Nuestro rincón
Inescrutables son los misterios de Dios



Inescrutables son
los misterios de Dios
que me dieron la tibieza
de nacer en este rincón
humilde.
Todos los silencios
de la voz chapaca
atesoran el germen
donde encuentro lo que es mío
como presencia inextinguible
de las cosas del alma ..
no perdidas
en el rescoldo de las prisas.
Sigo el sendero
caminado en la infancia
con sabor a pan de horno
descubriendo todos los días
el gesto
y la mirada
que nosotros entendemos.
Y amo a esta tierra
preñada de olvidos
donde mis sensaciones
no se enturbian
junto a los rosales
de vida siempre renacida
que cuido a la sombra del alero
o en el quedo musitar
de una oración en el nicho
de los que recordamos.
Aquí la luz del alma no se apaga
ni la pisada se pierde
en las rutas desquiciadas
de la ausencia sin entrañas
y la mirada se eleva
hacia donde sé que voy a encontrar
las brasas ardidas del afecto
comulgando en todos los umbrales.
Es esta nuestra tierra
que la queremos pensar
y amar
a la que dimos
nuestros hijos buenos
y donde queremos morir.