Del Boletín del Observatorio Astronómico Nacional -dic/2004
1. Del verano 2024 en el hemisferio sur
El verano del 2024 en el hemisferio Sur comenzará el día 21 de diciembre a las 05 horas 19 minutos hora boliviana y el invierno en el hemisferio Norte. Ese día es el que realmente tiene más luz y por tanto es el día más largo del año.
SOLSTICIO DE DICIEMBRE
El cambio de estación tendrá lugar al producirse el fenómeno denominado solsticio de diciembre, momento en que la luz del Sol cae verticalmente sobre el trópico de Capricornio. (23 grados 27 minutos Sur) que es la latitud extrema que recibe perpendicularmente los rayos solares, lo que da origen al nombre de SOLSTICIO, del latín solstitium que significa Sol quieto, esta aparente detención en el que el Sol se sitúa más al Sur anuncia el inicio del verano en nuestro hemisferio denominado solsticio de verano.
ROTACIÓN Y TRASLACIÓN
La Tierra está dotada de dos movimientos principales estrechamente relacionados con el clima y sus variaciones: el de traslación que es el recorrido que efectúa nuestro planeta en torno al Sol, fuente de calor que regula todo el proceso climático terrestre.
Y el de rotación que es el movimiento que ejecuta la Tierra sobe su eje imaginario que pasa por los polos y que produce el día y la noche con la consiguiente influencia en los procesos atmosféricos.
EFECTOS DE LA INCLINACIÓN DEL EJE DE ROTACIÓN
El eje de rotación de la Tierra no es perpendicular al plano de la órbita que describe alrededor del Sol, sino que está inclinado 23° 27' con respecto al mismo. Se debe a esta inclinación la desigualdad de los días y las noches y la sucesión de las estaciones: primavera, verano, otoño e invierno. Si el eje de rotación de la Tierra no estuviera inclinado no habría estaciones y todo el año sería lo mismo, sin ningún cambio climático.
Cuando en el hemisferio sur es Verano en el hemisferio norte es invierno y viceversa, esto no se debe a que la Tierra esté más o menos lejos del Sol, sino que a lo largo del año la traslación de nuestro planeta provoca que los rayos solares lleguen a cada hemisferio con distinta inclinación axial (u oblicuidad de la eclíptica) según el momento del año.
Visto desde la Tierra, el Sol se mueve aparentemente durante el año hacia el Norte y hacia el Sur, los solsticios son los dos puntos de la esfera celeste en la que el Sol alcanza su máxima declinación Norte (23,27 grados) y su máxima declinación Sur (23,27 grados) con respecto al Ecuador celeste.
Es muy importante prestar atención a los pequeños cambios que todos los días del año se van dando en el cielo. Esto será sin duda la mejor manera de comprender cómo evolucionan las estaciones y cómo vivimos en esta parte del planeta.
2. Pueblos antiguos y los solsticios
La celebración del solsticio es una práctica ancestral reconocida por la ONU como el día internacional de la celebración del solsticio desde 2019. Un solsticio ocurre dos veces al año, marcando el inicio del verano y el invierno. Originadas en culturas antiguas, estas celebraciones están asociadas con la producción agrícola y ceremonias religiosas.
Los pueblos y culturas desde tiempos remotos han plasmado el paso de las estaciones y la religión y la astronomía lo reflejan en diferentes calendarios a lo largo de la historia.
Desde las primeras civilizaciones, el ser humano ha contado el paso de los días y ha intentado dividir el tiempo en sistemas lógicos.
Esta necesidad de representar el paso del tiempo llevó a la creación de los primeros calendarios, cada pueblo adaptaba el calendario como un reflejo de su cultura: su religión, las festividades más importantes, el paso de las estaciones y las siembras y cosechas, donde los solsticios eran los momentos más importantes para las civilizaciones antiguas, además de introducir nuevas observaciones y cálculos hasta los calendarios actuales.
Siendo el Sol, el objeto celeste más importante para las culturas antiguas, notaban que aparecía y desaparecía por distintas zonas del horizonte y comenzaron a medir esas apariciones y esas puestas, las culturas del hemisferio norte, tomaron como punto de partida el equinoccio de primavera, (equinoccio: cuando el día dura el mismo tiempo que la noche) notando que el Sol salía cada mañana inclinándose hacia el sur, haciendo que los días sean cada vez más largos, pasando lo contrario en el hemisferio sur, que tomaban como punto de partida el equinoccio de otoño, haciendo que los días sean cada vez más cortos hasta llegar al solsticio de invierno. Estableciendo las culturas en ambos hemisferios que el Sol, al que creían una deidad, le tomaba 365 días en completar un ciclo, lo que dio origen el concepto de AÑO.
Las culturas antiguas de nuestro hemisferio tenían un especial cuidado en la observación del movimiento aparente del Sol ya que consideraban al mismo una divinidad. Los fenómenos que ahora se denominan Solsticios y Equinoccios eran momentos especiales para realizar ceremonias, sacrificios y ritos en conmemoración del Sol, fuente de vida.