BRICS: ¿una alternativa aún atada a las viejas estructuras?
¿Hasta qué punto los BRICS (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica) están confrontando las ideas existentes sobre el desarrollo, construyendo nuevos cimientos, o simplemente negociando con las estructuras existentes?La académica e investigadora de la Universidad de Ciudad del Cabo y del...



¿Hasta qué punto los BRICS (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica) están confrontando las ideas existentes sobre el desarrollo, construyendo nuevos cimientos, o simplemente negociando con las estructuras existentes?La académica e investigadora de la Universidad de Ciudad del Cabo y del Instituto para el Diálogo Global de Pretoria (Sudáfrica), Karen Smith, reconoce que los países emergentes están promoviendo nuevas ideas sobre el desarrollo y la modernización, y que con crecientes cantidades de recursos en asistencia al desarrollo, los países pobres “ya no están atados a los modelos de desarrollo de occidente a través de la ayuda condicionada”.Pero más allá de eso, en el fondo y en general observa que “el comportamiento de los BRICS, hasta ahora, indica que están más orientados hacia el statu quo de lo que su retórica sugiere. Todavía no han logrado convertirse en un reto a la hegemonía institucional del Norte ni al marco de políticas neoliberales”.Otro problema es que el crecimiento del comercio entre los BRICS y los demás países del Sur global (países en desarrollo) se debe en gran medida, a la extracción de recursos naturales por parte de los Estados del BRICS. Como consecuencia, hay preocupaciones que un creciente acceso a mercados por parte de los BRICS podría llegar a prevenir que los países pobres desarrollen su propia base industrial, generando patrones de comercio asimétricos que mantendrían a las economías periféricas en dependencia de la exportación de commodities. En este sentido, el profesor e investigador de la Universidad de KwaZulu-Natal (Sudáfrica), Patrick Bond, considera que los BRICS están relegitimando el neoliberalismo, y resalta que “las industrias extractivas de súper explotación basadas en la mano de obra migrante [...] continúan siendo el principal modo de compromiso de los BRICS con África”.Riesgos de neocolonialismoEl hecho de que “el patrón de desarrollo extractivista y primario exportador” se haya profundizado en los países en desarrollo, hace que la presencia de China conlleve “el riesgo de reproducir vínculos neocoloniales apenas alterando la relación subordinada con los países centrales”.En ello coinciden los investigadores Alejandro Pelfini (FLACSO Argentina, Universidad Alberto Hurtado de Chile, y Universidad de Friburgo), GastonFulquet (consultor en la Secretaria de Ambiente y Desarrollo Sustentable de la Nación, Argentina), y Karina Bidaseca (Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas, Argentina).En un reciente artículo académico, los investigadores afirman que en el ámbito económico, “la cooperación comercial es donde los países BRICS han demostrado menor capacidad de realizar aportes significativos en términos tanto conceptuales como instrumentales”, y que “es la cooperación financiera de los BRICS, materializada a través de la iniciativa del Nuevo Banco de Desarrollo, la que se habría priorizado por sobre la búsqueda de complementaciones comerciales”.Es por ello que están tratando de averiguar si la creciente presencia de China en América Latina “representa simplemente una reedición de viejos modelos neocoloniales; o si estamos ante una etapa nueva, con posibilidades de establecer relaciones menos asimétricas, de mutua dependencia y colaboración”.Límites y posibilidades“A nuestro juicio, la balanza se inclina por considerar a los BRICS como agentes efectivos en la construcción de un orden multipolar, aunque más que bregar por su transformación, su accionar se centra en realizar ajustes en el sistema internacional orientados fundamentalmente a permitir su participación en las instituciones existentes y con procedimientos más transparentes y universalistas”, destacan Pelfini, Fulquet y Bidaseca.Estos cambios de por sí ya son buenos, coinciden estos expertos, pero en última instancia “distan de estar pensados para el conjunto donde los BRICS aparecerían como una vanguardia del viejo Tercer Mundo. Más bien los ajustes son negociaciones que apuntan a generar pequeñas ventajas comparativas para beneficio propio”.El tema será si los demás países en vías de desarrollo podrán aprovechar estas ventajas. En gran medida ello depende tanto de lo que hagan los propios países subdesarrollados como el rol que decidan jugar los BRICS en sus regiones, donde tienen que asumir liderazgos integradores y no caer en tentaciones subimperialistas o neocoloniales.“Esa es una tarea política concreta que se abre y que pone el acento en la relación entre la semi-periferia y la periferia”, indican los investigadores.