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Autonomía, el momento de la verdad de nuevo

Las urgencias en Entre Ríos, Padcaya y Bermejo son sobre todo financieras, producto de una gestión negligente que consideraba que el petróleo iba a estar toda la vida por encima de los 100 dólares  El tratamiento de la Ley de Redistribución de Regalías llega de nuevo a su momento...

Las urgencias en Entre Ríos, Padcaya y Bermejo son sobre todo financieras, producto de una gestión negligente que consideraba que el petróleo iba a estar toda la vida por encima de los 100 dólares 

El tratamiento de la Ley de Redistribución de Regalías llega de nuevo a su momento decisivo. El 45 por ciento podría entrar hoy a debate en la Asamblea Legislativa Departamental, aunque todo apunta a que no lo hará ni hoy ni probablemente esta semana, ni tal vez en lo que queda de año. Fuentes del MAS insisten en que lo suyo será dejar el tratamiento en suspenso hasta 2020, después de elecciones, cosa que por otra parte sería lo óptimo, para que así cada cual se presente ante sus votantes con compromisos concretos y posiciones concretas sobre las que la gente tome decisiones, y no sobre etéreos compromisos de ser buenos, que al final no comprometen a nada.

El Chaco, mientras tanto, debatía hasta última hora si ir o no ir a un paro con bloqueos que, finalmente, perjudica principalmente a los chaqueños y que, además, puede dejar tocado el factor fuerza que las autoridades exhiben como principal argumento en esta negociación sui géneris en la que se ha convertido el Pacto Fiscal Departamental. Los analistas del lugar advierten que los discursos encendidos y bravatas de las autoridades ya no hacen mella y que los ciudadanos se han impermeabilizado a ese tipo de acciones. Probablemente porque entienden que la solución pasa por la política de un solo partido.

Vaya o no vaya la Ley de Distribución de Regalías o se postergue para cuando al menos se logre un Pacto Fiscal Nacional que garantice mayores ingresos y más estables para las Entidades Territoriales Autónomas, Tarija merece un diálogo sincero sobre lo que quiere y no quiere que pase con su territorio, con su unidad y con sus prioridades. Fijar de una vez un horizonte departamental compartido y sumar fuerzas para lograr estabilizar precisamente las fuentes de financiación.

El origen del conflicto por el 45 por ciento tiene un origen mucho menos místico que la apelación a la igualdad y a los derechos humanos. Las urgencias en Entre Ríos, Padcaya y Bermejo son sobre todo financieras, producto de una gestión negligente que consideraba que el petróleo iba a estar toda la vida por encima de los 100 dólares y que quería licitar lo más posible en el menor tiempo. Es el resultado de la gestión de Lino Condori y su improvisado manual de repartir plata a manos llenas para elevar los porcentajes de ejecución. Es el resultado de priorizar los intereses personales a los departamentales.

En algún momento Tarija debe decidir si quiere ser una mera suma de sus pueblos, sin mayores pretensiones que tener agua potable y cultivar su huerta para el día o pretende llegar algo más lejos. La renta petrolera en los POA de 2018, de Tarija y el Chaco, suma 1.800 millones de bolivianos, es decir, unos 3.600 por nuca de las que habitamos en este departamento. Es decir, más o menos 500 dólares para todo un año por persona. Es decir, la solución a nuestros problemas no está en el reparto proporcional de la plata, sino en la inversión coherente y positiva con la que, entonces sí, generar condiciones de vida para que se generen fuentes de empleo y oportunidades de desarrollo. La Autonomía vuelve a pasar por un momento clave.

 

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