Dismorfia de Snapchat: Fiebre quirúrgica entre jóvenes que buscan parecerse a sus 'selfis' retocados
Entre los especialistas de la salud de todo el mundo aumenta la preocupación por la creciente demanda entre los jóvenes de cirugías estéticas que buscan adecuar su cuerpo a la imagen digitalmente alterada de sí mismos que utilizan en las redes sociales. Estos pacientes tienden a...



Entre los especialistas de la salud de todo el mundo aumenta la preocupación por la creciente demanda entre los jóvenes de cirugías estéticas que buscan adecuar su cuerpo a la imagen digitalmente alterada de sí mismos que utilizan en las redes sociales.
Estos pacientes tienden a recurrir a aplicaciones como Snapchat y Facebook con filtros para 'mejorar' su aspecto con los que logran achicarse la nariz, amplificar sus ojos o blanquear los dientes. Posteriormente, comienzan a sentir que esa imagen tiene más aceptación social —traducida en cantidad de 'Likes'— que su aspecto verdadero, siendo entonces cuando deciden convertir esa imagen en una realidad.
En consecuencia, cada día más jóvenes acuden a los cirujanos plásticos para parecerse a sus 'selfis' arregladas. Este fenómeno — conocido como dismorfia de Snapchat— es un reflejo de la disconformidad de los jóvenes consigo mismo, lo que ha desatado las alarmas entre los médicos, ya que una parte de estos chicos presenta una baja autoestima, lo que podría estar asociado a un trastorno dismórfico-corporal (TDC), es decir una enfermedad obsesivo-compulsiva.
Este problema, descrito por primera vez hace unos años, se manifiesta "cuando las personas quieren usar filtros porque están insatisfechos en su vida real", por lo que "quieren presentarse exactamente como en las imágenes", sin tener cuenta "las expectativas realistas", expresó el cirujano plástico Tijión Escho.
De esta forma, las víctimas de la dismorfia de Snapchat sueñan con sentirse felices y desprenderse de sus inseguridades. Para ello, se toman cientos de fotos hasta lograr la mejor versión de ellos mismos.
En 2015 se contabilizaron más de 24.000 millones de 'selfis' en Google, mientras que en el 2017 el 55% de los cirujanos plásticos faciales de Estados Unidos atendieron a pacientes que deseaban verse mejor en sus autofotos. Al otro lado del Atlántico se registró una situación similar, pues 1 de cada 10 españoles que acude a un cirujano por el mismo motivo.
Ante la magnitud de este fenómeno, los médicos advierten que una operación quirúrgica no es capaz de resolver un problema mental muy profundo y que, lejos de llenar ese vacío, puede llevar al paciente hacia una mayor insatisfacción con uno mismo. Por todo esto, la raíz del problema no es el 'selfi' ni las redes sociales en sí mismas, sino el hecho de anhelar cosas irreales, en vez de aceptarnos como somos y apreciar la propia belleza de cada uno.
Tomado de RT
Estos pacientes tienden a recurrir a aplicaciones como Snapchat y Facebook con filtros para 'mejorar' su aspecto con los que logran achicarse la nariz, amplificar sus ojos o blanquear los dientes. Posteriormente, comienzan a sentir que esa imagen tiene más aceptación social —traducida en cantidad de 'Likes'— que su aspecto verdadero, siendo entonces cuando deciden convertir esa imagen en una realidad.
En consecuencia, cada día más jóvenes acuden a los cirujanos plásticos para parecerse a sus 'selfis' arregladas. Este fenómeno — conocido como dismorfia de Snapchat— es un reflejo de la disconformidad de los jóvenes consigo mismo, lo que ha desatado las alarmas entre los médicos, ya que una parte de estos chicos presenta una baja autoestima, lo que podría estar asociado a un trastorno dismórfico-corporal (TDC), es decir una enfermedad obsesivo-compulsiva.
Este problema, descrito por primera vez hace unos años, se manifiesta "cuando las personas quieren usar filtros porque están insatisfechos en su vida real", por lo que "quieren presentarse exactamente como en las imágenes", sin tener cuenta "las expectativas realistas", expresó el cirujano plástico Tijión Escho.
De esta forma, las víctimas de la dismorfia de Snapchat sueñan con sentirse felices y desprenderse de sus inseguridades. Para ello, se toman cientos de fotos hasta lograr la mejor versión de ellos mismos.
En 2015 se contabilizaron más de 24.000 millones de 'selfis' en Google, mientras que en el 2017 el 55% de los cirujanos plásticos faciales de Estados Unidos atendieron a pacientes que deseaban verse mejor en sus autofotos. Al otro lado del Atlántico se registró una situación similar, pues 1 de cada 10 españoles que acude a un cirujano por el mismo motivo.
Ante la magnitud de este fenómeno, los médicos advierten que una operación quirúrgica no es capaz de resolver un problema mental muy profundo y que, lejos de llenar ese vacío, puede llevar al paciente hacia una mayor insatisfacción con uno mismo. Por todo esto, la raíz del problema no es el 'selfi' ni las redes sociales en sí mismas, sino el hecho de anhelar cosas irreales, en vez de aceptarnos como somos y apreciar la propia belleza de cada uno.
Tomado de RT