El delantero jugará el miércoles su último partido con el “Millonario”
Locura de los hinchas de River por despedir a Julián Álvarez
Los simpatizantes hicieron cola en el Camp de Ezeiza para saludar al “Araña” y llevarse un recuerdo antes de su último partido con la casaca de River



"Olelé, olalá, Juli es de River, de River no se va". No hubo frío ni oscuridad que apagara la pasión, el amor por ese joven cordobés con apodo de superhéroe y con poderes futbolísticos que rozan lo sobrenatural. Por ese goleador que los llenó de alegría y de orgullo por ser un producto marca registrada made in Núñez. Ni siquiera la tensión y la incertidumbre de la revancha de este miércoles contra Vélez por los octavos de la Copa Libertadores eclipsa la melancolía y la sensación de una pérdida muy difícil de superar. Cerca de cien hinchas de River se acercaron este lunes al Camp de Ezeiza para poder sacarse una foto, llevarse una firma o simplemente saludar a Julián Álvarez a horas antes de su última función en el equipo de Marcelo Gallardo y de su posterior -e inmediata- partida al Manchester City de Pep Guardiola.
El horario de inicio del entrenamiento estaba previsto para las 16.00 (hora argentina) aunque un rato antes se empezó a notar la llegada de numerosos grupos y de familias. Una gran parte de esos hinchas, con la 9 de la Banda que el Araña usará el miércoles en el Monumental por última vez, al menos en esta etapa de su incipiente carrera. Otros, con afiches con recortes de diario, entre los que se destacaron páginas de Olé y con mensajes de cariño y buenos deseos para su futuro. Obviamente, se armó una espera a puro cantito con dedicatoria especial, en la que prevaleció el "Olé, olé, olé, olé, Juliii, Juliii" y se filtró, esporádicamente, algún "Araaaña, Araaaña". Además, el joven ídolo recibió varios regalos, como una caja de golosinas... Y muchas lágrimas de emoción.
Ya con el ocaso del sol y luego de espiar desde lejos cada movimiento del delantero estelar en la práctica, los fieles recibieron el esperado gesto de Julián, que se bajó de su auto para compartir unos 15 minutos inolvidables con todos ellos: desde las 18.20 hasta las 18.35. Claro, no hubo tiempo suficiente para que todos se llevaran sus camisetas, remeras o cualquier otro elemento con la firma del goleador. Tampoco, para que cada uno pudiera tomarse una foto individual con el pibe de oro: se pidió que formaran grupos para evitar que se hiciera demasiado extenso ese momento.
La recompensa y la emoción de la insistente Delfina
La joven Delfina ya había hecho el intento otras tres veces y nunca había logrado ni siquiera saludar a Julián. En esta ocasión, se había preparado un afiche oscuro decorado con recortes de Olé y apenas se acercó a Álvarez se quebró de la emoción y empapó con su llanto el regalito que tenía para el 9. Esta fanática tuvo la posibilidad que otros no consiguieron, pero no por decisión del futbolista de 22 años sino por la gente que se encargó de ordenar esa despedida mutua de los hinchas con el delantero. De todos modos, el Araña espera una despedida mucho más eufórica y gloriosa en el Monumental. Sueña con un triunfo contra Vélez para dejar a River en los cuartos de la Libertadores y, como yapa, poder convertir el gol que iguale la marca de Rafael Borré como máximo goleador del ciclo Gallardo...
Por la crisis económica, peligra el pase de Borja a River
Llegar a un acuerdo a nivel internacional en el mercado de fichajes sudamericano no es una tarea para nada sencilla. Las esperanzas por parte de River Plate en tener a Miguel Borja entre sus filas estaban por los cielos hasta que un problema propio de Argentina se encargó de pausar todo tipo de gestiones y lentamente dilatar las negociaciones que llevaron mucho trabajo hasta llegar a un punto medio con Junior y Palmeiras: el Banco Central tiene cerradas las transferencias de dólares al exterior desde hace una semana y el Millonario no es la excepción.
El cuadro de Núñez necesitó tener luz verde tanto de los colombianos como de los brasileños para avanzar en las gestiones. Al tener cada uno el 50% de la ficha, Jorge Brito y compañía logró acodar una oferta que alcanzaba los 7 millones de dólares. River estaba listo para transferir la primera parte de aproximadamente 1.5 millones de la misma moneda y así lograr que el delantero viaje al país para realizarse la revisación médica, hasta que de la nada apareció una inesperada traba traba en la rueda.
El Millonario necesita encontrar la solución al problema antes del próximo jueves 7 de julio: si se pasa esa fecha, no podrán anotar a Borja en la lista de la Liga Profesional de Fútbol. La falta de dólares en el país generó la medida por parte del Banco Central y con la salida de Martín Guzmán como Ministro de Economía, el tema se complicaría aún más. Las esperanzas están vinculadas a las determinaciones que tomará Silvina Batakis cuando haga público su primer paquete de medidas.
A la espera de una confirmación oficial de equipo argentino, Borja aguarda en Colombia la autorización para viajar a Buenos Aires para presentar los exámenes médicos y estampar su firma en el contrato. La trasferencia toma más forma aún luego de la particular publicación del atacante en sus historias de Instagram, en donde cita: “El Tiempo de Dios es perfecto”. En paralelo, el jugador se despidió de sus compañeros de Junior con una invitación a un popular restaurante de Barranquilla a cenar.
De estrecha relación con Juan Fernando Quintero, Miguel hasta resignó parte de una deuda que el Palmeiras mantenía con él para que los clubes lleguen a un acuerdo. Los números finales serían 3.5 millones de dólares estadounidenses para el cuadro colombiano y 2 millones al club brasileño junto con una adición de un millón adicional, configurándose finalmente en un movimiento de aproximadamente siete millones. Pero con el estado económico de Argentina y el reloj corriendo hacia el cierre del mercado, la transferencia podría correr un grave riesgo.