En buen partido de Vinicius
El Madrid no se apiada de un Levante descendido
Los blancos ofrecieron su versión más pragmática y pasaron por encima de un equipo que ya es de Segunda División
En el Real Madrid - Levante unos se jugaban la vida y otros la tenían ya resuelta. Sin embargo, el partido demostró todo lo contrario. Y no por falta de ganas en el equipo visitante, sino por exceso de pegada en el local. El Madrid, que sigue afinando puntería para la final de la Champions, llenó la mochila de confianza con este 5-0 y vació las esperanzas de un Levante que dice adiós a Primera consumando su descenso.
Un asedio
El partido comenzó raro, con un Levante volcánico, enchufado, pero su lava (o sus voltios) se enfriaron cumplidos los diez minutos de partido, que fue justo el tiempo que tardó el Real Madrid en activarse y comenzar el asedio. Porque fue un asedio.
Cuatro goles y otras muchas ocasiones firmaron los blancos hasta llegar al descanso. Firmaron un acoso y derribo que por momentos fue angustioso pues el Levante, que estaba descendido si caía en el Bernabéu, solo pudo perseguir sombras detrás de un balón.
Desde que Mendy se rebeló y abrió el marcador en el 12', todo fue cuesta abajo. Al poco tiempo, Vinicius puso un 'caramelo' a Benzema para que, a placer, igualara a Raúl González como segundo máximo goleador de la historia blanca. Rodrygo hizo el tercero a pase de Modric y Vinicius siguió la misma fórmula para el 4-0. Y es que sí, fueron cuatro goles pero pudieron ser cuatrocientos. Entre medias hubo tres palos (los tres de Valverde), un gol anulado y ocho paradas de Cárdenas.
Una pesadilla
Ya tras el descanso, el Madrid pareció bajar de revoluciones y eso lo aprovechó el Levante con las tímidas llegadas del que aún quiere conservar el honor. Alecsio Lisci hizo varios cambios para dar aire al equipo y Ancelotti también pero para dar descanso y recompensas a Peter y a Gila, dos mirlos del Castilla.
Entonces, el partido siguió por el mismo cauce y el mismo recital de Modric y su exterior, Benzema y sus regates y Vinicius y sus goles, con dos más para firmar hat-trick, set y partido. Y cerrar así la noche, tan plácida para unos y tan amarga para otros.