VINCULO ESPIRITUAL HISTORIA

 No se cuenta con datos fehacientes capaces de alinear en la secuela de los hechos de una historia, la aparición y milagros de la Virgen de Chaguaya. Quizá sólo la evidencia de que ya se hablaba de ello en los últimos tiempos coloniales.

El mito y la leyenda pueden arrimarnos a muchas conjeturas, pero lo evidente y real es que los tarijeños hemos consolidado dentro del influjo de la religión católica que ayudó, y mucho, a formarnos de cierta y linda manera, un concepto y sentido de vida que se desgrana en la cordialidad, en la solidaridad, en el afecto para todos, en el sentido del humor y en la sencillez de nuestros actos.

Es esa la vitalidad que nos distingue porque estamos unidos por un vínculo espiritual que rebasa la injusta desigualdad social. La historia que no la sabemos bien de nuestra Virgen de Chaguaya no hace mengua en nuestro sentimiento y religiosidad, porque ella esté metida en nuestros corazones como símbolo de todo lo que perseguimos y deseamos lograr como pueblo y como nación dentro del marco de esa hermosa herencia que nos ha formado de cierta manera y que constituye nuestro más precioso don de vida.

Por eso es que no nos preocupa una historia quizás novelada. Lo que nos interesa es pesar el corazón y la emoción de nuestro pueblo sencillo en la balanza de su propia dignidad, de su tradición y de sus valores, en los que la virgencita de Chaguaya ocupa un alto y querido sitial.