El portugués no gravitó en el partido, tampoco su equipo lo ayudó
Cristiano, protagonista invisible en el Metropolitano
Cierto es que, además, en las últimas semanas, Cristiano parece luchar contra otro rival al que ya sabe de sobra que no puede ganar: el tiempo. Al ‘7’ no le han sentado bien los 37
En todos estos años, Cristiano Ronaldo ha conseguido ser protagonista en los partidos hasta por el hecho de no tener protagonismo. La vida de una superestrella es así. Los focos no le siguen, le persiguen, y sus quejas y aspavientos hacen a veces más ruido que sus goles. Y en el Metropolitano fue lo que ocurrió. Ruido de abucheos evidentes y sonoros cada vez que tocaba el balón que no parecieron apagarle, eso sí, aunque tampoco le encendieron (o le incendiaron) como en otras ocasiones.
Y es que ante el Atlético de Madrid, el portugués se mostró más preocupado que ocupado. Estuvo hablador con sus compañeros y estuvo hablador con el árbitro, y con razón, pues también recibió alguna 'caricia' de más.
Tampoco tiró a puerta. Tan solo causó miedo con su coreografía y puesta en escena en el lanzamiento de falta del que dispuso en el tramo final. No pudo transformar ese miedo en pesadilla.
Su rival más complicado
Cierto es que, además, en las últimas semanas, Cristiano parece luchar contra otro rival al que ya sabe de sobra que no puede ganar: el tiempo. Al ‘7’ no le han sentado bien los 37 y acudimos a la certeza que por momentos él y Messi pusieron en duda: los años también pasan para los seres que no parecen humanos.
Y así, con un protagonismo invisible, Cristiano Ronaldo se fue del Metropolitano con lo que vino, con fuerte sonido de viento. Y un empate. Pero también con la mochila llena de confianza, que no se le agota, para intentar responder en la vuelta a todas las preguntas que se le han quedado pendientes en esta ida. Algo que ya hizo con la Juventus, con el Real Madrid y que seguirá haciendo juegue donde juegue porque es Cristiano Ronaldo. Y eso lo explica todo.