La agenda pendiente de Evo en Tarija

Llega Abril y llegan los buenos deseos para Tarija. La vorágine de actos y entregas ya ha comenzado; es el tiempo de las palmadas en la espalda, de colocarse en las fotos, de hacer promesas y lanzar sonrisas. Tarija en abril suele tener un sol espectacular y da para muy buenas imágenes. En...

EDITORIAL
EDITORIAL
Llega Abril y llegan los buenos deseos para Tarija. La vorágine de actos y entregas ya ha comenzado; es el tiempo de las palmadas en la espalda, de colocarse en las fotos, de hacer promesas y lanzar sonrisas. Tarija en abril suele tener un sol espectacular y da para muy buenas imágenes.

En esas se han enfrascado todas las autoridades sea cual sea su rol en el departamento, pero especialmente se ha concentrado el Movimiento Al Socialismo que ha preparado una intensa agenda que ofrecer al primer mandatario, Evo Morales, para que este a su vez ofrezca al departamento; o más precisamente, a los municipios.

Ha habido ofrecimientos a la coordinación y cooperación, pero a estas alturas no parece que vaya a pasar más allá de lo puramente protocolar. Morales tiene una agenda propia conformada por pequeños proyectos municipales construidos con el Evo Cumple, el Fondo Indígena o alguno de los Mi Agua, Mi Riego, etc; alguna obra un poco mayor, como la del Estadio El Tónel en El Valle que prácticamente entra todo el municipios dentro, y sobre todo, la vía Entre Ríos - Palos Blancos, que es algo así como la joya de la corona al tratarse del tramo esencial de la ruta al Chaco.

Los que hoy por hoy le hablan al oído al presidente le han asegurado que es un agenda suficiente para tener réditos políticos entre los tarijeños y que, por lo tanto, no es necesario coordinar particularmente ni con el Gobernador ni con el Alcalde de Tarija, que tienen menos ladrillos que enseñar.

Al mismo tiempo, los más críticos refrescan la agenda pendiente con Tarija, que es abultada solo en las promesas recientes: Planta de Tratamiento de Aguas Residuales sin solución, Petroquímica relegada hasta 2023 mientras se depreda las áreas protegidas, anillo energético, conciliación en inversiones carreteras, aeropuertos, etc. Un buen montón de proyectos prometidos que avanzan poco o nada mientras nadie les da especial importancia.
En uno o dos meses los gurús de la nueva política calcularán los resultados del plan y, si son los mismos que lo diseñaron, le dirán al presidente que fue correcto. Mostrar, emocionar, convencer. Seguramente le dirán que así puede ganar en 2019.

Morales ya ha ganado en Tarija. Dos veces. Ganó antes de Lino Condori, y volvió a ganar a pesar de Lino Condori. En lo peor del pulso autonomista, en 2009, Morales sumó el 51 por ciento de los votos en el departamento de Tarija y apuntaló su mayoría absoluta nacional. En 2014 con una Gobernación intervenida por el equipo de Lino Condori y los recursos desapareciendo en proyectos invisibles, Morales volvió a calcar el 51 por ciento.

Morales mostraba entonces una actitud diferente como líder nacional, parecía preocuparse de verdad por los problemas de los pueblos de Bolivia, la economía funcionaba y eso le permitía ciertas licencias populistas que lo presentaban como más humano y cercano.

La derrota en las departamentales tuvo mérito del contrincante, pero sobre todo enormes fallos en la estrategia propia, desde la elección del candidato hasta el mensaje, pasando por la sucesión de zancadillas y el lavado de manos de la mayoría de las autoridades provinciales y municipales para la segunda vuelta una vez que aseguraron sus cargos con el MAS.

El MAS que venía de ganar perdió, pero en lugar de aprender de la derrota y recordar, optó por una estrategia que le ha llevado a límites insospechados en la pugna política. Tres años después y con los datos en la mano, no era necesario llevar el clima de la confrontación hasta el momento actual, en el que los alcaldes y otros líderes del MAS pechan por ver quien incomoda más o quien se presenta como el más alborotador perjudicador de la gestión de Oliva. Nada de esto ha ayudado al presidente Evo Morales y mucho menos al departamento de Tarija a salir de su situación actual.

Morales tiene una agenda pendiente con Tarija, una agenda que va mucho más allá de los proyectos pendientes, una agenda que tiene mucho más que ver con su papel de Jefe de Estado, con la necesidad de reconciliación e integración. Una agenda que se debe construir escuchando a los tarijeños luego de entender que no necesitan “regalos”.

Más del autor
Bendición de libertad
Bendición de libertad
Tema del día
Tema del día