Espacio publicitarioEspacio publicitarioEspacio publicitario

La sabiduría y la felicidad

Andaba un joven en busca de la más alta sabiduría Le dijeron que lo alto de una montaña un viejo sabio la tendría, subió por escarpados senderos de rocas y lo vio allí sentado en un enorme peñasco. -¿Cuál es la llave de la sabiduría? Preguntó. -Servir, el viejo sabio...

Andaba un joven en busca de la más alta sabiduría

Le dijeron que lo alto de una montaña un viejo sabio la tendría, subió por escarpados senderos de rocas y lo vio allí sentado en un enorme peñasco.

-¿Cuál es la llave de la sabiduría? Preguntó.

-Servir, el viejo sabio respondió.

_ ¿Es todo? El joven increpó.

-Es el principio, dijo el viejo sabio, hay un sabio más sabio en una montaña más alta.

Descendió perdido en sus pensamientos ideando la forma de vivir sirviendo y a la vez buscando en el horizonte la siguiente cumbre.

Subió por escarpados senderos de rocas y encontró a un anciano sentado en un enorme peñasco.

- ¿Cuál es la llave de la sabiduría? Preguntó.

-Soñar, el viejo sabio respondió.

-¿Es todo? El joven increpó.

-Es el paso siguiente, dijo el anciano, hay un sabio más sabio en una montaña más alta.

Descendió perdido en sus pensamientos, soñando e ideando la forma de realizar los sueños y a la vez buscando en el horizonte la siguiente cumbre.

Subió por escarpados senderos de rocas y encontró a un anciano sentado en un enorme peñasco.

- ¿Cuál es la llave de la sabiduría? Preguntó.

-Dar, el viejo sabio respondió.

-¿Es todo? El joven increpó.

-Es el paso siguiente, dijo el anciano, hay un sabio más sabio en una montaña más alta.

Descendió perdido en sus pensamientos, haciendo un recuento de cuanto tenía por dar, cosas tangibles e intangibles y a la vez buscando en el horizonte la siguiente cumbre.

Subió por escarpados senderos de rocas y encontró a un anciano sentado en un enorme peñasco.

- ¿Cuál es la llave de la sabiduría? Preguntó.

-Amar, el viejo sabio respondió.

-¿Es todo? El joven increpó.

-Es el paso siguiente, dijo el anciano, hay un sabio más sabio en una montaña más alta.

Descendió perdido en sus pensamientos, sintiendo en su pecho un corazón latiendo con una gran capacidad de amar y a la vez buscando en el horizonte la siguiente cumbre.

Subió por escarpados senderos de rocas hasta encontrar solamente un rayo de luz filtrándose entre nubes.

-¿Puedo ayudarte? Una potente voz preguntó.

-Estoy cansado, buscaba la llave de la sabiduría y la felicidad, he recorrido montaña tras montaña…y seguramente me dirás que hay un lugar más alto donde llegar.

-Existe un lugar más alto que ninguno donde todo mundo es sabio y goza de perfecta felicidad, respondió la voz.

-¿Y cómo llego allá?

-De entre las nubes se le extendió una mano, la voz dijo:

No tenías que buscar tanto, estuve allá abajo en la mirada triste del niño abandonado que te hablaba de servir, en las palabras casi ahogadas de un vecino necesitado que buscaba en ti algo para dar, en los sueños que inundaban tu alma como una visión y en los latidos de tu corazón que contaban una historia de amor…

Baja de tu nube…sueña, sirve, da, ama…y siempre estaré contigo.

Más del autor
El desapego
El desapego
Frente único
Frente único
Europa y el fin de la utopía
Europa y el fin de la utopía