Fueron pocos los países que crecieron en 2020
Guyana: la economía que creció más que ninguna otra
Guyana se ha convertido en la nación que más creció en 2020 a nivel mundial. Desde el pasado año comenzó a exportar millones de barriles de petróleo, lo que incrementó sus ingresos sustancialmente



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ientras se revisan los datos mundiales sobre crecimiento económico en el “año de la pandemia” (2020), es evidente el colapso de la economía global. La mayor parte son números negativos, algunos incluso de dos dígitos. Por su parte, los países que tuvieron un crecimiento positivo fueron pocos (menos del 10%), pero el mismo fue modesto, como le sucedió a China, que alcanzó su tasa de crecimiento más baja en los últimos 45 años. Sin embargo, al revisar esos datos, solo hay un país que durante el año pasado tuvo un crecimiento desproporcionado: Guyana.
Según datos del reciente informe sobre economía mundial de las Naciones Unidas, la pequeña nación suramericana habría crecido en 2020 en un 30,9%. Este colosal incremento del ingreso nacional –inusual incluso en una situación de bonanza económica–, tiene que ver con que desde finales de 2019, y con mayor impulso el pasado año, un conjunto de transnacionales situadas en Guyana comenzaron a explotar y exportar grandes cantidades de petróleo, luego de que en pasados años se descubrieran importantes reservas.
Lo cierto es que la economía guyanesa se transformará radicalmente en los siguientes años. Se estima que su producto interno bruto podría llegar a crecer en por lo menos un 300% hasta el 2025. Algunos analistas y medios de comunicación incluso han señalado que en los siguientes años Guyana se convertirá en el país más rico de la región.
Sin embargo, distintas instituciones de la sociedad civil han cuestionado seriamente el contexto de corrupción y poca transparencia que envuelve a este crecimiento económico y llaman a evitar “la maldición del petróleo”.
La difícil situación histórica de Guyana
Desde Bolivia se conoce muy poco de lo que sucede en Guyana. Y es que, aunque ambos países pertenecen a América del Sur y solo los separa Brasil, tienen historias muy disímiles. Si bien Guyana –que hace parte de “Las Guayanas” (Surinam, Guayana y Guayana Francesa)– tuvo como primera colonización a la española, posteriormente este territorio fue ocupado por holandeses y británicos (por eso es que su lengua oficial es el inglés). En 1966 se independizó de Gran Bretaña, intentando dejar atrás una historia de violencia y saqueos coloniales.
En 1970 el pequeño país se constituyó en una república, aunque ello no significó romper con las difíciles condiciones de dependencia estructural de su economía. Según datos del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), se estima que el 41% de su población estaba por debajo de la línea de pobreza en 2017. Además, su Índice de Desarrollo Humano lo sitúa en el tercer peor lugar de todo el continente americano, solo por encima de Haití y Honduras.
Grandes reservas de petróleo
El año 2015 la multinacional petrolera ExxonMobil descubrió grandes reservas en las costas guyanesas. Se estima que las mismas podrían alcanzar los 8 mil millones de barriles, lo que ha modificado drásticamente la perspectiva económica del país.
Luego de casi cinco años de preparativos, a finales de 2019, se inició la extracción de crudo, negocio que ha quedado en manos del consorcio en el que participan la transnacional ExxonMobil, Hess y la empresa china CNOOC.
Se estima que para 2025 Guyana estará exportando alrededor de 750 mil barriles de petróleo al día. Si bien esta cantidad no es mucho mayor a la que exportan otros países de la región, como Colombia, por ejemplo, la clave está en que la población de Guyana es reducida, misma que bordea tan solo los 800 mil habitantes.
Las expectativas de crecimiento del pequeño país eran mucho mayores a finales de 2019. El FMI había previsto que en 2020 crecería en un 86%, lo que significa que en un año llegaría casi a duplicar el tamaño de su economía. Sin embargo, la pandemia, la disminución de la demanda energética mundial y la caída de los precios internacionales del crudo, redujeron estas expectativas en casi dos tercios. Sin embargo, el crecimiento ha sido enorme si se compara con el resto de las economías del mundo.
¿La maldición del petróleo?
Distintos analistas han señalado que si bien “esta es una oportunidad única para el desarrollo de Guyana”, este fenómeno acarrea varios problemas. El primero y más evidente es que si bien los ingresos públicos de Guyana se incrementarán sustancialmente, lo cierto es que estos recursos solo equivalen al 15% del valor de petróleo exportado, mientras que el resto es gestionado por las grandes petroleras.
Por otro lado, también preocupa el fenómeno que en economía se conoce como la “enfermedad holandesa”, que tiene que ver con el incremento excesivo del precio de la moneda local como consecuencia de los ingresos por concepto del petróleo. Lo que, sin embargo, termina afectando a la competitividad del resto de los sectores económicos del país. Junto a ello, otro problema que arrastra Guyana es el de la excesiva corrupción que afecta a la gestión pública, problema que podría incrementarse de manera exponencial en los siguientes años.
Finalmente está el tema que tiene que ver con el impacto ambiental. En un mundo en el que la actividad humana –en especial aquella relacionada con el extractivismo– está llevando a un colapso de múltiples ecosistemas, las actividades de extracción de crudo en el mar abierto están siendo seriamente cuestionadas.