países. Un paseo por la religión ayudará a comprender la historia, las tradiciones de las sociedades que visita y el mundo tal y como es hoy.
Tarija al ser un pueblo muy religioso, desde tiempos inmemoriales, tiene muchas tradiciones singulares y llenas de fe en cada uno de sus pueblos, como también posee iglesias que se han convertido en monumentos históricos, pero que poco o nada se ha invertido en su restauración.
Esta tradición y muchas otras como San Roque, unidas a la infraestructura religiosa de esta tierra podrían despertar la oportunidad dormida que hay detrás del turismo religioso.
