Análisis: Real Zaragoza, el séptimo club más ganador de España, es la nueva casa de Jairo



Gabi y Diego Milito, Rubén Sosa, Jorge Valdano, José Luis Chilavert, Pablito Aimar, Cafú, Jorge D´Alessandro, el Toro Acuña, Chupete Suazo, Conejo Rebosio, Gustavo Poyet, Darío Franco y hasta la bruja Berti, Arrúa y compañía. Puestos uno detrás de otro suena a selección y todos tienen algo en común: todos pasaron por las filas del Real Zaragoza, equipo clave en la carrera de muchos de ellos, y del que desde hoy forma parte Jairo Quinteros, el central boliviano con más proyección del país y que da su salto a Europa de la mano de un equipo histórico, eso sí, en horas bajas.
El Real Zaragoza, el sexto más laureado del fútbol español (1 Recopa, 1 Copa de la UEFA -exferias- y seis copas del Rey, además de varios subcampeonatos) arranca su décima temporada consecutiva en segunda división después de una gestión penosa en la primera década del siglo, donde la especulación inmobiliaria alrededor de la construcción del nuevo campo de fútbol y las aspiraciones de algunos políticos acabaron sepultando en el infierno de segunda al club referencia de la quinta ciudad de España.
Tras la salida del presidente y máximo accionista Agapito Iglesias en 2014, tras liquidar hasta el último euro de la indemnización por descenso de categoría, una Fundación se hizo cargo del club transitoriamente, tratando de sanear sus cuentas, por lo que nunca llegaron a invertir en el equipo de forma seria para recuperar el lugar que por historia corresponde. Aún así ha acariciado tres veces el ascenso arropado por lo más de 23.000 socios que siguen acompañando al club en sus penurias, de largo el más seguido de segunda y el octavo de todo el fútbol español. Este verano se concretó el cambio de propiedad y asumió un grupo estadounidense con Jorge Mas – dueño del Inter de Miami y socio de David Beckham – al frente, pero donde también hay sinergias con el Millonarios de Colombia o el Lenz francés. El arribo de Quinteros es precisamente la primera de esas sinergias.
Competencia
En principio el Zaragoza incorpora a Jairo Quinteros en el rol de cuarto central luego de haberse desprendido de Enrique Clemente, ex internacional sub 21 con España que recaló en Las Palmas en una operación poco entendible para la afición maña. El rol de cuarto central en el Real Zaragoza lo abandonó la temporada pasada Alberto Guitián para saltar precisamente a Bolívar, por hacerse una idea del nivel requerido en una segunda división no exenta de calidad.
El Real Zaragoza cuenta con una pareja de centrales de alto nivel y consolidada después de que en la temporada 2021-2022 se quedará como la octava escuadra menos goleada y contribuyera a apuntalar la permanencia sin problemas en la defensa. Se trata de la conformada por Jair Amador y Alejandro Francés.
Jair Amador es un central contundente de 32 años, portugués y asentado en una categoría que conoce bien. En el equipo desde 2020 se ha convertido en un seguro de vida en la zaga gracias a su corpulencia, que también sirve en ataque a balón parado. Por edad y experiencia, no es un jugador que acumule muchas tarjetas ni tampoco lesiones, pero siempre durante el año dejará oportunidades.
Alejandro Francés, por el contrario, es la joya de la corona de la cantera blanquilla. Con solo 20 años arranca su tercera temporada confirmado como titular indiscutible en una categoría donde está ganando experiencia, ya que está en la cartera de los principales clubes de España que siguen su evolución también de cerca en los partidos de la Selección sub 21, donde también es el titular en su posición después de haber recorrido todas las categorías con notables números. El Sevilla ha sido el club que más lo ha sondeado como posible recambio de Koundé, aunque el rechazo a negociar por parte de la nueva Directiva – aunque aún es posible que hoy se deposite la cláusula – lo ha mantenido en la capital del Ebro.
Las convocatorias con la sub 21 también le permitirán a Quinteros tener oportunidades para aparecer en la primera plantilla.
Convencer a Carcedo
Con los dos puestos de titular cubiertos, la batalla de Quinteros será en realidad con Lluis López, quien durante el año pasado fue el tercer central, empleado ante las bajas eventuales de Jair y Francés, pero que ha dejado numerosas dudas por su falta de contundencia y baja talla.
López llegó a Zaragoza en 2021 después de no lograr asentarse en el Espanyol en segunda división, por lo que vio aún menores opciones de jugar cuando este logró el ascenso a primera. Aún así se trata de un jugador con buen pie y carácter, dos de las cualidades que pide Juan Carlos Carcedo, el DT al que la nueva propiedad le ha encomendado el proyecto que tiene por objetivo el ascenso a primera.
Carcedo es un técnico de la nueva generación, mucho más estudioso del fútbol de posición y que creció a la sombra de Unai Emery. Su idea de juego pasa por una salida limpia de balón, presión alta y cierta verticalidad que todavía viene puliendo.
La afición zaragocista es bastante exigente con sus jugadores, especialmente en los puestos sensibles, donde se les pide contundencia y esfuerzo. Por historia y por afición, en Zaragoza el objetivo siempre es el ascenso y este año no será la diferencia. Quinteros, en la medida en que sume al objetivo, tendrá su recompensa.