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Agrocombustibles de la discordia

Es cuando menos curioso ver que altos funcionarios del revolucionario gobierno boliviano defiendan fervientemente un proyecto que beneficia fundamentalmente a la “oligarquía terrateniente” del oriente, a costa del medio ambiente y de la vocación productiva de la región, mientras...

Es cuando menos curioso ver que altos funcionarios del revolucionario gobierno boliviano defiendan fervientemente un proyecto que beneficia fundamentalmente a la “oligarquía terrateniente” del oriente, a costa del medio ambiente y de la vocación productiva de la región, mientras descalifican a un funcionario de la FAO por ser extranjero y no por sus argumentos.

El asunto es enredado y tomará mucho espacio entrar en los detalles quien es quien. Para ello se han publicado distintos artículos y se seguirá haciendo. Pero por ahora es importante mencionar por lo menos algunos de los puntos centrales que deben ser respondidos de forma clara, directa, simple y con abundancia de datos e información científica, tanto por los promotores de los agrocombustibles y los transgénicos como por sus detractores.
Las preguntas centrales se refieren a:

1) ¿los agrocombustibles realmente solucionan la importación de diésel y gasolina o la continúan? Los primeros dicen que se reducirán las importaciones, pero los segundos advierten que se mantendrán o aumentarán porque la maquinaria que se usa para la producción de agrocombustibles funciona con el diésel importado y demandará mayores volúmenes.

2) ¿Habilitar tierras para los agrocombustibles conlleva degradación del suelo, medioambiente, con efectos negativos en la producción de alimentos? Los primeros dicen que no, los segundos están seguros de ello y el representante de la FAO que ha sido tan duramente criticado por el gobierno y sus aliados coincide con ellos.

3) Si se destinan mayores tierras para agrocombustibles en desmedro de la vocación forestal, agroforestal, agroecológica y agricultura familiar, ¿cómo se pretende producir los alimentos que conforman una dieta variada y saludable de la población boliviana? Los críticos de la apuesta por los agrocombustibles advierten que la importación de alimentos crecerá aún más, quedando desechado el discurso de la soberanía alimentaria y en vulnerabilidad la seguridad alimentaria.

4) Se ha señalado que YPFB comprará a sus aliados agroindustriales 150 millones de litros de etanol a un precio de 0,69 dólares por litro, cuando en el mercado internacional se cotiza entre 0,36 a 0,39 dólares el litro. Es decir, que el gobierno estaría pagando 0,33 dólares por encima del precio internacional por litro. ¿A qué se debe esa diferencia de precios que sumarían casi 50 millones de dólares? ¿Dónde está el ahorro?

5) Datos de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) revelan que Bolivia lidera el ranking del hambre en Latinoamérica, con el 19,8% de su población subalimentada, además que un 35% de la población no se alimenta saludablemente. ¿Cómo exactamente contribuirá el proyecto de agrocombustibles y de fomento de transgénicos a revertir esta situación?

Quedan varios otros puntos en el tintero, y como medio de comunicación nuestro pedido es que se brinde información clara y oportuna. Las furibundas declaraciones del Ministro de Hidrocarburos y de sus aliados no satisfacen a nadie. Solicitamos más datos y más información, y menos adjetivos. Por un debate de altura.

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