Oro boliviano en bóvedas europeas: un riesgo innecesario
Este mes de noviembre se conoció que, pese a reiterados intentos de Venezuela por repatriar 14 toneladas de su propio oro, depositadas en el Banco de Inglaterra, dicha entidad se ha negado a devolvérselo. Bolivia tiene al menos 42 toneladas -mitad sigue en Inglaterra y mitad en Suiza- que le...



Este mes de noviembre se conoció que, pese a reiterados intentos de Venezuela por repatriar 14 toneladas de su propio oro, depositadas en el Banco de Inglaterra, dicha entidad se ha negado a devolvérselo. Bolivia tiene al menos 42 toneladas -mitad sigue en Inglaterra y mitad en Suiza- que le han generado apenas 0,14% de interés este 2018. ¿Vale la pena el riesgo?
Reportes de distintas fuentes informativas internacionales (Reuters, RT, PanAm Post, Sputnik, entre otras) dan cuenta de que el Banco de Inglaterra se reúsa –hasta el momento- a devolver las 14 toneladas de oro venezolano, valuadas en unos 550 millones de dólares, pese a que Venezuela ya lleva más de dos meses intentando recuperarlo.
Las autoridades británicas afirman que ello se debe a medidas para prevenir el lavado de dinero u otros fines cuestionables. “Hay preocupación de que el señor Maduro se apropie del oro, que es propiedad del Estado, y que lo venda para beneficio personal”, citan los medios sin especificar la fuente que realiza la declaración.
Todo esto ocurre en medio de recientes sanciones desde EEUU y a los temores a mayores represalias. La negativa del banco inglés es interpretada por algunos analistas como síntoma de que se pueda embargar este tipo de activos en un futuro.
A lo largo del año se conoció que países como China, Rusia, Turquía e incluso Alemania, han estado no solo comprando más oro, sino también y sobre todo, repatriando su propio oro, antes depositado en EEUU y países aliados como Inglaterra.
Analistas internacionales como Andrei Kochetkov, Anna Kokoreva o Ariel Noyola, coinciden en señalar que las razones de estos movimientos se relacionan a la desconfianza en los países que lo custodian y al riesgo que supone tener las reservas fuera de la jurisdicción soberana, ya que la historia ha “demostrado claramente que EEUU puede imponer sanciones y congelar los activos de cualquier país en su territorio”, utilizando estos mecanismos como una forma de presión financiera.
Por su parte, Bolivia no parece tener intención de seguir los pasos ni siquiera de Alemania, y tampoco parece preocuparse de que su gobierno “antiimperialista” pueda sufrir represalias financieras de EEUU o sus aliados.
Criando cuervos
“Cría cuervos y te sacarán los ojos” es un refrán español que se refiere a la ingratitud o a la traición. Aunque pueda ser infundado o injusto con esas inteligentes aves, el refrán es ilustrativo de lo que está sufriendo Venezuela, y de lo que justamente Alemania, China, Rusia o Turquía buscan evitar. Y del riesgo al que Bolivia está exponiéndose voluntariamente.
Durante largos años de gobierno bolivariano, Venezuela mantuvo depositadas no solamente sus Reservas Internacionales Netas (RIN) en el “imperio”, sino también su oro. Años atrás, el expresidente Hugo Chávez repatrió al menos 99 toneladas del precioso metal, en una medida consecuente con su discurso. Sin embargo, se mantuvo una cantidad en bóvedas del norte.
Al igual que Venezuela, Bolivia lleva casi 3 lustros de gobierno de Evo Morales financiando a los países desarrollados, tanto con sus reservas de divisas (mayormente dólares) como con su oro.
La última información oficial sobre el oro boliviano fue provista por el expresidente del Banco Central de Bolivia (BCB), Marcelo Zabalaga, quien indicó que los lingotes físicos se encuentran depositados en Inglaterra y Suiza.
Según Zabalaga, Bolivia cuenta con 42 toneladas de oro. Hoy en día, esos lingotes valen aproximadamente 1.688 millones de dólares (valor que fluctúa según el precio internacional de este metal).
Según el último Informe de Administración de las RIN del BCB, al 30 de junio de 2018, las reservas totales equivalían a 9.522,2 millones de dólares, de los cuales el 18,2% (1.727,7 millones de dólares) era oro.
Hasta el 31 de julio el valor de ese oro bajó a 1.687,8 millones de dólares y se estima que actualmente esté en un nivel similar. Sin embargo, a noviembre las RIN cayeron a 8.600 millones según el propio BCB. Por lo que la proporción del oro sería aproximadamente el 19% del total de las RIN.
Riesgos aparte
Este oro está en bóvedas suizas e inglesas, y corren el mismo riesgo que el oro venezolano, alemán, ruso, turco. La diferencia es que los europeos y eurasiáticos están reduciendo ese riesgo al repatriar su oro. Bolivia lo deja en poder de quienes pueden convertirse, en cualquier momento, en sus verdugos.
A su vez, este oro depositado en Inglaterra y Suiza, es “invertido” (léase prestado) en bancos franceses, estadounidenses y británicos. Así lo muestra el citado informe del BCB al 31 de diciembre de 2017: “El portafolio (oro) está invertido en su totalidad en el sector bancario.
Al finalizar la gestión 2017, la exposición a bancos franceses alcanzó el 47%, a bancos de EEUU se incrementó de 0% a 39% por las atractivas tasas de estos emisores en este año y a bancos del Reino Unido el 14%”.
El problema adicional es que además de financiar a estas economías desarrolladas, y del riesgo que se sufre al hacerlo, Bolivia recibe beneficios ínfimos. Según el informe del BCB al 30 de junio de 2018, entre enero y junio el oro tuvo un rendimiento de apenas 0,14%. Y el total de las RIN de apenas 0,78% en el mismo periodo de tiempo.
Ciertamente, según la agencia calificadora de riesgo Fitch, que Bolivia usa para justificar el destino de sus reservas de oro y de divisas, este país no corre ningún riesgo crediticio. Pero los hechos muestran que sí corre otro tipo de riesgo, que ninguna calificadora angloamericana considera.