La inteligencia y la luz

Una tarde la gente vio a Rabiya buscando algo en la calle frente a su choza. Todos se acercaron a la pobre anciana. - ¿Qué pasa? -le preguntaron-, ¿qué estás buscando? -Perdí mi aguja -dijo ella. Y todos la ayudaron a buscarla. Pero alguien le preguntó: -Rabiya, la calle es larga,...

Una tarde la gente vio a Rabiya buscando algo en la calle frente a su choza. Todos se acercaron a la pobre anciana.
- ¿Qué pasa? -le preguntaron-, ¿qué estás buscando?
-Perdí mi aguja -dijo ella. Y todos la ayudaron a buscarla.
Pero alguien le preguntó:
-Rabiya, la calle es larga, pronto no habrá más luz. Una aguja es algo muy pequeño, ¿por qué no nos dices exactamente dónde se te cayó?
-Dentro de mi casa -dijo Rabiya.
- ¿Te has vuelto loca? -preguntó la gente- Si la aguja se te ha caído dentro de tu casa, ¿por qué la buscas aquí afuera?
-Porque aquí hay luz, dentro de la casa no hay.
-Pero aun habiendo luz, ¿cómo podremos encontrar la aguja aquí si no es aquí donde la has perdido? Lo correcto sería llevar una lámpara a la casa y buscar allí la aguja.
Y Rabiya se rió.
-Son tan inteligentes para las cosas pequeñas… ¿Cuándo van a utilizar esta inteligencia para su vida interior?
“Los he visto a todos buscando afuera y yo sé perfectamente bien, lo sé por mi propia experiencia, que lo que buscas está perdido dentro. Usen su inteligencia. ¿Por qué buscan la felicidad en las cosas materiales? ¿Acaso la perdieron allí?
Todos se quedaron sin palabras y Rabiya desapareció dentro de su casa.
Usa tu inteligencia para buscar las cosas donde están y no donde no están, incluso si está oscuro. Busca dentro de ti.

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