Un ahorro que es respaldo de la economía nacional
Las reservas internacionales que no dejan de esfumarse
El año 2020 cierra con una nueva caída de las reservas internacionales de Bolivia, una tendencia que ya se venía arrastrando desde antes de la crisis



Lejos quedó ese diciembre de 2014 en el que las reservas internacionales netas (RIN) alcanzaron su pico histórico. En ese momento el país había acumulado un total de 15.084 millones de dólares por ese concepto. Eran los tiempos de la bonanza económica, de los elevados precios internacionales de las materias primas, de la capacidad de cumplir los volúmenes de exportación de gas a los países vecinos.
Seis años más tarde, al finalizar el 2020 la situación es diametralmente distinta y la tendencia no deja de ser cada vez más preocupante. Las RIN cayeron hasta alcanzar los $US 5.276 millones, cifra que es muy similar a las reservas que el país tenía al finalizar el año 2007.
Pese a lo que se podría suponer, si bien el año de la pandemia ha vuelto a tener un resultado negativo en el flujo de las RIN, han sido otros años en los que estos recursos disminuyeron en mayor medida. Lo cierto es que la caída de estas reservas debe considerarse un problema estructural de la economía, que podría cobrar una factura elevada al país si no se toman los recaudos correspondientes.
La tendencia de las RIN
Durante el año 2020 las RIN bolivianas disminuyeron $US 1.192 millones. Sin embargo, un año antes el 2019 la caída de las mismas había sido de $US 2.478 millones. Aunque el año de mayor disminución fue el 2016, cuando en tan solo 12 meses estas se redujeron en $US 2.966 millones.
En realidad, desde diciembre de 2015 hasta diciembre de 2020, el valor de las reservas internacionales netas del país cayó 9.808 millones de dólares, una disminución de casi dos terceras partes de lo que, al final de cuentas, no es otra cosa que el excedente ahorrado de los bolivianos.
Es importante señalar, además, que las RIN están compuestas por “reservas monetarias” y “reservas en oro”. En este sentido, vale la pena apreciar que una parte de la caída en el valor de las RIN se ha visto compensada por el incremento del valor del oro, cuyo precio internacional se ha disparado a causa de la pandemia y de la crisis económica.
En un informe del Banco Central de Bolivia se señala: “Durante el primer semestre de la gestión 2020, el valor del portafolio se elevó de USD 2.095 millones a USD 2.459 millones, un incremento de USD 363 millones, por un mayor precio internacional del oro debido al incremento en la demanda del metal como activo refugio y de inversión”.
Esto significa que la caída de las reservas monetarias ha sido proporcionalmente mayor que la caída de las RIN en su conjunto. Si en diciembre de 2014 el valor de las reservas monetarias era de 13.462 millones de dólares, para finales de 2020 estas reservas cayeron hasta alcanzar los 2.613 millones de dólares.
Cuidar las reservas
Las reservas internacionales no han dejado de caer en los últimos años. Si bien distintos analistas coinciden en que la situación de las RIN aún está dentro parámetros aceptables, lo que preocupa es la tendencia.
En gran parte las RIN se están esfumando porque Bolivia tiene un tipo de cambio que abarata los productos importados respecto a los nacionales. Una política de estabilidad cambiaria como la que implementa el gobierno no puede dejar de tomar en consideración otras medidas para frenar este descenso sostenido de las RIN.