El Chagas, el mal silenciado
Cada 14 de abril se conmemora el Día internacional de la lucha contra el Chagas, en homenaje al doctor Carlos Ribeiro Justiniano Das Chagas, médico e investigador brasileño, que en 1909 logró describir la enfermedad que lleva su nombre y a partir de esto se comenzó a luchar contra el...
Cada 14 de abril se conmemora el Día internacional de la lucha contra el Chagas, en homenaje al doctor Carlos Ribeiro Justiniano Das Chagas, médico e investigador brasileño, que en 1909 logró describir la enfermedad que lleva su nombre y a partir de esto se comenzó a luchar contra el mal.
Este nuevo aniversario de un hecho tan importante nos debe invitar a reflexionar y a seguir trabajando.
En el Chaco, según los resultados de la Unidad de Vectores del Servicio departamental de Salud de Tarija (Sedes), el índice de infectaciones por Chagas aumenta de 60 a 70 por ciento a comparación de los datos de las gestiones 2017 y 2018.
Si bien en el Valle Central no hay un grado llamativo de infectación, el 50% de las casas está infestada de vinchucas. Lo que también debe preocuparnos, pues es importante considerar que el parásito espera décadas hasta mostrar sus síntomas, que en ocasiones desembocan en la muerte, como les sucede a unas 10.000 personas al año.
El mal no solo es silencioso, también silenciado. Es uno de los 18 clasificados por la Organización Mundial de la Salud (OMS) como olvidados, ya que por lo general afectan a poblaciones vulnerables, con poca influencia social, económica y política.
En Bolivia, el Programa Nacional, según los expertos en salud se ha demostrado claramente insuficiente. “Invierte siete millones de bolivianos al año (alrededor de un millón de euros) para diagnosticar, tratar, fumigar casas… Aproximadamente un euro por enfermo al año es lo que aporta una maltrecha sanidad pública que solo cubre de forma gratuita a menores de cinco y mayores de 60 años en el quinto país por la cola en índice de desarrollo humano de América Latina”, así explica la situación El País de España.
Lo alarmante ahora es lo dado a conocer en los últimos días: En el Chaco las vinchucas generaron resistencia a los insecticidas con las que se busca eliminarlas. Esto sin duda es un golpe al programa Nacional de Chagas, que requiere un giro inmediato en este punto.
La buena noticia es que son cinco los municipios que tienen la certificación que establece que están por debajo del tres por ciento de infectación. Estos son San Lorenzo, Yunchará, El Puente, Uriondo y Padcaya. Más aún, la infectacción en el Chaco aumentó de un 60% a un 70%.
El problema de suma urgencia es que se garantice el tratamiento integral para los infectados con Chagas. Se necesita que haya más pesquisa de personas que puedan estar infectadas, y que el programa realmente se ocupe de darles atención médica y tratamiento completo para controlar la infección.
Este nuevo aniversario de un hecho tan importante nos debe invitar a reflexionar y a seguir trabajando.
En el Chaco, según los resultados de la Unidad de Vectores del Servicio departamental de Salud de Tarija (Sedes), el índice de infectaciones por Chagas aumenta de 60 a 70 por ciento a comparación de los datos de las gestiones 2017 y 2018.
Si bien en el Valle Central no hay un grado llamativo de infectación, el 50% de las casas está infestada de vinchucas. Lo que también debe preocuparnos, pues es importante considerar que el parásito espera décadas hasta mostrar sus síntomas, que en ocasiones desembocan en la muerte, como les sucede a unas 10.000 personas al año.
El mal no solo es silencioso, también silenciado. Es uno de los 18 clasificados por la Organización Mundial de la Salud (OMS) como olvidados, ya que por lo general afectan a poblaciones vulnerables, con poca influencia social, económica y política.
En Bolivia, el Programa Nacional, según los expertos en salud se ha demostrado claramente insuficiente. “Invierte siete millones de bolivianos al año (alrededor de un millón de euros) para diagnosticar, tratar, fumigar casas… Aproximadamente un euro por enfermo al año es lo que aporta una maltrecha sanidad pública que solo cubre de forma gratuita a menores de cinco y mayores de 60 años en el quinto país por la cola en índice de desarrollo humano de América Latina”, así explica la situación El País de España.
Lo alarmante ahora es lo dado a conocer en los últimos días: En el Chaco las vinchucas generaron resistencia a los insecticidas con las que se busca eliminarlas. Esto sin duda es un golpe al programa Nacional de Chagas, que requiere un giro inmediato en este punto.
La buena noticia es que son cinco los municipios que tienen la certificación que establece que están por debajo del tres por ciento de infectación. Estos son San Lorenzo, Yunchará, El Puente, Uriondo y Padcaya. Más aún, la infectacción en el Chaco aumentó de un 60% a un 70%.
El problema de suma urgencia es que se garantice el tratamiento integral para los infectados con Chagas. Se necesita que haya más pesquisa de personas que puedan estar infectadas, y que el programa realmente se ocupe de darles atención médica y tratamiento completo para controlar la infección.
