Copa Libertadores
Boca empató con Mineiro con polémica actuación del VAR
El Pulpo González había puesto en ventaja al Xeneize, pero el árbitro Andrés José Rojas Noguera anuló la conquista del volante a instancias de la revisión tecnológica
Habían pasado 43 días de la última presentación oficial de Boca antes de su regreso a la Copa Libertadores. Con Agustín Rossi, el Cali Izquierdoz y Sebastián Villa como sobrevivientes de aquella eliminación ante Racing en la semifinal de la Copa de la Liga, el Xeneize salió a La Bombonera con el espíritu renovado en el primer duelo de los octavos de final contra el Atlético Mineiro.
En los primeros movimientos el conjunto brasileño intentó adueñarse de la posesión de la pelota, pero la constante presión de Briasco, Pavón y Villa atentó contra la salida limpia de la visita.
Alguna desinteligencia entre Izquierdoz y Rossi pudo complicar a la última línea del equipo de Russo, mientras que el laboratorio ensayado en la semana generó peligro en el área visitante gracias a la velocidad de Pavón.
Como el pleito se disputó lejos de los arcos, el dueño de casa apostó por disparos de larga distancia a cargo de Marcos Rojo y Cristian Medina, pero ninguno representó inconvenientes para Éverson.
La paridad se terminó cuando el Pulpo González aprovechó una serie de errores defensivos y puso a Boca arriba en el marcador. Los pésimos cierres de Nathan y Réver, junto con la apresurada salida del arquero, le permitieron al ex volante de Racing y Lanús festejar el 1 a 0. Sin embargo, la intervención del VAR anuló la conquista por una supuesta infracción de Briasco contra uno de los centrales. Una polémica que calentó el choque por la inoperancia de los asistentes que siguieron el encuentro a través de las pantallas.
Antes del descanso Boca volvió a generar una ocasión para llegar a la red a través de un centro de Pavón que conectó el Pulpo González con una palomita perfecta. El destino de la pelota al lado del poste despertó emociones, pero Éverson reaccionó con jerarquía y ahogó el grito del Xeneize.
En el complemento el elenco de Russo salió con una actitud mucho más agresiva. El velocista colombiano logró desarticular a la última línea brasileña y buscó al ex Huracán, quien cabeceó incómodo y dilapidó el envío por encima del travesaño.
La fórmula xeneize estaba en los centros de Pavón. El extremo con pasado en la MLS fue la herramienta más punzante para preocupar a la defensa del Atlético Mineiro. Y cuando el cronómetro marcaba la media hora de la segunda etapa se asoció con el Pulpo González, pero el volante resolvió con deficiencia. El lamento de Russo fue un gesto generalizado por la clara situación que dilapidó el mediocampista en su última intervención, dado que el entrenador lo reemplazó por Alan Varela.
Con una estructura sólida en defensa, el sacrificio en Briasco, la velocidad de Pavón y las proyecciones de Weigandt, Boca fue superior a su rival pero no logró plasmarlo en el resultado. Los de Miguel Ángel Russo deberá buscar la clasificación a los cuartos de final el próximo martes 20 de julio en el estadio Raimundo Sampaio de Mina Gerais. Por lo demostrado en el Alberto J Armando, el conjunto argentino tiene argumentos para luchar por los boletos hacia la próxima instancia. El combinado de la rivera deberá apelar a su mística para volver a ganar en Brasil.
Polémica en Boca-Mineiro
Insólita situación se dio en el partido de Boca y Atlético Mineiro por los octavos de final de la Copa Libertadores. El local se puso en ventaja, pero el gol fue anulado por el árbitro Andrés José Rojas Noguera a instancias del VAR. El juez colombiano tras consultar con la tecnología cobró una falta inexistente previo al tanto que marco Diego “Pulpo” González. La acción generó mucho malestar y levantó la bronca en los jugadores locales.
Fue a los 34 minutos luego de una gran jugada de Marcelo Weigandt, que mandó el centro desde la derecha y en el área cabeceó el defensor Nathan Silva, que está delante de Norberto Briasco. El defensor brasileño saltó después de tomar contacto con la pelota y cayó al suelo. Luego el Pulpo capturó el rebote y marcó el tanto, que fue invalidado.
La incertidumbre duró más de cuatro minutos debido a que no funcionó bien el intercomunicador del VAR con el juez, que cuando logró recibir el aviso fue analizar lo ocurrido al monitor. Luego de ver varias veces la reiteración de la jugada en cámara lenta y desde varios ángulos, consideró que hubo falta de Briasco sobre Silva. Sin embargo, la acción aplicada no es consecuencia para que la jugada le dé identidad para despejar.
El banco de Boca con Miguel Ángel Russo a la cabeza estalló en su enojo ante la decisión del árbitro. Llegaron los reclamos de lo jugadores del equipo azul y oro y entre ellos Marcos Rojo recibió la tarjeta amarilla por protestar.
El malestar del cuerpo técnico de Boca y de sus futbolistas, más allá de considerar que los perjudicaron, fue porque en el primer tiempo controlaron a su rival e hicieron el mérito necesario para poder convertir al menos un tanto.