Sin Lewandowski y otros de jugadores de peso
El Barça da el golpe en el Bernabéu y toma ventaja
Pese a las importantes bajas de Lewandowski, Pedri, Dembélé y Christensen, el equipo de Xavi logró llevarse el triunfo del Bernabéu con un gol en propia puerta de Militao en la ida de las semifinales de Copa
En Madrid se frotaban las manos en vísperas del Clásico tras las dos derrotas consecutivas del Barça y veían una oportunidad única para dejarlo KO en la Copa e intentar que las dudas le llegaran también en la Liga. Sin embargo, quien acabó dando el golpe fue el FC Barcelona. En un Clásico que no pasará a la historia, el conjunto azulgrana se aplicó como equipo, tal y como le pidió su técnico, y acabó llevándose un gran botín de cara a la vuelta del próximo día 5 de abril en el Camp Nou y pensar en un a posible final. No fue el baño de Riad, donde el Barça atropelló al Madrid, pero tampoco necesitó mucho el conjunto azulgrana para llevarse otro nuevo triunfo. De hecho, el gol fue en propia puerta de Militao, tras un rechace de Courtois a un disparo de Kessie. El propio Kessie pudo haber marcado el 0-2 en la segunda mitad, pero Ansu Fati lo evitó al no saltar cuando Courtois ya estaba vencido en el suelo.
Con Marcos Alonso y Kessie
A las bajas ya conocidas de Lewandowski, Pedri y Dembélé por lesión se le sumó la de última hora de Christensen, que con problemas en un tobillo inició el partido en el banquillo. Su lugar lo ocupó Marcos Alonso. Xavi volvió a apostar por cuatro centrocampistas -Busquets, Kessi y De Jong, más Gavi como falso extremo zurdo- y Ferran Torres haciendo de Lewandowski. La apuesta le salió redonda a Xavi en la primera parte, pues el Barça se fue al descanso con 0-1 en el marcador gracias, entre otras cosas, porque sus jugadores actuaron como un equipo, tal y como pidió en la víspera.
Eso sí, el inicio de los azulgrana fue bastante dubitativo. Al minuto, Modric logró plantarse solo ante Ter Stegen después de ganarle la espalda a Marcos Alonso con un gran pase al espacio de Carvajal. Koundé, que estuvo inconmensurable, logró finalmente tapar al croata para que se quedara sin ángulo en el remate. Las pérdidas de balón fueron constantes por parte del Barça, mientras Xavi se desesperaba desde la banda.
En medio del desconcierto inicial azulgrana, Vinicius lo probó por la izquierda tras irse de De Jong y Araujo, pero su disparó salió muy desviado. A los 12 minutos, en otro despiste de la zaga azulgrana, Benzema logró rematar a gol, pero el tanto fue anulado por fuera de juego. Después de un nuevo intento de Vinicius por la izquierda tras irse de Araujo y que el balón lo acabara blocando Ter Stegen, el extremo madridista mostró su otra cara.
El brasileño, fruto de la impotencia ante una jugada conducida por De Jong, acabó derribando al neerlandés al estilo rugby y Munuera Montero no dudó en pitar la falta y mostrarle la amarilla. Con sus gestos habituales de desaprobación puso de inmediato al público del Bernabéu en contra del árbitro.
Justo en el siguiente minuto, el Barça, que hasta entonces no había hecho nada, dio el primer golpe. Ferran, en la zona de tres cuartos, dio un pase en profundidad a Kessie que entraba desde la segunda línea y el marfileño chutó dentro del área. El balón lo rechazó Courtois pero el infortunio se alió con Militao, que tocó el esférico y lo introdujo en la portería blanca, sin que Nacho pudiera evitarlo. El árbitro lo anuló inicialmente por posible fuera de juego, pero el VAR lo acabó validando y el Barça logró ponerse 0-1 en el marcador.
Antes del descanso, con los azulgrana ya más asentados, el Madrid lo probó con tres fogonazos. Primero Modric, que chutó por encima de la portería de Ter Stegen cuando Kessie llevaba tendido dentro del área azulgrana desde la jugada anterior por un balonazo involuntario de Koundé en un despeje. Luego Carvajal desaprovechó un regalo de Kross con un pase medido y al final, Militao decidió cruzarse todo el campo para plantarse en la portería culé, aunque su esfuerzo quedó en vano.
Tras el descanso, poco se alteró el guion. El Barça, con el marcador a favor, se limitaba a no arriesgar el balón y a buscar el momento ideal para atacar, mientras que el Madrid lo intentaba con más voluntad que acierto. Con Vinicius completamente anulado por Araujo, Ancelotti decidió dar un paso adelante y sentó a Nacho, un defensa, para meter a Rodrygo, un delantero en el 67. Xavi también movió el banquillo y dio entrada casi seguido a Ansu Fati por Raphinha, que se aplicó al máximo en defensa, pero que no tuvo su noche en ataque perdiendo muchos balones, si bien tampoco encontró muchas veces quien lo acompañara.