Tras el 4-0 en Montevideo
Rescalvo confía en la remontada del Tigre ante Peñarol
El DT del cuadro aurinegro está convencido de remontar el 0-4 ante Peñarol en el Siles
Ismael Rescalvo llegó con una sonrisa y bastante entusiasmo a La Paz tras haber acompañado a su esposa al alumbramiento de su primogénito en Miami.
El nacimiento del bebé de nombre Nicolás dejó más tranquilo al entrenador atigrado que se había trasladado a Miami para su nacimiento que demoró más de lo previsto, según fuentes dirigenciales atigradas.
Y ayer por la tarde se puso manos a la obra en el estadio Rafael Mendoza, agarró el timón que había dejado en manos de su gemelo Juan, con el que estuvo en contacto permanente, en la planificación de los diversos partidos, tanto del torneo Clausura como del encuentro de ida ante Peñarol en el “Campeones del Siglo”.
Ismael al igual que su hermano Juan está convencido de que no todo está dicho, no obstante la goleada del partido de ida por 0-4.
“Estamos ilusionados y convencidos de que se puede dar la vuelta, está difícil, pero sabemos que contamos con un equipo que puede, que tiene que arrollar al rival y hacerlo sufrir, tenemos que hacer un partido perfecto”, afirmó el entrenador valenciano quien ya comenzó a mover las fichas para el encuentro del próximo miércoles, donde entrará a matar o morir el cuadro atigrado.
The Strongest necesita anotar cuatro goles y esperar que no le conviertan ninguno para avanzar a cuartos de final de la Copa Libertadores.
Los atigrados no contarán con Rodrigo Ramallo quien padece de una distensión ligamentaria y estará de baja entre dos a tres semanas. En tanto que la lesión de Jaime Arrascaita es más benigna, sufre de una contractura muscular en el bíceps femoral y será evaluado en las próximas horas para ver si será tomado en cuenta o no.
Salvo estos casos, los atigrados contarán con todas las piezas que requiere Ismael Rescalvo. Uno de los jugadores de recambio es Bruno Miranda, quien afirmó a propósito que “no tenemos tiempo para lamentarnos, nos duele haber perdido pero tenemos la revancha, no nos va a quitar el mal sabor de boca y hay que cambiar de chip”.