Una campaña para desmantelar el poder de las transnacionales
Monopolios: las transnacionales a la conquista del mundo
Las empresas transnacionales más importantes del mundo tienen economías que superan a la de muchos países. Varias organizaciones y movimientos sociales intentan imponer límites a este poder



La cadena de supermercados Walmart es la transnacional que más factura en el mundo, según el portal FXSSI, durante el último año sus ingresos fueron de $US 524.000 millones de dólares. Es decir Walmart tiene ingresos 12,7 veces más elevados que el conjunto de la economía boliviana. El año 2019 el producto interno bruto del país alcanzó los 41.000 millones de dólares.
Según el sitio Spanish Revolution, “de las 100 mayores economías del mundo, 69 son empresas y el resto son Estados”. Esta desproporción en las empresas transnacionales está llevando a que acumulen un poder tan grande que incluso atenta contra el derecho internacional y las instituciones que lo garantizan.
Frente a este escenario, más de 200 movimientos sociales, redes y organizaciones de todo el mundo vienen impulsando la “Campaña Global para Reivindicar la Soberanía de los Pueblos, Desmantelar el Poder de las empresas transnacionales y Poner fin a la Impunidad”. Esta campaña intenta generar alianzas sociales para oponer resistencias al avance de estas empresas, así como también viene impulsando un Tratado Vinculante en las Naciones Unidas para regular a las empresas transnacionales (ETNs).
Poner un freno al poder de las transnacionales
Entre el 26 y 30 de octubre de este año se llevó a cabo, en las Organización de Naciones Unidas (ONU), el “Sexto período de sesiones del Grupo de Trabajo intergubernamental sobre las empresas transnacionales y otras empresas comerciales en la esfera de los derechos humanos”. En este contexto, la “Campaña Global para Reivindicar la Soberanía de los Pueblos, Desmantelar el Poder de las empresas transnacionales y Poner fin a la Impunidad”, presentó una propuesta de Tratado sobre Empresas Transnacionales.
Esta propuesta plantea la necesidad de que los Estados que son parte de la ONU “adopten las medidas jurídicas y políticas necesarias para asegurar la responsabilidad criminal, civil y de cualquier otro tipo de las ETNs respecto a vulneraciones de Derechos Humanos”.
Asimismo, se establece que las ETNs deberían ver limitada su actividad a partir de los siguientes preceptos:
1) Primacía de los derechos humanos: El instrumento internacional jurídicamente vinculante debe reafirmar la superioridad jerárquica de las normas de derechos humanos por sobre los tratados de comercio e inversiones.
2) Obligaciones directas para las empresas trasnacionales: El tratado debe establecer obligaciones jurídicas directas para las ETNs.
3) Responsabilidad solidaria: A fin de que cubra todas las actividades transnacionales, el Tratado debe abarcar todas las actividades a lo largo de la cadena de suministro de las ETN.
4) Para ser vinculante, el Tratado debe incluir una Corte Internacional y otras instituciones de cumplimiento
5) Derechos de las personas y comunidades afectadas: El Tratado debe reconocer la autoridad moral y legítima de las personas y pueblos afectados por las actividades de las ETNs.
Un Tratado de los Pueblos contra las ETNs
De la misma manera esta “Campaña” busca promover un acuerdo entre las sociedades civiles de distintos países para promover “la defensa de los derechos y el empoderamiento de los pueblos, especialmente los afectados por los crímenes y las violaciones de las transnacionales”.
La idea es que también se puedan lograr normas vinculantes para controlar a las empresas transnacionales en cada país y en distintos niveles de gobierno.