Las criptomonedas toman impulso en medio de la pandemia
Las monedas electrónicas en tiempos de crisis
Todos los mercados sufrieron cambios como consecuencia de las distorsiones económicas que resultaron de la pandemia, incluido el mercado de las monedas electrónicas.



En las últimas semanas, diversos titulares internacionales vienen recalcando que el valor de la moneda electrónica Bitcoin, se ha incrementándose de manera considerable. El motivo de ello es que, frente a situaciones de incertidumbre, muchos inversionistas han buscado “activos de refugio”. Aunque algunos economistas señalan que las monedas electrónicas son activos de refugio más riesgosos que el oro ‒metal que ha incrementado su valor de manera considerable en los últimos meses‒, la demanda de estas monedas sigue en ascenso.
En Bolivia, las monedas electrónicas o criptomonedas están vetadas por resolución del directorio del Banco Central de Bolivia (BCB). Sin embargo, en países vecinos ‒en especial en Argentina‒, el uso de las mismas vine aumentando de manera exponencial, más aún frente a un clima económico de mucha volatilidad.
En este sentido, es importante conocer cuáles son las particularidades de estas monedas y cómo la pandemia ‒y el escenario de incertidumbre‒ está impulsando su uso alrededor del mundo.
¿Qué son las monedas electrónicas?
Las monedas electrónicas o criptomonedas son dinero. Pero, a diferencia de las otras monedas tradicionales que están controladas por los bancos centrales de países o regiones, estás no tienen un centro de control.
Este tipo de dinero solo existe en internet, por lo que su generación, uso y almacenamiento es puramente digital. Estas monedas están resguardadas por cifrados de seguridad digital o criptografía ‒por eso el nombre de “criptomoneda”‒. “Esta forma de regulación funciona a través de una base de datos descentralizada, por lo general a través de una cadena de bloques o blockchain pública. Es un sistema de código abierto y de intercambio entre iguales”, señala un portal especializado en el tema.
El Bitcoin es la primera y más conocida de las criptomonedas. Entró en funcionamiento en 2009 y desde esa fecha hasta el presente hay un número cada vez mayor de usuarios. A su vez, diversas criptomonedas ‒con criterios distintos de uso‒ han ido emergiendo. Se estima que hay más de un millar de monedas electrónicas en la actualidad, entre las que más destacan están: Litecoin, Ethereum, Bitcoin Cash, Ripple, Dogecoin, etcétera.
Criptomonedas: riesgos y oportunidades
Bolivia fue el primer país del mundo en establecer una prohibición al uso de criptomonedas, el año 2014. Lo cierto es que aún existen muchas dudas sobre las implicaciones de este tipo de dinero en la economía global. Muchos especialistas señalan que con el tiempo reemplazará al oro como el principal activo de refugio internacional, otros afirman que con el tiempo podría convertirse en un medio de intercambio cotidiano, mientras que algunos no dudan en señalar que con el tiempo esta moneda desaparecerá.
En los últimos años se ha demostrado que las criptomonedas son volátiles y que factores que a veces tienen muy pocos efectos en otras monedas, para las monedas digitales pueden implicar drásticas variaciones ‒lo que conlleva grandes pérdidas o ganancias‒. También existen susceptibilidades por fraudes y ataques informáticos.
Aunque quizá el mayor problema que encuentran muchos es que las criptomonedas no están reguladas, lo que hace que no tengan respaldo estatañ y que, a su vez, esto pueda implicar que los bancos centrales pierdan capacidad de influencia en la economía.
Ahora bien, en contrapartida, muchos hackers y economistas críticos consideran que el hecho de que las criptomonedas sean monedas sin regulación estatal las hace interesantes.
“Bitcoin marca un antes y un después en la historia. Por primera vez la gente puede usar sin mucho miedo una moneda que no ha sido emitida por un ente central llamado Estado, rey, gobierno o Señor del Orbe Conocido […]. Obligar a las personas a usar una moneda creada y controlada por entidades centralizadas supone mantener a la gente en una relación de dependencia”, señala un activista defensor de estas monedas.
Se puede estar en acuerdo o en desacuerdo las criptomonedas, pero lo cierto es que son una realidad creciente, a la cual habrá que considerar más temprano que tarde.